Incontables noches había pasado pensando en que hubiese pasado si lo hubiera conocido, que sería lo primero que haría si algún día tenía la oportunidad de conversar con él... pero eso sería cuando yo muriera, y si es que había un lugar al que nos fuéramos todos. Pero tenerlo a escasos metros de mí, parecía tan antinatural, era como si estuviera viviendo un sueño. Un escalofrío paso por mi espalda, no sabía si era por el frio o si mi instinto de banshee me estaba queriendo advertir algo.
-Veo que estas sorprendo de verme, Kreacher- La voz del hombre resonó en mis oídos, que a diferencia de la de Sirius, esta era más profunda y calmada.
El elfo camino con sus piernas flacuchas temblando hasta la salida de la cueva, temí por él pero parecía que su nerviosismo no era más que felicidad. Si bien Kreacher se había convertido en un buen compañero para mí, incluso para algunas personas más que visitaban Grimmauld Place, la vida entera de aquel elfo era nada más y nada menos que el menor de los Black. La devoción y cariño que se tenían uno al otro era casi como la que yo le tenía a Towny, incluso podría decir que un poco más, tanto que Regulus había dado su vida con tal de no hacer sufrir a su criatura al cumplir aquella tarea del Señor Tenebroso.
Kreacher llego justo alado del hombre quien sin dudarlo se agacho ante el elfo, lo tomo del hombro y lo acerco a su cuerpo dándole un gran abrazo que hizo chillar de emoción a la criatura orejona. Kreacher, después de muchos años, se estaba reuniendo con su viejo amigo Regulus Black.
Mordí el interior de mi mejilla, estaba tratando de no comenzar a sollozar por la emotiva escena, vi como la criatura le susurraba cosas al oído al hombre frente a nosotros antes de que él fijara su penetrante mirada azul en mí. Era mucho más pálido que Theo, sus ojos a pesar del cálido paisaje que teníamos enfrente brillaban de una manera que nunca antes había visto, su cabello era castaño oscuro tal como el de su hermano mayor pero no poseía los mismos rizos que el Gryffindor.
Creí que después de pensar en todo esto tanto tiempo tendría mucho que decir, pero cuando abrí la boca nada pareció salir de ahí. El hombre tomo la mano del elfo y lentamente camino hasta donde yo me encontraba. Cerré los ojos, pretendiendo que todo esto era un sueño o una alucinación, pero los tuve que abrir cuando escuché carraspear al hombre.
Se veía tal como en la foto que me regalo Sirius hace unos meses, lucía solo un poco mayor que yo. Trague saliva tratando pensar en que podría decir en este preciso momento pero nada apareció en mi cabeza. Era como si de pronto hubiera perdido la capacidad de comunicarme.
-¿Qué hiciste allá adentro, Regina?- La voz del hombre retumbo en mis oídos. La expresión corporal de su cuerpo me decía que estaba molesto, sin evitarlo abrí los ojos por la indignación.
-¿Hola?- Dije tan dudosa que se convirtió en una pregunta.
-No debiste de haberme traído, no es natural- Regulus Black decía con el ceño ligeramente fruncido.
-Tengo muchas preguntas- Con un hilo de voz respondí.
-¿Y quién no?- Contesto el hombre con una pequeña sonrisa que me enseñaba sus dientes, negó con la cabeza mientras se cruzaba de brazos.
-Lo siento-Murmuré con el entrecejo fruncido.
-Yo...-Se quedó callado- Yo soy el que lo siente, no debí reaccionar así- Regulus dijo agachando la mirada con ahora una pequeña sonrisa- Nunca pensé que así te conocería, o bueno me conocerías...
Sin duda alguna era extraña toda esta situación, incluso daba un poco de miedo, pero seguía en una especie de shock. Si bien el ritual había sido un fracaso dentro de la cueva, donde casi muero, no entendía porque todo parecía tan normal. Cualquier persona podría decir que todo esto se sentía raro, pero yo me sentía en paz: nerviosa pero en paz. Una parte de mi corazón había añorado esto, no eran la manera correcta en que se suponía que sucedería todo esto, más estaba feliz de haberlo hecho.
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To be so lonely || Bill Weasley.
FanfictionBill Weasley creció con seis hermanos, una madre encargada del hogar y un padre amoroso. Nunca le falto nadie, siempre estuvo acompañado. Regina Nott siempre se tuvo a ella y a su soledad, pero nunca se quejó. Aprendió a disfrutar de su propia com...