#10

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La mañana había llegado, algunos prefirieron no dormir, pero otros tenían flojera (Timba)
La mayoría de chicos tomaba desayuno en la cocina.

– Rius, ve a despertar al vago de Timba por favor. – le pidió Trolli.

– ¿Por qué yo? – reclamó el peliblanco.

– Timba no le hace caso a nadie más que a ti, es bastante raro ahora que lo pienso...

– Mmm, de seguro te lo haz inventado tú.

– Bueno, no importa solo ve.

A Rius no le quedó de otra. Fue hasta la famosa litera que compartían y abrió las cortinas para dejar entrar la luz del sol.

– ¿¡Quién es el idiota?!... Pollo... Te dije que no hagas eso.

– Lo siento, pero quiero ir a desayunar.

– Ya... ¿Están todos en la cocina?

– Sí

El peliazul se levantó y le indicó con señas de manos a su compañero vampiro que intente no hacer ruido.
Se acercó e inició un beso, siempre estando atento por si oía pasos.
Llegaron a la cama y con un silencio sobrenatural se acostaron, dejándose llevar por los besos.
Timba, que estaba encima de Rius, empezó a lamer el cuello del menor.

– Aguanta... – le susurró, casi ni se escuchaba, un humano normal por ejemplo no lo escucharía.

Rius se mordió el labio con fuerza para contener cada suspiro o gemido que quería salir. El menor acariciaba con las yemas de los dedos el cuello del peliazul.
Tan concentrados estaban en lo que hacían que se olvidaron de prestarle atención a los chicos y de repente la puerta fue abierta.

– ... Dios... Que bien guardado se lo tenían. – Mike estaba atónito.

– Perro asqueroso... No le digas a nadie. – le dijo Timba.

– Por favor Mike, guarda el secreto.

– Lo voy a pensar.

El híbrido-vampiro había descubierto a los amantes, y guardar un secreto así para él era complicado.

– Juro que te compro chocolates apenas pueda salir del bosque.

– ¡Trato hecho!

El peliazul y el peliblanco suspiraron de alivio, su secreto estaba a salvo por ahora.
Timba se cambió de ropa y fue a desayunar con el resto.

Fue una comida tranquila, pero Mike no podía evitar mirar entre Rius y Timba, cosa que notó Trollino y preguntó:

– Mike, esa mirada la conozco, ¿Que pasó?

– Nada Trolli.

– ¿Seguro?

– Sí...jujuju...

Raptor analizó el aura de todas las personas hasta donde alcanzaban a llegar sus sentidos.

– No siento la presencia de los vampiros ladrones de territorio.

– Esos desgraciados... Siento unas ganas incontrolables de ir a matarlos a todos. – comentó Víctor.

– Todos sentimos lo mismo Vic.

– Bueno, mientras no te toquen a ti, soy feliz.

– Soy más fuerte de lo que crees.

– Lo sé Mayito.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora