#71 🔥

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Acenix y Jon estaban acostados en la cama. De pronto el mago habló:

– Quiero llevarte a una parte un día de estos.

– ¿A dónde?

– A la playa.

– Sería lindo.

– Sí, pero al atardecer. ¡Ya verás lo lindo que se verá!

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– Raptorcito – llamó Sparta desde afuera de la habitación del reptil.

– Peque, hola amor. – lo recibió con un beso y lo dejó entrar. – ¿necesitas algo?

– Solo quería verte, has estado algo encerrado.

– A mi no me mires, que sé que no has dormido nada.

– Me descubriste...

– Con esas ojeras, es obvio.

– ¿Se ven muy mal?

– Como si fuera posible verte feo, ven bebo. – lo tomó como princesa y lo dejó en la cama para luego acurrucarse a su lado. – he hablado con Cache y Rabbito, los extraño...

– ¿Piensas irte un tiempo a Ecuador?

– Nunca dije eso, ¿me vez capaz de dejarte? mi gordo.

– No estoy gordo. – hizo un puchero.

– Los extraño pero sé que están bien. Dicen que vendrán a visitarnos en unos meses, estoy feliz con eso.

– Que bueno.

– Duerme Spartita, lo necesitas. – le dio un último beso y lo abrazó para que durmiera.

En unos minutos el menor cerró los ojos.

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– Mikel, ¿Qué diablos hiciste? – le regañaba Trollino.

– Nada

– ¿Nada? y supongo que por eso está todo el papel por el suelo.

– Es que Trolli, vino un tornado.

– Un tornado llamado Mikecrack.

– Puede ser...

– El chocolate, el papel, ¿Qué te comerás ahora?

– ¿Y si te como a ti?

– Ya te pusiste joto.

– A ti te encanta que me ponga así.

– No

– Probemos entonces. Hay alguien que te tiene muchas ganas, pero no te voy a decir quien soy.

– ¿Ah, me tienes ganas? pues venga. – en un parpadeo lo acostó en la cama.

– ¿Viste? te encanta.

– Corrección: me prende. 

– Madre mía este hombre, se prende con cualquier cosa. 

– Como si no te gustara, Mikel. 

– Digo hola; te prendes, digo panqueques; te prendes, respiro; y te prendes.

Trolli se partió de la risa.

– No es para tanto.

– ¿Podrías callarte? empieza por dios, te estoy esperando.

– Este Mikel... – se subió sobre él.

Empezaron con un simple, pero apasionado besuqueo. Hicieron una larga guerra de lenguas en la que Mike intentó ganar, pero Trolli tomó posesión de su boca por completo.

– Mgh⁓

Se separaron para volver a unirse a los segundos. El rostro de Trolli bajó al cuello de Mike y empezó a dejar chupones.
Luego desabrochó la camisa del híbrido y bajó a su pecho y vientre.

– Ahh⁓ Trolli⁓ – movió sus piernas apretando la cadera del mayor.

Dejó la piel del castaño con algunos moretones y mordidas.
Se volvieron a unir en un beso. Sorpresivamente el mayor le quitó la camisa y lo dio vuelta, dejando su desnuda espalda frente a sus ojos.

– Te voy a devorar. – le susurró en el oído. 

Mike se estremeció y sonrió con lujuria. Sintió los chupetones en su espalda. 

– Hmh⁓

Trolli surcó un trazo húmedo con su lengua desde la espalda baja de Mike hasta su nuca.

– Ahag⁓

Lo hizo de nuevo, esta vez cuando llegó a su nuca se posicionó mejor y le hundió los colmillos.

– Ghah⁓ Trolli⁓ 

El mayor cerró los ojos, sin embargo le llegó un nítido recuerdo. Imaginó los gritos de dolor de Acenix. Soltó a su novio de inmediato y apoyó su frente en su hombro.

– ¿Q-qué pasó? 

– No es importante, Mikel. – levantó la mirada.

– Oki, entonces bésame hombre. 

– Jeje... – se estiró y juntó sus labios.

– Eso es, ahora quítame el pantalón.

– A tus órdenes. – se lo desabrochó.

– El bóxer.

Se lo quitó también.

– Listo 

– Quítate el pantalón y el bóxer. No, quítate todo.

El azabache obedeció con una sonrisa.

– Ahora ven aquí y has lo tuyo.

Trolli se subió sobre él, pero no hizo nada.

– ¿Y que es "lo mío"?

– Idiota, ya mételo.

– Sucio – lo embistió y empezó a dar estocadas cortas y veloces.

– Mhgh⁓ más⁓

Lo embistió lento, sin embargo con profundidad.

Estuvo unos minutos así hasta que se corrió dentro del castaño y se salió de él.

– ¿Te invito a una cita? – preguntó el vampiro azabache.

– No me has invitado a ninguna desde que salimos, así que me encantaría.

– Gracias, se te ama.

– Lo sé, lo sé, a ti también se te ama.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora