Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ Yaoi

#29

Anteriormente...

- ¡Ok, ok, ok! - Timba entendió porque se les había hecho imposible combatir contra él.

Lisovik ya no tenía nada más que hacer, se despidió de Raptor y se fue bajo la mirada amenazante de Víctor, que era incapaz de perdonar o de sentir miedo.

Los compas volvieron a la mansión, solo querían pasar un tiempo juntos. Obviamente el riumba de inmediato se fue a una habitación, al igual que el mayictor, que quería un tiempo a solas.

Raptor fue diferente ya que partió a la cocina aún cargando a Sparta.

- ¿Que quieres comer?

- Carne

- Ok - sacó un trozo del refrigerador y lo echó a un sartén mientras el menor se deleitaba con el olor que desprendía.

Lo condimentó bien, y le puso tapa al sartén.

- Hay que esperar un ratito.

- ¿Tardará mucho?

- No

- Comeré otra cosa por mientras.

- Bueno... - normalmente Raptor se reiría al verlo tan desesperado por comer, pero de hecho el quería que Sparta se alimentara. Estaba demasiado débil.

El menor se hizo un sándwich y se sentó a comer mientras el lobo sacaba la carne del sartén y se la servía en un plato.

- ¿Sigues con frío? - le preguntó al ver que había terminado de comer.

- Un poco.

Eso fue suficiente para Raptor. Dejó los platos en el lavavajilla y subió a la habitación de Sparta. Le abrió la cama y le invitó a entrar. Luego, para sorpresa del humano, el lobo se metió a la cama con él.

- ¿¡Raptorcito?! - se sonrojó.

- Calla, y abrázame. - sonrió al sentir como el menor hundía su rostro en su pecho mientras lo abrazaba.

Al rato el cuerpo de Sparta volvió a su temperatura normal.

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- Mayito~ te extrañé tanto... - seguía pegado a él.

- Ya cálmate Vic, ya estoy aquí.

- Es que... Mi Mayo...

El mago empezaba a perder la paciencia, era comprensivo, pero Víctor ya llevaba como 40 minutos llorándole.

- Perdón... - el lobo había sentido el sentimiento de irritación y se separó.

- No pasa nada.

La tostadora se había curado minutos antes con un hechizo.

- Debí haberme dado cuenta de que había un Sparta falso.

- Estabas desconcentrado conmigo Vic, no podías pensar correctamente.

- Sí...

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Mike y Trolli estaban jugueteando con besos en la cama, realmente no estaban serios, reían y se daban besitos.

- Mikel~ ¿Puedo? - de pronto señaló el cuello del castaño.

- Mmmm, ¿No duele?

- Créeme, te sentirás bien.

- Ok, hazlo.

El híbrido-vampiro sintió como el contrario chupaba su cuello para después morderlo. Al principio no le gustó la sensación, pero después sintió placer. Trolli drenó una pequeña porción de sangre y lo soltó.

- Rico~ - se lamió el líquido carmesí.

La herida de Mike cicatrisó en segundos.

- ¿No quisiste sacar más?

- Puede ser peligroso, de repente no me doy cuenta y ya he sacado más de lo debido.

- Tienes razón.

- De hecho ya no puedo sacarte más hasta pasado mañana.

- Ya...

- Y deja de comer chocolate que tu sangre indica que tienes demasiado azúcar en el cuerpo.

- Tu sangre debe ser amarga de tanto café que tomas.

- Jeje... Puede que tengas razón. - siguieron con su jugueteo de besos.