Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ Yaoi

#86

Anteriormente...

– Que malo. Están bien, ya se alimentaron y deben estar mimiendo en el hombro de alguien allí abajo. Andrea es omega y Alex es alfa, mi bebo hombre se parece mucho a ti, y mi beba se parece a mí.

– Que bueno... – cerró los ojos, solo para apoyar su cabeza en el pecho de Raptor y volver a quedarse dormido.

Unos días más tarde, Sparta ya estaba como nuevo. Los dos lobos cuidaban mucho a sus hijos.

Tanto fue, que tuvieron que dejar YouTube hasta que les alcanzara el tiempo. Quizás nunca se volverían a aparecer por la plataforma, pero no era solo por falta de tiempo, YouTube como empresa iba a colapsar y en unos años no iba a existir.

– Hola Andrea, saluda a tu tío Rius. – pidió éste mismo. La lobita le golpeó la mejilla con la mano. – ¡oye! ¡pero que violenta! – sabía quien era el culpable. – ¡¡Víctor!!

– Lo siento, es que también le estoy enseñando a ella, no solo a Alex.

– Pásenme a Andrea. – pidió Mayo mientras tomaba en brazos a la lobita. – así no se cuida a un bebé. Andreíta, ¿quieres cerezas?

– Ay Mayito, es muy joven para saber lo que son las cerezas.

Sin embargo la pequeña sonrió y alzo las manos en señal de que quería.

– ¿Decías, Vic?

– No dije nada, me voy a buscar a Alex. – Víctor fue en busca del otro cachorro. Estaba fascinado con los dos, al igual que todos en la casa. A veces se los peleaban ya que querían pasar tiempo con ellos. – hola chicos.

– Hola – saludaron unos ojerosos Raptor y Sparta.

– Váyanse a mimir, nosotros lo cuidamos. – Trolli quería darle un descanso a esos dos.

– ¿¡Quién está con Andrea?! – reclamó el reptil que quería saber cuando, como y con quien se había ido su hija.

Se le había perdido de vista porque Rius se la había robado y había partido al otro extremo de la casa para jugar con ella.

– Tranquilo, la tiene la zepzi tía Rius. – aclaró Timba.

– Ah vale, él la cuida muy bien... ¡y no le enseña a jotear, a ser vaga, le intenta dar café, pescado, le muestra una figurita de Dragon Ball, o le enseña a golpear a la gente! – regañó a todos.

– Admito que intentar darle café estuvo mal, ¡pero nada les hace el café, son hombres lobo!

– Puedes tener razón, pero no quiero que mis hijos agarren adicciones a tan corta edad. – esta vez, fue Sparta el que retó a Trolli.

– Vale... 

– Alex, memoriza estas palabras: tu mami es un uke.

El perro se llevó un librazo en la cabeza, mientras Sparta tomaba a Alex en brazos.

– ¿¡Cómo le dices eso?!

– Le enseño a ser joto... ay mi cabeza.

– ¡No pendejo!

El spartor se negaba a descansar y a dejar a sus hijos a cargo de esos hombres. Solo confiaban en la "zepzi tía Rius", pero éste no era capaz de cuidar a los dos bebés y probablemente le terminarían robando los cachorros.

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Los cachorros ya tenían 8 meses de edad.

Al fin el spartor había descansado, por media hora, pero descansado. Llegaron al salón principal en busca de sus hijos.

– ¿Dónde están mis lobitos?⁓ – el menor los llamó.

– Pa-pa – dijo Andrea.

– Ma-ma – habló Alex.

Vieron su peor pesadilla, los dos, Alex y Andrea, estaban con Mike sentados en el sillón.

– ¿¡Quién le dio permiso a este joto para estar con ellos?! – Raptor pegó el grito en el cielo.

Todos se encogieron de hombros. 

Jon había conseguido hacer que a Alex le gustaran los sayayin, pues éste tenía de juguete una figurita de Goku. Por otro lado, a Andrea le encantaban las cerezas, obra de Mayo. Y los dos se sabían unos cuantos tipos de golpes para hacer, obra de Víctor.

– ¡Les enseñé su primera frase! – gritó Mike con emoción.

– ¿¡Qué?! – Sparta estaba emocionado también, al igual que su novio.

– ¡Al fin aportas en algo con su educación! – halagó el papá lobo.

Todos los de la sala se acercaron y esperaron pacientemente a que la frase se escuchara.

– Mi mami es un uke... – dijo Andrea con una sonrisa.

– Y mi papá se lo viola. – Alex finalizó la frase con unas tiernas risas de bebé.

– No...

– Mis hijos...

Mike moriría ese mismo día.