#67

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Anteriormente...

– Voy a tener que amenazar a Mike para que no le enseñe a jotear.

– Pobre de él que se le ocurra hacer eso.

– Sí

Raptor le besó apasionadamente.

– Mientras no tengas problemas para dar a luz...

– Esperemos que no.

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– ¿Necesitas algo Sparta? – preguntó Trolli.

– Nada, gracias.

– ¿Quieres algo de comer? – preguntó Víctor.

– No

– Si te sientes mal nos avisas.

– Oigan, yo soy el padre.

– Ya hombre, solo le cuidamos.

Últimamente lo protegían más de lo normal.

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– No más ir a la escuela para ti.

– ¡Pero si ni siquiera me sale la panza aún!

– No vas a ir, y punto.

– Trolli, ayuda.

– Apoyo a Raptor.

– ¿Timba?

– No irás.

– Que malos...

– Es por tu seguridad bebo.

– Sí, seguridad...

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– ¿Quién es el uke más uke? tú lo eres...

– Mike, no soy un perro como tú.

– ¿Estás tratando de qué a mi novio? – Raptor se sintió ofendido.

– No d-de nada.

– ¿Seguro?

– Sí... 

– Vale... – lo seguía observando de reojo.

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– Toma, te traje un dulce. – le entregó uno a Sparta.

– Oooh..., gracias Jon. – le besó la mejilla.

– ¡Epa!

– Lo siento Raptor. – abrió el dulce y se lo echó a la boca.

Acenix se quedó mirando tristemente.

– Y obviamente para mi gatito también hay dulce. – le entregó otro a éste.

– Síiii, gracias. – le besó en los labios.

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– ¿No te has sentido mareado últimamente? – preguntó Mayo.

– No

– ¿Nada inusual?

Sparta negó.

– ... – la tostadora miró a Raptor. – puede que no lo esté... ¿sabes?...

– Lo está... 

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Flex y Muzi habían vuelto a su casa.

– ¿Cómo se podría llamar? – preguntó Rius con entusiasmo.

– ¿No es muy pronto para eso?

– No

– Su alias siempre sería Spartor, pero su nombre real... apellidos: Coronel Saavedra... – Raptor usó su modo pensativo. 

– ¡Pónganle Willy!

Los chicos estallaron de risa.

– Mikel, tú le pones Willy a todo. – rio Trolli.

– Calla, hombre, Willy Coronel Saavedra, suena... poderoso, imponente, ágil...

– Mi hijo no se llamará así, ¿cierto peque?

– Cierto. Tenemos muchos meses para pensar, no ahora chicos.

– Ok

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– Perdóname... – Sparta lo abrazó por la espalda.

– ¿Por qué? – se aguantaba las lágrimas.

– Por no estar embarazado.

–Sabes que no tienes la culpa, y pides perdón...

– Es que estábamos tan felices.

– No importa. – se volteó y dejó las lágrimas salir. – será para la próxima, bebo.

El menor asintió. Raptor le acarició la mejilla.

– No es culpa de nadie. 

Bajaron al segundo piso.

– ¿No verdad? – preguntó Trolli.

– No... y-yo sé lo ilusionados que estaban... – Sparta rompió en llanto.

– Te dije que no era tu culpa, imbécil. – Raptor ya no sabía que más hacer.

– Oh vamos peque. – Trolli fue a abrazar a su amigo.

Timba, Rius, Jon, Acenix, Mayo, Víctor, Mike y Raptor hicieron lo mismo.
Eran una gran bola de seres sobrenaturales, que pese a las dificultades, se mantenían unidos.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora