HERO.

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Lo primero que vi fue a Remus y Kingsley tratar de cargar a un pelirrojo que tenía una pierna ensangrentada, el pantalón color caqui que había vestido esta mañana era ahora rojo. Mi corazón dio un vuelco cuando escuché la voz ronca de Bill quejarse al ser arrastrado hasta el salón principal de la casa de los Black, lo acomodaron en el mismo sillón donde semanas antes me había consolado.

Trate de empujar a Sirius que se interpuso en el marco de la puerta, trataba de permanecer calmada pero no podía concentrarme en eso viendo a Bill cabecear por la falta de sangre. Como pude esquive al castaño acercándome al cuerpo pálido de mi novio, y con los ojos llenos de lágrimas rápidamente pude hacer un torniquete gracias al cinturón del Profesor Lupin.

Bill luchaba arduamente en mantenerse despierto, sus labios parecían más blancos que de costumbre pero deje mis emociones a lado tratando de que se quedará con nosotros. Severus Snape entro a la habitación ordenándonos a todos marcharnos, incluso le pidió a Sirius y Remus que me sacaran de la habitación a como diera lugar.

Sentí que pasaron horas en lo que el pelinegro entro a la cocina a darnos novedades del pelirrojo.

-Estará bien, solo necesita reposo... y más suerte para la próxima- Me miro diciendo lo último, fácilmente pude comenzar una discusión con él pero no podía negar que gracias a él Bill estaba bien.

-¿Puedo verlo?- Inmediatamente me pare de la silla pero Sirius me tomo del brazo obligándome a detenerme.

-El profesor Dumbledore viene en camino con Theodore, creo que le gustaría verlo- Snape dijo con la frialdad que lo caracterizaba.

-¿El... él está bien?- Pregunté en un hilo de voz, sentía que algo me regresaba el alma del pecho.

-Mejor que el Sr. Weasley-

Me zafe del brazo de Sirius para correr hacia la sala de estar, vi a Nymphadora parada en el marco de la puerta observando fijamente a un Bill que dormía con una venda ensangrentada en su pierna izquierda.

-Lo siento, no quería dejarlo hasta que tú llegarás...- La pelirosa se ruborizo diciendo eso pero solo asentí mirando a mi novio con los ojos llenos de lágrimas- Debiste verlo, fue excelente.

-¿Qué paso Tonks?- Pregunté sintiendo los ojos llenarse de lágrimas. Bill había salido de cualquier peligro y por fin estaba segura de que Theo estaba vivo.

-Encontramos un lugar cerca de Gloucestershire, tenían de prisioneros a varios magos... Incluyendo a tu hermanito- Trate de tomar aire pero se quedó estancado en mi pecho... Provocándome dolor.- Fue muy inteligente, él no dio sus datos verdaderos. Estará bien, Moody lo llevo personalmente a San Mungo junto con Dumbledore. Estarán aquí pronto- La metamorfomaga acaricio mi brazo en señal de apoyo- Tienes a unos chicos muy fuertes Nott.

-Estaba muy preocupada Tonks- Confesé sintiendo un nudo en la garganta.

-Yo también, Bill es mi mejor amigo- Menciono con una sonrisa en su rostro, sin duda alguna era de melancolía: se notaba ella también se había dado un buen susto el día de hoy.

-Yo... lo amo-

Solté en un suspiro mientras lo veía dormir, su cabeza estaba posicionada del lado izquierdo justo como cuando duerme pacíficamente por las noches a mi lado. Su cuerpo parecía estar incomodo en ese sillón, sus largos brazos apenas cabían en el pero su rostro al dormir podía compararse con el de un ángel. El color de sus mejillas y labios parecía poco a poco ir volviendo a la normalidad, casi del tono de su cabello rojo.

El sonido de una aparición me saco de mis pensamientos, el robusto cuerpo del exauror y el del director de Hogwarts tapaban a la persona que había estado esperando por mucho tiempo: Theo estaba a metros de mí. Empuje a los dos hombres para poder abrazar a mi hermano pequeño, por un lado escuche bufar al hombre del ojo mágico pero nada me importo cuando sentí el rostro de Theodore hundirse en mi cuello sollozando.

Al parecer ya habíamos despertado al cuadro de la Sra. Black pero no escuchaba en ese momento, todo mí alrededor se paralizo con el reencuentro de los dos.

-Regi... Regi... pensé que...- Se separó de mí para mirarme con los ojos llenos de lágrimas, pero su mirada reflejaba algo que nunca había visto: tenía miedo en su mirada.

-Theo yo también tenía mucho miedo- Bese sus mejillas y el pelinegro solo asintió.- No te voy a dejar nunca Theo.

-Todo va a estar bien hermanita-

Después de que revisara cuidadosamente a Theo, se fue a tomar una ducha relajante a la habitación que compartía con Bill, donde aun temblando, le tendí un conjunto de ropa limpio. Mi hermano siempre había sido un chico callado, pero verlo tan silencioso me encogía el corazón: no tenía idea por lo que había pasado, tampoco sabía si alguna vez sanaría.

Baje dándole su espacio y me dirigí a cuidar a Bill, se habían turnado para verlo mientras examinaba a mi hermano pero ahora estaba dispuesta a quedarme todo el tiempo posible junto a él. Remus se retiró de la habitación dándome privacidad con el pelirrojo, me senté en el piso justo a su lado para poder observarlo y escuchar su respiración mejor.

Sus pestañas blanquecinas comenzaron moverse de arriba hacia abajo, por su garganta paso un poco de saliva y de la misma salió un leve quejido. Mis ojos se abrieron al ritmo de mi corazón emocionado al ver que Bill comenzaba poco a poco a despertar. Con una preciosa sonrisa el pelirrojo me saludo y yo no pude evitar comenzar a llorar.

-¿Qué pasa criaturita? ¿Pensaste que esto era lo último de mí?- Un susurro profundo salió de la boca de William haciéndome reír entre lágrimas.

-Eres un tonto Weasley, pensé que también te perdía- Dije mientras acariciaba su rebelde melena.

-Hace falta más que un par de mortifagos para acabarme Nott- Contesto con su voz ronca.

-En serio Bill... No vuelvas a asustarme así, yo no sé qué haría sin... Yo te...-

-Si te mueres, yo me muero contigo criaturita- Me acerque levemente a depositar un suave beso en sus labios que hizo sonreír al debilitado Bill Weasley.

Bill giro para la derecha su cuerpo para entrelazar nuestras manos, nuestros ojos se conectaron de inmediato provocándome una chispa que me hizo sonreírle devuelta. Aun jugaba con su largo cabello mientras lentamente el pelirrojo comenzaba a caer de nuevo en los brazos de Morfeo.

El grito de Walburga Black mezclados con otros más hizo que ambos nos estremeciéramos.

-¡¿DONDE ESTA MI HIJO MOODY?! TENIAN LA OBLIGACION DE AVISARME A MI PRIME...- La cabellera roja flameante de la señora Weasley fue lo primero que vi cuando escuche la puerta de la sala abrirse. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero su cara era de enfado: Estaba furiosa mirándome.

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To be so lonely || Bill Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora