#66

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Anteriormente...

– ¡Dime que pasa!

– T-tuvimos... sin protección... omega...

– Joder... ¡¡joder!!

Salieron de la ducha, se secaron y se vistieron con una rapidez enorme.

– ¡Con Mayo! – pensaron al mismo tiempo.

Corrieron a la habitación de la tostadora. Tocaron la puerta tan fuerte que casi la derriban.

– Pasen – dijo con cabreo.

– Mayo... – Sparta no sabía que decir.

– Ya hablen que quiero dormir.

Víctor apareció como siempre.

– ¿No ven que tiene sueño?

El spartor se miró, para luego mirar rápidamente al mago.

– L-lo hicimos sin protección...

– Oh mierda... 

Víctor se quedó en blanco.

– ¿No tendrás una pastillita?

– No, ¿Por qué tendría yo eso? no soy omega.

– Puedes crearla. – dijo Sparta.

– Me tomaría más de 24 horas.

– Uy...

– La cagaron. – Víctor negó con la cabeza.

– Lo sabemos. Spartita, debí haberme acordado de eso, se me olvidó, estoy tan acostumbrado a lo otro.

– Te entiendo, no es tu culpa.

– ¿Se hizo el nudo? ¿te corriste siquiera? – preguntó Víctor.

– No – negó Raptor.

– Entonces la probabilidad de que Sparta quede embarazado disminuye bastante.

– Pero existe. – dijo el menor.

– Claro. Debemos hablar de esto con el resto, no podemos guardárnoslo.

– Mayito tiene razón.

– Bueno... – Raptor sentía que lo iban a matar.

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– ¿Ahora que pasó? – preguntó Trolli con su café en la mano.

– Sparta puede haber quedado en cinta por mi culpa.

Unas manos ahorcaron el cuello de Raptor.

– ¡¡Ey!! ¡suelten a mi novio! 

Trollino y Timba habían saltado como 2 resortes a ahorcar al lobo.

– Este idiota... – lo soltaron con enojo. 

– ¿¡Cómo se te ocurre?! – preguntó Mike. – ¿¡no vez que es muy joven aún?!

– Fue un accidente, se los juro.

– ¡Debiste haberlo cuidado mejor! – reprimió Jon.

– L-lo sé...

– No lo castiguen más, también fue mi culpa. 

– Claro peque, pero él sabe más que tú de estas cosas. – explicó Timba. – ¿Cómo sabes que no se aprovechó? 

– Entonces hubiera esperado a que el nudo se formara o algo así, ¿para que salirse antes?

– ...

– Gracias por creer en mí, bebo.

– No es nada Raptorcito.

– Solo nos queda rezar para que no haya quedado en cinta. – dijo Flex.

– Ojalá que no... – le siguió Muzi.

Decidieron volver a lo que estaban haciendo antes. El spartor subió a la habitación del mayor.

– Raptor... si tuviéramos un hijo, ¿tú lo querrías?

– Obvio que sí, lo amaría igual como te amo a ti.

Sparta se puso feliz por eso.

– Te quiero... 

– Bebo, tú sabes que yo también. 

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Una semana después

– Raptor, tengo nauseas... – se estaba mareando.

– Ven, apóyate en mí.

– Hombre, dile que se recueste, así no puede andar por ahí. – dijo Trolli.

– ¡Claro, eso iba a hacer! – lo acostó en el sillón. 

Sin embargo Sparta no duró acostado, se levantó y corrió al baño a vomitar.

– ¿Eso confirma un hijo? – le preguntó Raptor a la tostadora.

– No, lo hace más probable, pero no se puede confirmar mediante las nauseas.

–  Vale... – estaba prácticamente seguro que iba a tener un lobito.

        
18:00

– ¿Estás mejor?

– Mucho mejor. – Sparta lo abrazó.

– Tendremos un hijo parece...

– Sí...

– ¡Le voy a querer mucho!

– Le vamos, a querer mucho.

– Modo comunista: on.

– Jaja... – tomó la mano de su novio y la llevó a su vientre. – en unos meses se va a notar.

– ¿Me podrá escuchar?

– Sip, pero eso es mucho más adelante.

– Le voy a hacer la conversa todo el día.

– Le hablarás más a mi panza que a mí. – rio el menor.

– Estoy tan emocionado... ya lo quiero en mis brazos...

– Si sale chica, será la princesa compa.

– Ya me imagino a Trolli o a Timba mimándola como si fueran abuelos.

– Y si sale chico será el príncipe compa.

– Voy a tener que amenazar a Mike para que no le enseñe a jotear.

– Pobre de él que se le ocurra hacer eso.

– Sí

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora