-No entiendo que le viste- Pansy hojeaba la revista ''Corazón de bruja'' mientras estaba tirada en mi habitación. Yo recién había salido de la duchar y aún tenía la toalla en mi cabello castaño esperando que se secara, abrí mi gran armario buscando que usar esta tarde.
-Shhhh guarda silencio, recuerda que eres la única que lo sabes- Me asegure de poner un hechizo silenciador y cerrar bien la puerta de mi habitación, la voz chillona de Parkinson podría escucharse en toda la planta alta de la casa.
-Tranquila, Towny me dijo que Theo estaba con tu padre en la Biblioteca- La mire confundida- Lo siento, te tardaste mucho en la ducha y tenía que platicar con alguien- Se encogió en hombros y solo me reí: vaya que era parlanchina mi querida amiga.
-No lo conoces Pansy, no hay nadie como el en el mundo- Tome un vestido negro con encaje que me llegaba un poco arriba de la rodilla, tenía escote pero el encaje cubría perfectamente donde mi pecho se marcaba de más. Me mire al espejo, esperaba que a Bill le gustará.
-Si como digas, lo importante aquí es que no me mencionaste que serías la prefecta este año! Te detesto por ganarme el lugar pero estoy conforme de saber que le harás la vida imposible a los Gryffindor's- Mi amiga pelinegra se puso detrás de mi y me tomo por los hombros, solo reí negando la cabeza.
-¿Quién fue el chismoso?- Deje el vestido en la cama y me tire a un lado de él, todavía tenía tiempo para arreglarme.
-Sabes que tú padre no se aguantaría en hablar de su hija favorita... si tan solo supiera a donde ira el día de hoy- Susurro en mi oído y le avente una almohada, dando inicio a una guerra de estas mismas.
Pansy me había convencido de decir que pasaría la noche en su casa para poder tener mi cita con Bill. Los señores Parkinson habían salido de la ciudad, esta era mi oportunidad de escaparme una noche con William. Además celebraríamos que ayer había sido mi cumpleaños número diecisiete. A decir verdad mi amiga pelinegra había reaccionado mejor de lo que esperaba cuando le conté que tenía ''algo'' con el hermano mayor de los Weasleys, dijo que solo guardaría el secreto porque era una ''romántica empedernida''.
Mi festejo se basó en una cena sencilla con mi familia y amigos, hasta Narcissa Malfoy se encontró presente y festeje más cuando llego sin su esposo: No había nadie en la tierra a quien detestara más que a él. También mi cumpleaños había sido la razón por la que mi padre me permitió pasar una noche de chicas en la mansión de mi amiga pelinegra, sin duda alguna tener 17 me hacía tener un.. poco más de libertad.
-¿Qué tal me veo?- Le pregunté a mi amiga y ella alzo los dos pulgares aprobando mí vestido, peinado y maquillaje para mi cita: Había dejado mí cabello lacio al natural al igual que mi maquillaje.
-Seguramente te llevará con su madre a esa pocilga donde viven, no sé ni para que te duchaste Regina- Pansy seguía tan concentrada en su revista que ni siquiera pudo ver la mirada amenazante que le lance hasta que le avente una almohada- Está bien, ya no le diré nada a él o sus padres: pero todavía lo haré de sus hermanos que también me hacen la vida imposible- Le rodé los ojos pero sabía que tenía razón, los hermanos Weasley siempre habían sido más hostiles con los Slytherin's que nosotros con ellos.
Me despedí de Theo y mi padre, nos dirigimos a casa de Pansy pero de ahí yo partiría al Callejón Diagon ya que vería a Bill justo en el mismo sitio donde nos habíamos besado semanas atrás. Partí rumbo al callejón a las 7 en punto, tenía el estómago lleno de mariposas y una sonrisa en el rostro.
Llegando logre visualizar la melena pelirroja de William y corrí a abrazarlo, cada vez empezaba a necesitar estar más cerca de él. Me cargo dándome vueltas en el aire y solté una carcajada, lo que más disfrutaba de estar con él era que me hacía sentir libre.
Toda la vida he sentido que debo encajar en un molde perfecto de una mujer de alta sociedad y linaje puro, pero desde que conocí al valiente y rebelde pelirrojo sentía que esa única opción quedaba en el olvido. No sabía si esto iba a ser un simple romance de adolescente, pero estaba segura que Bill me estaba ayudando a ser quien yo quería ser: con él nunca tenía que fingir.
No pregunté a dónde íbamos, pero aparecimos en un callejón en el Londres muggle. Entramos a un local donde habían pocas personas, parecía tener un tipo de muñeco afuera con un traje blanco que luego me explico mi querido... acompañante que era un traje de chef.
-Creo que no olvidaste nuestra conversación- Puse una servilleta en mi regazo y le di un sorbo a un vino tinto que había pedido Bill para los dos.
-¿Dónde hablabas de lo fascinante que son los muggles? Pff ni lo recordaba- Rio bebiendo y yo solo negué con la cabeza- En realidad, siempre me han llamado la atención también... no tanto como a mi padre pero considero que son interesantes.
-Me pregunto cómo se las ingeniaran sin magia- Pregunte observando todo mi alrededor.
-Y sin una fortuna como la tuya, no?- A pesar de que me lo dijo en tono de burla, no me gustó mucho su broma por lo que solo le avente un pedazo de pan que había en la mesa- ¡Oyeeeeee! Lo siento Nott, solo bromeaba pero fue de mal gusto- Asentí y me beso la mejilla.
Terminamos de cenar una deliciosa... lasganas? y salimos a caminar por el Londres muggle que nos cautivaba con todas sus luces y colores, me la pase riendo cada dos minutos de todas las tonterías que decía Bill: supongo que eso de ser gracioso viene de familia.
Para finalizar la noche aparecimos en un lugar al que nunca había ido, todo se veía un poco oscuro pero gracias a la luz de la luna y unas luciérnagas que había en el lugar pude visualizar una manta puesta tal como había sido nuestra primera cita. El pasto era lo suficientemente alto como para tapar a alguien, pero apenas llegamos y Bill comenzó a proteger todo a nuestro alrededor.
-Reg... Bienvenida a la madriguera- Me gire y al fin note como delante de mí aparecía una larga casa de forma vertical. Tenía cinco chimeneas al final y sentía que con el puro suspiro del viento caería, pero los que realmente llamaba mí atención es como estaba de pie siendo tan desproporcional: sin duda alguna la casa era mágica.- Sé que es raro que te traiga a mi casa en nuestra... mmm... Segunda cita, además no se compara con tu hogar pero...-lo interrumpí de golpe.
-Bill... tú casa es asombrosa- Mis ojos brillaban al ver a tan majestuosa y a la vez curiosa casa.
-Te quise traer, aquí se ven las estrellas mucho mejor que en Hogwarts-
-Pero Bill... ¿Tus hermanos que pensaran de mí? ¡Peor! ¡Tus padres!- Le susurré con un poco de terror en mi voz, la idea de ser juzgada por una familia en la que estaba siendo una de las mejores noches de mi vida me aterraba.
-Hey mis padres jamás te dirían nada Regina, no tienes nada de malo- Bill ya estaba frente a mi peinando los mechones rebeldes que salían de mi ''peinado'' que horas atrás se había caído por la aparición en Londres Muggle- Pero tranquila, no hay nadie: están pasando unos días con... Unos tíos- Me sonrió y le di un pequeño beso en los labios.
Sin que él me lo dijera, camine en dirección hacia la pequeña gran casa.
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HOLAAAAAA! Oigan cada vez me emociono más por ver que están leyendo esta historia jajaja, en serio me hacen el día cada vez que entro y veo que votaron o hay ''nuevas lectoras'' :).
A decir verdad he tenido unos días un poco... pesados (no es el mejor inicio de año, lo acepto) pero estoy muy contenta de que pasen por aquí, Tal vez más tarde les ponga más capítulos.
Y también quería informarles que pronto tendremos un capitulo... MUUUUUUY INTERESANTE (1313) (¿ACASO ESO SE SIGUE USANDO?)... así que como diría Barney Stinson de HIMYM: ¡WAIT FOR IT!
¡Gracias!
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To be so lonely || Bill Weasley.
FanfictionBill Weasley creció con seis hermanos, una madre encargada del hogar y un padre amoroso. Nunca le falto nadie, siempre estuvo acompañado. Regina Nott siempre se tuvo a ella y a su soledad, pero nunca se quejó. Aprendió a disfrutar de su propia com...