To be so lonely || Bill Weasley.

WEREWOLF.

Me encontraba débil, tan débil como cuando canalizaba mi magia con mi energía: pero ahora lo sentía también en el alma. Estaba afuera de la enfermería en Hogwarts, esperando que Madame Pompfrey me dijera como era el estado de Bill. Si bien Greyback no estaba convertido en el momento del ataque, no sabíamos que tan contaminada estaría su herida. Suspire aguantando las lágrimas, no había forma alguna de que pudiera perder a Bill: si él no estaba, yo ya no podría.

El saldo de bajas en la Batalla de la Torre de Astronomía habían sido de tres piezas fundamentales para la Orden: Dumbledore, Sirius y Amelia. Harry le alcanzo a contar a Ginny que Snape había matado al director de Hogwarts, mentiría si dijera que todos nos habíamos impactado con la noticia: nadie confiaba en Severus, y hoy demostraba porque estaban en lo correcto. Si bien sentía que algo raro pasaba con Snape, nunca pensé que fuera capaz de semejante atrocidad contra el único hombre que confiaba en él.

Amelia había ayudado a Hermione y Ginny a buscar a Snape, pero la última fue interceptada por los Carrow: ninguno de la Orden la daba por viva, por el sadismo de los hermanos, sin embargo no había rastro del cuerpo de la rubia por el lugar. Todavía había una esperanza, al menos eso esperaba.

-Ya pueden pasar- Madame Pompfrey aviso, me levante rápidamente del frio suelo limpiando mis lágrimas- Él está dormido, le di una poción relajante y una para el dolor.

Entre a la enfermería con Remus, Tonks, Ron y Hermione pisándome los talones. Lo primero que vi en el lugar fue la camilla donde estaba el cuerpo de Sirius con una sábana encima, mordí mi labio tratando de no seguir llorando pero era imposible, más cuando escuche como Hermione ahogaba un sollozo de dolor: todos estábamos muy afectados por la repentina muerte de Sirius. Yo no podía evitar sentirme culpable, no podía entender como no había visto venir todo esto.

La Profesora McGonagall se había apresurado a llamar a los Señores Weasley, también me aseguro que el profesor Slughorn, quien era el nuevo profesor de pociones, había ido a buscar a Theo a los dormitorios y todo se encontraba en orden. Decidí esperar para verlo, no quería que me viera en este estado, además necesitaba ver a Bill primero.

-¿Estará bien?- Pregunté, la enfermera de Hogwarts me dio una mirada de compasión: se notaba que sentía mucho la situación. Me senté en una silla junto a él, vi con más claridad su rostro lleno de una sustancia viscosa color verde, lucía tan tranquilo que temí por un momento que no estuviera con nosotros.

-No sabremos hasta la próxima luna llena querida- Poppy musito poniendo su mano en mi hombro, sentí que lo acaricio y me estremecí, mis emociones seguían a flor de piel. Tonks me miraba mientras derramaba lágrimas, ambas perdimos a Sirius esta noche y también casi perdíamos a Bill. Para ella era su mejor amigo, para mí el amor de mi vida.

Las puertas de la enfermería se abrieron, haciéndolos dar un salto: El Sr. y la Sra. Weasley estaban entrando a zancadas en la sala, la expresión de la madre de Bill era de terror puro. McGonagall llego detrás de ellos, tratando de disculparse por todo pero ellos la ignoraban. Molly se acercó con cautela al otro extremo de Bill, se inclinó sobre su hijo y presiono sus labios sobre su ensangrentada frente mientras murmuraba Oh Bill, Bill.

-Eso no quise decir... ¿El vivirá?- Continué con la voz temblorosa, mis lágrimas se me escaparon pero no tenía caso que las limpiara: todos los presentes sentían y entendían mi dolor. Con mis dedos acaricie su pálida mano, no quería apartarme ni un poco de él.

-Bill esta fuera de peligro- Contesto la enfermera, sentí como si el aire me llegara de nuevo a los pulmones- Pero lamento decirles que no hay cura para las mordidas de hombre lobo, no hay nada más que pueda hacer...

-Pero él no fue mordido en luna llena – dijo Ron, quien estaba mirando fijamente la cara de su hermano, como si pudiera, de alguna manera, forzarlo a curarse solo mirándolo fijamente– Greyback no se había transformado, ¿así que seguramente Bill no será un-un verdadero...?- Miró a Lupin con aire vacilante.

-No, no creo que Bill vaya a ser un verdadero hombre lobo – dijo Lupin – pero eso no significa que no habrá alguna contaminación. Esas son heridas malditas. Es improbable que se curen completamente, y... Bill puede tener algunas características de lobo de ahora en adelante.

La Sra. Weasley solo tenía ojos para su hijo mayor, empezó a sollozar, las lágrimas caían sobre la cara mutilada de William. Escuchaba como todos seguían hablando pero mi mente solo estaba enfocada en el pelirrojo que tenía frente a mí, Bill no dejaba de demostrarnos cada día lo valiente que era. Yo había visto toda la escena antes del ataque, como Greyback trato de herirme y a Tonks, sabía que el acto de Bill era heroico y estaba orgullosa de él. Todo el tiempo me han dicho que tengo el corazón de mi madre, que siempre veía por la gente que quería sin embargo sabía que yo había conocido esa clase de amor gracias a William, él siempre sacaba lo mejor de mí. Él siempre estaba tratando de cuidar a su familia.

-Por supuesto, no importa cómo se vea...no es r-realmente importante...pero era un muchacho muy guapo...siempre tan guapo...- decía Molly mientras reaplicaba el ungüento viscoso que había tomado de la mesa junto a ella.

-No me importaría pasar el resto de mi vida con un hombre lobo, si eso significa que estaré con él- Susurré tomando su fría mano, la bese apreciando el milagro que era el tenerlo con vida- Lo único que demuestran esas cicatrices es la gran valentía de mi Billy...

Escuché como la Sra. Weasley soltaba un gemido en medio de su llanto, de reojo vi cómo se levantaba de la silla. Me sobresalte cuando sentí como me envolvía entre sus brazos, escuche su lloriqueo cerca de mi oído y no pude evitar derramar algunas lágrimas. Se separó tomando mi rostro entre sus manos y beso mi frente.

-Tómalo- Puso el frasco del ungüento en mi mano- Sé que puedes cuidar de él, hija- Asentí con una diminuta sonrisa.

-¡Lo ves! – dijo una voz tensa. Tonks estaba mirando furiosa a Lupin – Ella todavía quiere estar con Bill, ¡aun cuando ha sido mordido! ¡A ella no le importa!- La metamorfomaga chillaba contra Remus.

-Es diferente – dijo Lupin, apenas moviendo los labios y pareciendo súbitamente tenso – Bill no será un hombre lobo por completo. Los casos son completamente...

-Pero a mí no me importa tampoco, ¡no me importa! – Dijo Tonks, tomando el frente de la túnica de Lupin y sacudiéndolo – te lo he dicho un millón de veces...

-Y yo te he dicho un millón de veces – dijo Lupin rehusando encontrar sus ojos, mirando hacia el piso – que soy muy viejo para ti, muy pobre....muy peligroso...

-He dicho todo el tiempo que estás tomando una postura ridícula sobre esto, Remus – dijo Arthur Weasley tomando mi hombro.

-No estoy siendo ridículo – dijo Lupin calmadamente – Tonks se merece alguien joven y completo.-

-Pero ella te quiere – dijo el Sr Weasley, con una pequeña sonrisa – y después de todo, Remus, los hombres jóvenes y completos, no necesariamente permanecen así- Por primera vez se acercó al rostro herido de su hijo, lo miro tristemente antes de besar su frente tal como lo había hecho su esposa.

-Este no....es el momento para discutirlo – dijo Lupin evitando las miradas de todos, cuando miraba alrededor distraídamente – Dumbledore está muerto.-

-Dumbledore habría estado más feliz que nadie de pensar que había un poquito más de amor en el mundo- dije suavemente mientras entrelazaba mi mano con la de Bill. 

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