Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ Yaoi

#19

Anteriormente...

- Hay que llevar a Mikel.

- Vámonos chicos. - los impulsó Timba.

Muzi se subió a la espalda de Timba, después de todo era el segundo más fuerte.

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Llegaron tiempo después

Entraron a la cabaña apurados. Fueron directo a una de las habitaciones y acostaron a Mike en la cama. Al ser mitad híbrido, era más débil, pero si hubiera sido un híbrido puro ya estaría muerto. Por otro lado la curación de un vampiro puro es rapidísima, al ser híbrido esto se retrasaba, causando que pierda más sangre. Las heridas que eran demasiado graves no se curaban, o tardaban más.

Sin buscar a Sparta (ni siquiera Raptor), se concentraron en atender las heridas de Mike. Le limpiaron las heridas y las vendaron. Lograron mantenerlo con vida, lo que significaba que ya iba a vivir, no había riesgo de muerte. Se aseguraron de que la sangre deje de salir y se preocuparon por el humano, que ya debería haber llegado a verlos.

- ¿¡Sparta?! - le gritó Raptor.

- Hola Raptorcito. - saludó el menor.

- ¡Hola! - lo abrazó y se percató de algo: - hueles a humedad.

- Oh, sí, es que estuve afuera un rato.

- Bueno... Mike salió herido, Trolli lo está cuidando.

- ¿¡De verdad?! Debo ir a verlo...

- No te preocupes Spartita, puedes verlo después. - le besó los labios, pero sintió una extraña sensación, así que cortó el beso y siguió sonriéndole como estúpido.

- ¿C-cuando volvemos a la mansión? - le preguntó con un leve sonrojo.

- Hoy mismo.

- Pero es muy tarde.

Era verdad, eran casi las 3 de la madrugada.

- Es cierto... Podemos esperar unas horas más.

- Nosotros nos vamos. - dijo Flex, llamando la atención de todos. - Muzi ya no puede dormir en el sillón como antes, no con su pierna así. De todas formas ya cumplimos con lo que veníamos a hacer.

- Me parece bien. A Mike le va a dar pena despertar y descubrir que no están. - dijo Timba.

- Dale un abrazo de mi parte.

- Y uno mío también. - comentó Muzi.

- Claro

Todos se despidieron y vieron como el Flexkato se iba, caminando calmadamente, sin apuro alguno.

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El Jonix estaba entretenido hablando mientras todos dormían, o bueno, todos menos Trolli, que no le quitaba el ojo de encima a Mike.

- Gato tonto. - el mayor reía con algo que el peligris había hecho.

- Por lo menos mi skin no es de un sayayin.

- No te burles de mí.

- Jeje... Perdón. Oye, ¿Por qué le quitaste el contrincante a Trollino?

- ¿Te refieres al capitán pendejo? Era el que te quería llevar.

- ¿De verdad? Se me había olvidado.

- Es que enserio, ¿Cómo te olvidas de eso?

- Los elefantes son los de la memoria, yo soy un gato.

- No me digas.

- Te lo digo.

- Mi gatito... - lo abrazó de la cintura para sorpresa de Acenix.

- ¿Q-Qué haces? - la pálida piel del híbrido tomó un color carmín cuando vio el rostro de Jon acercarse al suyo.

- Te beso... - juntó sus labios con los del contrario.

Cuando se soltaron el mayor escuchó un ronroneo.

- ¿Y eso? - le preguntó pícaramente. - al parecer te gustó, no, ¡Te encantó!

- Mentira...

- El ronroneo no miente, tú lo sabes mejor que yo.

El menor se lo seguía negando, pero Jon solo sonreía y negaba con la cabeza. Acenix lo dejó solo, no valía la pena seguir diciendo que no le había gustado, porque era verdad: el ronroneo no mentía.