Afortunadamente los días habían pasado más rápidos de lo esperado, incluyendo las clases con el nuevo profesor William Weasley. Trataba de ignorar las miradas que me lanzaba cuando todos estaban enfocados en sus deberes, pero algo en su presencia me hacía erizar la piel... no sé si son sus labios, sus ojos, la forma de sus pálidas manos, o el recuerdo de sus besos.
La visita al pueblo era hoy y Pansy tuvo la maravillosa idea de que lo mejor que podría hacer frente a Bill era actuar como si nada de lo que hubiera pasado me importara, era la única forma de no verme como una engañada más.. Pero dentro de mi deseaba que eso fuera verdad: deseaba tanto fingir que no me importaba para terminar creyéndome eso.
El plan de mi amiga pelinegra involucraba a cierto Ravenclaw con el que había asistido al baile de navidad del año pasado. Roger Davies era para cualquier chica, y la mayoría de Hogwarts, el chico perfecto: capitán del equipo de Quidditch de su casa, como yo era prefecto, sangre pura y sus padres poseían una bóveda en Gringotts capaz de mantener a varias generaciones.
Habíamos sido más que amigos pero justo después de las vacaciones de invierno del año pasado le deje en claro que ya no me interesaba nada más con él, eso justo fue cuando comencé a enviarme cartas con Weasley.
Tome un vestido azul oscuro, medias, botas y mi abrigo: tendría mi cita con Davies en Madame Pudipié a las 4 y ya se me estaba haciendo tarde. Hoy Malfoy había decidido escoltar a los de tercero junto con Pansy haciendo mis tareas de prefecta, por lo que había decido dormir un poco más.
Justo afuera de la sala común de Slytherin se encontraba Roger que me ofreció el brazo de inmediato. Mientras caminábamos sentí las miradas de las personas a nuestro alrededor, pero justo antes de subir al carruaje me percate que desde lejos la hermana menor de los Weasley nos veía con odio en sus grandes ojos.
-No pensé que volveríamos a estar aquí- Roger me dijo mientras yo tomaba un sorbo de mi malteada de fresa, lo único que se me apetecía en ese momento era huir de este lugar tan rosa y cursi pero le regale una pequeña sonrisa.
-Lo sé, tenía mucho sin venir- Le conteste recordando la vez que me pidió ser su cita para el baile en exactamente este lugar, me pareció gracioso como lo que me gustaba antes ahora parecía simplemente fastidiarme.
-No pensé que me fueras a dar otra oportunidad- Me tomo de la mano y yo solo dirigí mi mirada a otro lado.
-Tú no hiciste nada malo- Me sinceré delante del pelinegro
-Lo sé, pero no me importa: Es todo un placer y orgullo que me permitas estar contigo-
-Rog... yo...-El ravenclaw me interrumpió.
-No digas nada Regina, sé que no eres de las personas que les gusta escuchar esas cosas pero solo quiero que sepas que me gusta mucho pasar tiempo contigo- Con la yema de sus dedos acaricio el dorso de mi mano haciéndome sonreír genuinamente, tal vez después de todo Pansy había tenido una buena idea y esta era la perfecta forma de sacarme a William de la mente.
Caminamos hasta que la luna comenzó a aparecer y tomamos el rumbo hacia el castillo, saliendo del salón de té Roger me tomo la mano y no dejo que me apartara de él en ningún momento: incluso llegando a Hogwarts nos quedamos sentados charlando en una banca cerca de la sala común de Ravenclaw, habíamos comido lo suficiente como para saltarnos la cena.
-¿Entonces te parece si mañana te ayudo con esa tarea de transformaciones?- Roger me pregunto aun con sus dedos entrelazos a los míos.
-Acepto, pero solo si aceptas que te ayude con lo de pociones- Levante las cejas y él pelinegro hecho su cabeza hacía atrás riendo.
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To be so lonely || Bill Weasley.
FanfictionBill Weasley creció con seis hermanos, una madre encargada del hogar y un padre amoroso. Nunca le falto nadie, siempre estuvo acompañado. Regina Nott siempre se tuvo a ella y a su soledad, pero nunca se quejó. Aprendió a disfrutar de su propia com...