#15

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Anteriormente...


– Quédate aquí, debo hablar de algunos temas con los chicos. – dijo acariciando la cara del humano.

– Ok, soluciona todo y no peleen, que sería tonto pelear entre nosotros cuando tenemos a tantos vampiros en nuestra contra.

– Bueno, no peleo...

Raptor se fue, cerrando la puerta a su paso para que el menor no oyera nada. Se encontró a los demás en la cocina regañando a Flex.

– No puedes ser peor persona Flex, te aprovechaste de que Raptor no estaba para hacerle eso... – dijo Jon con cabreo.

– Hipócrita, ¿Qué le hiciste al pelo de Sparita? debes deshacerlo ahora mismo. – amenazó Raptor.

– Oh vamos, ¿te molestas por eso? fue una inofensiva broma.

– No me importa que tan inofensiva sea, le haces daño a su autoestima, el confió en ti.

– Ya... revertir...

En la otra habitación, Sparta notó el cambio y sonrió.

– Bien, después te disculparás.

– Ok queridísimo lobo...

– Que queridísimo ni que nada Jon, no me molestes.

– Sí, sí.

– ¿el asunto de Sparta está solucionado? – preguntó Trolli que esperaba su momento para hablar.

– Sí, pero esto va para todos: si escucho una queja de Sparta, veo que le hicieron una broma pesada, o se rieron de el por ser débil, no me importará estar en guerra con los demás vampiros. – respondió Raptor con un brillo extraño en los ojos.

Todos sabían lo que eso significaba.

– Entendido... – Trolli se tomó un respiro para seguir hablando. – mañana por la noche nos lanzaremos al ataque.

– Bien, espero que podamos contra esos tíos. – dijo Muzi.

– No dudes, ya estamos en forma otra vez. Solo necesitábamos un poco de práctica para recordar algunos movimientos. – dijo Timba refiriéndose también al vampiro pelinegro.

– Nosotros también, ¿cierto Raptor? – habló el novio de Mayo.

– Sip

– Voy a quitar el hechizo protector antes de que nos vayamos, ya no será necesario. – dijo Mayo.

– ¿Y Sparta? – preguntó Raptor.

– Tienes razón, mejor lo dejo para que esté más seguro.

– Eso...


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Era muy tarde, casi todos los chicos estaban durmiendo. En una de las habitaciones, Mike se levantó y fue afuera de la cabaña, pero obviamente no se alejó, por miedo a traspasar el hechizo de Mayo y delatarse con su aura de híbrido-vampiro. Trollino se dio cuenta de esto y decidió ir con él.

– Mikel, ¿Qué vienes a hacer afuera?

– Buena pregunta vinagrito, creo que fueron instintos perrunos, me dio un presentimiento extraño. – respondió el castaño con la vista hacia el bosque.

Se quedaron estáticos cuando oyeron un silbido.

– ¿Q-Qué fue eso?... – le preguntó el pelinegro.

El perro olfateó el aire.

– Solo huele a bosque.

Como el olfato no funcionaba trataron con su sentido vampírico, pero nada. Se concentraron e intentaron detectar algún aura, tampoco funcionó.

– ¿Lo imaginamos?

– Imposible, los vampiros no podemos imaginar nada, apenas soñamos.

– ¿Entonces como explicas eso vinagre?

– Quizás fue el viento.

– Sí... nos preocupamos por nada.

– Volvamos a la casa Mikel.

– Ok

Volvieron a entrar mirando hacia atrás con cada paso que daban.

– ¿Le contamos de esto a los chicos?

– Sí, pero no es prioridad, podemos hacerlo mañana. – respondió Trolli.

– Ok

El pelinegro vio como el menor caminaba hasta la habitación que los dos compartían con el riumba, pero lo detuvo tomándolo del brazo con delicadeza.

– ¿Trolli?

– Mikel, he pensado algunas cosas, las he meditado muchos meses, pero siempre llego a la misma conclusión: nuestra vida será larguísima, creo que me aburriré de ella por lo larga que será... por eso he pensado que además de disfrutarla con mis amigos... me gustaría una pareja a la cual amar, le quitaría lo aburrido por completo.

– ¿Q-qué? ¿Qué quieres decir con eso?

– Mikel, me vas a matar, pero a veces me paso a colar en tus pensamientos, perdón, casi nunca lo hago...

– Estaba prohibido meterse a la mente de los demás en esta casa. – se puso serio.

– Lo sé, es que soy imbécil.

– Sí, sí... ya lo noté.

– Jaja, que malo. Bueno, lo que decía, ¿de verdad tengo que explicarlo?

– No, si leíste mis pensamientos ya sabes lo que siento y lo que quiero.

– ¿Mikellino es real? – preguntó el pelinegro con una sonrisa.

– Sí Trolli, lo es. – respondió seguro.

El mayor se alegró y le dio un besito.

– Más te vale salir vivo de la pelea que tendremos mañana, o te mato.

– Pero como si ya estaré muerto. – rio el castaño.

– Hum, es cierto, te remato entonces.

– Me parece.

Se fueron a dormir y se dieron las buenas noches entre pequeños besitos cortos y suaves.

Entre vampiros, lobos, híbridos y magos ~*los compas*~ YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora