#47

2.6K 244 55
                                    

Anteriormente...

– ¿Por qué?

– Porque el oxígeno para mi tiene nombre, y ese es Sparta.

– Señor lobo-guapo-moreno, usted está bobo.

– Muy bobo por ti. 

– Ya lo noté. Oye Raptorcito.

– ¿Que?

– ¿Cuándo es luna llena?

– ¿Ya quieres convertirte en lobito peque?

– Pues... sí. – estaba algo nervioso.

– Es en una semana.

– ¡¿Tan pronto?!

– Claro

– Uff

Raptor marcó en el calendario la fecha con un corazón.

– ¿Por que le pones un corazón?

– Jeje... esa noche nos divertiremos.

– Pervertido 

– Tu lobito pervertido.

______________________________________

   
Al día siguiente, habían terminado de almorzar, y se pusieron a ver la TV entre todos. Rara vez lo hacían, pero era agradable. Estaban repartidos en los sillones.
De pronto Mayo se estiró, levantó sus brazos hacia arriba y cerró los ojos con una sonrisa. Dejó caer sus brazos pesadamente, pero algo ocurrió, un grave error.

No se percató de que estaba demasiado cerca de Sparta, que estaba sobre Raptor en un abrazo. Al caer su mano, esta calló en el peor lugar que podría haber caído, la entrepierna de Sparta. El mago retiró la mano casi automáticamente.

– ¡Mayito! – Víctor gruñó por reflejo, pero realmente no sabía a qué le estaba gruñendo, Sparta no tenía la culpa, y jamás le gruñiría a su tostadora.

– ¡Vic, no fue a propósito!

– Lo sé...

Todos miraban la escena, pero no sabían muy bien cómo reaccionar. Había sido un accidente, solo que uno muy incómodo. Pero al sentir un aura asesina, miraron a Raptor.

– Mi*rda... – susurró Mayo al sentir que el aura se dirigía exclusivamente hacia él.

Sparta aún estaba de espaldas en el pecho de Raptor, estaba sonrojado y nervioso. Se removió con inquietud y se levantó, una mano lo detuvo y lo obligó a volver al sillón. Era la mano del reptil.

– Mira otaku, me lo tocas, y te mato, ¿Oíste? – advirtió Víctor.

– Chicos, cálmense. – Timba se lo decía más a Raptor que al novio de Mayo.

– ¿Como te atreves a tocarle? – una voz que jamás se había escuchado de Raptor apareció, la voz era grave, gruesa, ronca.

– Raptorcito, f-fue un accidente.

– ¿Quieres que me detenga?

– Sí

– Pero es que él te...

– Está claro que no fue intencional.

– Vale, solo porque tú me lo pides, peque. – lo abrazó y lo puso contra su pecho de nuevo.

Los compas ignoraron eso, Mayo tenía suerte de tener la compasión de Sparta. En unos pocos días, los efectos celosos de Raptor se irían desvaneciendo.

Pero aún desconocían la nueva personalidad de Sparta, o quizás éste simplemente seguía igual y fin de la historia.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora