Los compas tienen un secreto que le ocultan a sus seguidores, tienen poderes sobrenaturales. Aquí ellos viven en una mansión, pero no todos tienen los mismos poderes, son de diferentes especies.
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una aclaración, Flex...
Había una pareja que se estaba besando apasionadamente en la cama. De a poco el seme se dirigió a la cadera del contrario.
– ¿No es peligroso?
– Esta es una de las pocas posas que podemos hacer.
– O-ok, confío en ti Muzi.
El mencionado desabrochó el cierre del pantalón de Flex y le fue sacando las prendas hasta llegar a su miembro. Besó la punta de este ocasionando un estremecimiento por parte del menor.
Se metió el pedazo de carne a la boca y simuló algunas estocadas.
– Ah⁓ M-Muzi⁓
El mayor siguió con lo que hacía, chupaba como si fuera una paleta de helado y lo ensalivaba.
En otra habitación
– Maldición... esos dos se olvidaron de que la habitación de invitados no tiene hechizos para el sonido... – un lobo se limpiaba con un papel la sangre que corría de su nariz. – que incómodo...
– ¿Que pasa Vic?
– Tú no lo escuchas, ¿verdad?
– Eeh... no.
– Debes aislar el sonido de la habitación de invitados.
– ¿Por qué?
– Hazlo ya... – si seguía así terminaría teniendo una erección, y la cadera de la tostadora se vería afectada.
Mayo lo hizo.
– Pensé que ellos dos no podían... – dijo el mayor.
– Depende de lo que estén haciendo.
– Ya veo.
Con el spartor
– Tápate bien los oídos peque. – el lobo le sujetaba su cabeza con dos almohadas en los oídos. – oh espera... Mayo lo solucionó, o Jon. – le quitó las almohadas.
– ¿Qué era?
– Nada... mataré a esos pendejos indecentes...
– ¿Pero qué hicieron?
– Ay Spartita, no puedo decirte.
– ¿Es importante?
– No jeje, ya da igual.
– Oki
Con el mikellino
– Se te ocurre hacerte el joto con uno de esos dos más tarde y me enojo contigo Mike.
– Jeje... solo son gemidos... – reía de manera pervertida.
– ¿¡"Solo son gemidos"?!
– Hombre, ¿Qué te piensas? ¿Que por oír gemir a Flex voy a excitarme e irme corriendo a sus brazos? estás tonto.
– ¿Cómo sabes que son gemidos de Flex y no de Muzi?...
– ... – se rascó la nuca nerviosamente. – solo fue una noche...
– ¡Mikel! ¡¿Cuándo fue?!
– Ssht, tranquilo, tranquilo... fue cuando yo no salía contigo, y Flex no salía con Muzi.
– Me asustaste perro... entonces no me importa, ta bien.
– Jeje, tú eres más seme...
– ¿Ah sí? – lo tomó del mentón. – porque a ti mientras más seme más te gusta.
– Sí – lo besó y le mordisqueó el labio.
– Mhm⁓ ricos besos de Mikel⁓
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