Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ Yaoi

#42 +13 🔥

No me hago responsable de traumas c:

Después de que Sparta aceptará ser transformado y marcado, Jon hizo su broma, los chicos luego de eso se separaron un momento, momento que Raptor aprovechó para ir a pedirle algo a Mayo.

- Mayo - entró a la habitación y se encontró con Víctor.

- ¿Tú otra vez?

- Déjalo pasar Vic.

El mencionado se hizo a un lado.

- ¿Podrías poner el hechizo aislante de sonido?

El mayictor entendió al instante de lo que se trataba.

- No le hundas tanto los dientes, y no toques la arteria, hombre, no queremos hemorragias.

- No si fíjate que le morderé justo la arteria del cuello... ¡No soy tan idiota como para matarlo por accidente!

- Por algo el mismo Sparta te dice inútil. - se burló Víctor.

- Tendré cuidado.

Mayo fue junto a los dos lobos y puso el hechizo.

- Pensé que lo marcarías en la cabaña.

- Lo transformaré ahí. Esto es una marquita, no es tan terrible que sea aquí.

- No la subestimes. - dijo el mago.

- No lo hago. Ahora gracias y sayonara.

- Otaku como siempre... - Víctor tomó de la mano a su novio y volvieron a su habitación.

- Spartitaaa~ - llamó Raptor.

Sparta que iba camino a la habitación de Raptor llegó.

- ¿Que pasa Raptorcito?

El mencionado le puso una cara un tanto pervertida.

- ¿La marca cierto?

- Si aún tienes dudas, podemos esperar.

- ¡No! Márcame ahora.

- No tienes que pedírmelo dos veces.

Lo tomó en brazos con su fuerza lobuna, entró a la pieza que anteriormente Mayo había hechizado y cerró la puerta con el pie.

- Hazme tuyo Raptor~ - susurró el menor en su oído.

- Bueno, si me lo pides así... - se había excitado. Algo se notó en su entrepierna.

- ¿Y eso? - señaló el bulto.

- Eso: es tu culpa, ¿Qué quieres que te diga?

- Me declaro culpable. - tocó el miembro de Raptor por sobre el pantalón. - ¡Hazme tuyo!~ - buscaba excitarlo más de lo debido, hoy era la noche de la marca, y quería algo más interesante.

- Sparta... - lo empujó a la cama. - siento que los chicos me matarán si ven que no puedes caminar.

- ¡Por esta vez tienes permitido dejarme inválido!

- Tú me defiendes después, ¿Sí?

- Sí

- Mira lo que compré. - sacó del velador un lubricante saborizado.

- ¿Cuándo compraste eso?

- Apenas tuve tiempo.

- Vaya... Quítate la ropa, hombre. - se empezó a desvestir.

El mayor hizo lo que le habían ordenado.

- Mi Spartita, me fascinas. - manoseó el cuerpo del contrario.

- Déjame probar el saborizante.

- Ok - se sentó en la cama, y el menor en el suelo para poder tener un mejor ángulo.

El lobo le echó un poco a su miembro y apenas retiró la botellita sintió los labios del contrario en él.

- Ah~

Sparta comenzó con simples besos, pero para el mayor esto ya era increíblemente placentero, le encantaba.
Raptor hundió sus dedos en el pelo de su novio, haciendo una leve presión hacia abajo. El humano, llegaba hasta donde podía y a veces apretaba su boca o chupaba con fuerza.

- Mgh~ ha~ - se sentía en el cielo.

Llegó al orgasmo mientras Sparta simulaba estocadas. Mientras intentaba tragarse todo, seguía moviendo la boca hacia arriba y abajo, solo que más lento.

Luego de unos minutos dejó en paz el miembro de su novio.

- S-Sparta~ lo haces tan bien~ pero me toca a mí... - sentía su miembro palpitar.

Bajó al suelo, lo puso en cuatro, y lo penetró. Sin más.

- Ahah~ más duro~

Al oír esto, aumentó la velocidad, sus embestidas se volvieron salvajes. Sparta arañó el suelo. De no ser por el hechizo de Mayo, Raptor sería reptil frito, ya que el menor chillaba de placer.
Lo tomó de la cadera y lo movió al ritmo de las estocadas.

- Agh~ Sparta~ - gruñó el lobo al correrse por segunda vez.

El menor se corrió también al sentir el líquido fluyendo dentro de su cuerpo.
Respiraron agitadamente.
Seguían en la posición de perrito, cuando de improviso Raptor empezó a masturbarlo mientras se apegaba más a su espalda.

- R-Raptor~

- Gime mi nombre.

- Raptor~~

- Más fuerte. - aceleró el ritmo de su mano.

- ¡¡Raptor!!~~ - gritó-gimió.

- Así me gusta. - le besó la nuca.

- Ahf~ mha~ - seguía con el miembro del contrario dentro de él. Y lo peor era que su novio no dejaba de mover su mano.

Cuando al fin Raptor se detuvo, se salió de él. Al darse cuenta de que estaba cansado por la constante posición lo recostó de espaldas contra el suelo y se puso él arriba.

- Llegó la hora... - acercó su rostro a la parte intermedia entre el hombro y el inicio del cuello.

- Márcame de una vez, y hazme tuyo por siempre...

El lobo lo mordió. Al principio Sparta sintió dolor, después de todo era una herida, pero después se le pasó, y en lugar de dolor sintió una sensación extraña; no era placer, pero se sentía demasiado bien. Perdió la conciencia.

Raptor dejó de morder y admiró la marca que había dejado. Volteó su vista al menor y al ver que estaba inconsciente le besó. Era normal.

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