Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ Yaoi

#61

Anteriormente...

– ¿Peligro? Es un hombre lobo.

– Aún en formación. – recalcó el reptil.

– ¿Se la paso? 

– Sí Mayo.

El mago no estaba seguro, pero al oír que Trollino lo apoyaba simplemente lo hizo. Raptor se roció la poción.

– ¿Se nota?

– No – respondió Trolli. – no estoy seguro de que sea buena idea.

– Yo sí, no le molestaré.

– Vale...

El lobo se fue de la casa siguiendo el rastro del auto.

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– Cadet, ¿Qué tan adentrada está la fiesta en el bosque? – preguntó Sparta.

– Bastante, pero perderse es difícil, tendrías que ser muy imbécil.

– Ok

Sparta comenzó a escuchar una música cuando se bajaron del auto.

– Perfecta música para bailar... – dejó que el viento acariciara su rostro.

– ¿Cuál música?

Sparta había olvidado su super oído.

– Ninguna Nate. – rio nerviosamente.

Raptor miraba seriamente la situación, si antes había aprobado a esos chicos, ya no le gustaban para nada.
Empezaron a caminar por el bosque. Los humanos empezaron a oír la música también. Unas fuertes luces iluminaban el cielo y los alrededores. Había una pista de baile, un bar, y un micrófono. Sparta estaba emocionado, amaba es sensación de poder olvidarse de todo por unas horas. 

– Ven Spartita, te compro una buena cerveza. – ofreció el rubio.

– Amm, no puedo.

– Bueno, no pasa nada, ¿Qué tomarás?

– Solo una bebida.

Raptor sonrió al ver que su novio se resistía ante el alcohol.

– Ya te traigo.

Sparta se sentó junto a Cadet en una de las mesas.

El expectante reptil apretó los dientes al leerle los pensamientos al amigo de Sparta.

– ¿Tienes novio?

– Sí

– Y yo que quería besarte esta noche.

– Hey, que tengo dueño.

N/A: en referencia a lo que dijo el peque en la vida real :v

– Lo sé, no intentaré nada. 

– Jaja, quedémonos como amigos bro.

– No me quejo. – bebió un sorbo de su cerveza.

Nate llegó con la bebida del menor.

– ¿No habrán hecho nada indecente sin mí? – se rio Nate.

Los otros dos le siguieron la broma:

– O sí, el señorito Cadet es todo un semental. 

Se partieron de la risa por la broma de Sparta.

– Me imagino.

Raptor no reaccionó bien a eso, estaba acostumbrado a ver al menor joteando con los compas, no con unos cualquiera.

– Está buenarda la música, ¿vienes a bailar? – preguntó Nate.

– No veo porqué no. – su escondido novio sí que lo veía.

– Yo me busco algún chico por ahí, por mí no se preocupen.

– Pobre Cadet, forever alone. – Sparta se fue con Nate.

La paciencia de cierto reptil llegaba a su fin.
El rubio y el castaño empezaron a moverse al ritmo de la música. De pronto una sombra apenas visible pasó por al lado de Nate y lo hizo caer, por suerte Sparta lo sujetó antes de que eso pasara.

– ¿Que fue eso?

– No sé. – el joven lobo olfateó el aire, el aroma a su alfa no pasó desapercibido por él. – maldito...

– ¿Yo?

– No, otra persona.

Al ser descubierto, Raptor puso mala cara, los demás compas tendrían que preparar su funeral. Entre el montón de gente, alguien le echó un sobre con un extraño polvo al vaso de Sparta. El reptil tuvo que hacer acto de presencia para arrebatarle el vaso y arrojar el líquido al suelo.

– Sabía que estabas aquí.

– Bebo, lo siento.

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¿Y si lo dejamos aki? :)