#23

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Anteriormente...

– Esto no funcionará. – Trolli lo desactivó.

Raptor era el mejor cuando se trataba de percibir el aura de alguien, pero fue igual de inútil que el intento de Víctor.

– Mi*rda, ni rastros.

Se separaron en grupos: Acenix con Timba y Trolli. Y Rius con Jon y Raptor.

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En la mansión compa, Sparta estaba aburrido, no le interesaba Mike, y Víctor quería su espacio. De todas formas éste último tampoco le interesaba. El híbrido-vampiro nada le había hecho, y realmente no sospechaba de él, así que lo dejaría en paz por ahora, además sería demasiado sospechoso.

Sintió el aura de Raptor y notó que estaba con Jon y Rius. La criatura que se hacía pasar por Sparta no comprendía bien los sentimientos, aunque se manejaba bastante bien en el nuevo ambiente en el que vivía. Sintió el compañerismo que le tenían Jon y Rius a Raptor. Lo interpretó pésimo.

Le inundaron los celos y se puso manos a la obra para cometer sus próximos secuestros.

Fue a la habitación de Mike.

– Voy a estar en mi habitación estudiando, no me molestes, ¿Ok?

– ¿Estudiar?... – lo quedó mirando raro, Sparta NUNCA, estudiaba. – bueno, yo me preocupo de Víctor.

– Sí – se fue al bosque de inmediato.

– ¡A seguir comiendo chocolate! – sacó el que tenía escondido debajo de la almohada y empezó a saborearlo sin preocuparse demasiado.

Sparta tardó un poco en llegar a la ubicación de Jon, Rius, y Raptor. Como olía a bosque, no tenía ni aura, o sangre para que los vampiros detecten, se mimetizaba de una manera sorprendente. Lanzó una rama para que Raptor mirara hacia otro lado. En menos de un segundo el mago y el vampiro fueron consumidos por los árboles que tenían más cerca.

No alcanzaron a darle la alerta a su compañero lobo, fue extremadamente rápido todo.

– ¿Chicos? – olisqueó el suelo, pero el olor que quedaba no iba a ninguna parte, ahí mismo desaparecía.

Probó con el aura, y al no sentir nada comprobó que había sucedido exactamente lo mismo que en el caso de Mayo. Se fue a buscar a sus demás compañeros, las cosas se estaban poniendo más serias de lo que ya eran. Sparta sonrió complacido, y más tranquilo, volvió a la mansión compa.

Fingió una inocente carita y volvió a la habitación de Mike.

– Ya terminé de estudiar, iré a ver a Víctor.

– Eso, yo fui hace un rato, ya es hora de revisar otra vez. – aparentaba no comer chocolate, pero sus mejillas y sus labios estaban manchados en algunas partes.

– Trolli te dijo que no comieras.

– Yo no he comido.

– Sí, claro, me voy. – apenas se fue el perro volvió a sacar el chocolate.

Subió hasta la habitación del deprimido lobo y tocó la puerta.

– A menos que sepas cómo encontrar a Mayo, vete.

– Sparta presentándose. – entró a la habitación sin hacerle caso.

– ¿No hay noticias?

– No

– ¿Por qué sonríes? mi novio está perdido... ¿Y tú estás feliz?...

– Solo intentaba aligerar el ambiente.

– ¿,Quién pudo atreverse a hacerle daño a mi Mayito? – se le alargaron los colmillos de licántropo.

– Debe ser alguien muy fuerte, y con una valentía increíble.

– No lo halagues.

– Tienes razón, el que lo hizo no se merece eso.

– Peque, por suerte tú estás con nosotros para alegrarnos siempre, tú a veces no lo notas, pero nos sacas muchas sonrisas... – abrazó al menor.

Sparta comprendió que la vida del Sparta real era increíble, y pensó que él también quería vivirla. Pero una de las cosas que hacía increíble esa vida era ese lobo castaño que tanto cariño se tenía con el humano. Eso era lo mejor. Por lo que si hacía falta, quitaría del camino a todo el mundo para que no hayan interferencias en su relación con el.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora