No me habían dejado ser parte de la reunión nocturna que la orden había organizado, eran las 2 am y la única que se encontraba a mi lado cuidando que no saliera de la habitación de Bill era Towny. La pobre elfina se encontraba igual de devastada que yo, pero aun así estaba dispuesta a aguantar mi terrible llanto con tal de que no estuviese sola en este cuarto frio.
Tonks antes de bajar me comento que habían llamado a toda la orden: Dumbledore, Moody Kingsley, un tal Mundungus Fletcher, Lupin, Snape, Sirius, Arthur Weasley, Sorpresivamente los gemelos Weasley, y por supuesto Bill. Sabía la verdadera razón por la que estaban todos ahí, no era porque les importáramos yo o Theo pero si les importaba Bill.
Suspire mirando la horrorosa herida que tenía en la palma de la mano, tal vez en un futuro se podría perder con las líneas naturales de mis manos pero por el momento se encontraba lastimada y sensible. No podía evitar pensar que todo lo que le estaba ocurriendo a mi hermanito solo era por lo que mi verdadero padre le había hecho al asqueroso de Voldemort, un padre que ni siquiera sabía quién mierda era: por ese hombre ahora la única familia que tenía probablemente estaba sufriendo.
El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, solo musité un ligero ''adelante'' antes de ver la figura tenebrosa del jefe de mi casa de Hogwarts. De todas las personas que pensé que se acercarían a buscarme, jamás pensé en ver a Snape.
-Señorita Nott, lamento lo que sucedió hoy con su hermano...- La voz fría del maestro de pociones podía helar la ciudad más calurosa del mundo, no sentía ni una pizca de emoción en sus palabras- Sepa que le informaré personalmente al señor Zabini, Malfoy y la señorita Parkinson de su desaparición...
-Secuestro, Profesor- Escupí con furia.
-¿Cómo se hizo esa herida?- Fijo su mirada en mi mano derecha que tenía un poco de sangre seca.
-Lo hice yo misma, yo...- No había pensado en una excusa coherente para esta herida y antes de que pudiera ingeniármelas con una, el profesor de pociones me interrumpió.
-¿Utilizo su sangre? ¿Para qué propósito?- Preguntó alzando una ceja.
-Lamento decirle que no es de su incumbencia, así que por favor le pido que me deje descansar-
-La única magia que hace esas... barbaridades es la oscura- La voz fría de Snape resonaba en mi mente.
-Me imagino que usted debe de estar familiarizado- Solté sin pensarlo, me arrepentí por un momento pero mantuve mi cara de molestia.
-Es una lastima lo que sucedió el día de hoy, me retiró Señorita Nott... Buenas noches- Contesto Snape antes de salir de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.
Siempre había sentido que podía confiar en Snape: nunca me trato mal, siempre me dio mi lugar como la mejor en su clase, incluso fui la prefecta de su casa. Pero últimamente había dejado de lado la palabra que le había dado a mi papá antes de que lo encarcelaran, Snape le dijo que podíamos encontrar apoyo y seguridad en él: Eso sí que era una barbaridad. Una parte de mi estaba tratando de buscar culpables para todo esto, y quería culpar a Snape.
A los pocos minutos Bill entró a la habitación con una charola con un poco de comida: huevos, tocino, tarta de manzana y un té caliente. Aunque no quisiera comer, mi estómago me engaño provocando un sonido que me exigía un poco de comida para poder sobrevivir.
-¿Ya se fueron?- Pregunté dándole un sorbo a mi té de hierbabuena.
-Sí, mañana volverán en la noche para ver qué novedades hay. Pedí unos días en Gringotts... No te quiero dejar sola- Me miraba preocupado desde la otra esquina de la cama.
Normalmente me hubiera ofendido, incluso le hubiera pedido que se fuera: me molestaba cuando me hacían sentir débil. Pero con Bill nunca tenía que fingir nada, él conocía cada expresión de mi rostro: Él sabía que yo estaba muy lejos de estar bien.
-¿Puedo preguntar... que sucedió?- Se acercó sentándose justo a mi lado, tome mi varita para desaparecer los restos de la cena que había dejado para acomodarme mejor a si lado. Recargue mi cuerpo sobre su pecho, en esa posición alcanzaba a escuchar sus latidos traspasar esa camisa de cuadros que resaltaba el color rojo de su cabello.
-El día que fui a Gringotts encontré algo, algo que me acerca a la verdad- Hice un gesto con los dedos al decir la última palabra- Pero no lo abrí hasta hoy: encontré una foto, un diario y un guardapelo. Ah pero tuve que poner mi sangre para que se abriera el baúl- Los ojos azules del pelirrojo se abrieron expresando sorpresa, solo hice una mueca por su gesto- Nadie sabía de esto, ni Theo... lo supo.
-Reg... No hables como si él...- Bill negó lentamente.
-En fin- Lo interrumpí antes de limpiar las lágrimas que comenzaban a juntarse en mis ojos- Justo cuando encontré el guardapelo, vi por mi ventana que varios hombres intentaban entrar a la mansión con túnicas negras y máscaras de plata... También estaba un hombre pero no parecía humano.
-¿Es decir... un hombre lobo?- Bill me interrumpió de inmediato
-No lo sé Bill, jamás he visto uno- Puse mis manos en la cara tratando de relajarme, pero comenzaba a sollozar en silencio.
-Probablemente era Greyback, él trabaja con Ya-Sabes-Quien- y él... Convirtió a Lupin hace muchos años- Bill dijo con cierto tono de desagrado en la voz mientras acariciaba mi hombro.
-Yo no lo sabía, solo... Quise salir huyendo de ahí-
-Hiciste lo correcto Regi, tú tranquila: encontraremos a Theodore- Beso mi frente mientras yo seguía pensando en la imagen de mi hermano justo antes de que se fuera.
-Bill yo me muero sin él- Dije con honestidad, sin Theodore no era absolutamente nada.
-Y yo me muero sin ti, criaturita-
-Bill... creo que encontré la inicial de mi papá- Tome mi bolso color negro, adentre mi brazo a la profundidad del mismo tratando de alcanzar la ligera caja oscura.
Tome la caja para mostrarle el grabado de la misma mientras ubicaba las firmas de los textos dirigidos a mi madre, aparte la imagen hacia un lado para enfocarnos en las iniciales: necesitaba que Bill encontrará el mismo patrón y no fuese producto de mi imaginación.
-¿R.A?- Bill susurró con curiosidad- Tal vez en Hogwarts podríamos encontrar registros de las personas de esa generación...
-Es definitivo que no volveré a Hogwarts este año Bill- Suspire con melancolía- No con todo esto ocurriendo.
-Tal vez yo pueda volver como maestro...- Se encogió en hombros dudoso.
-¿En serio?- Pregunte con una chispa de esperanza en la voz.
-Solo si es necesario Regin- El pelirrojo lentamente tomo mis manos.
-No confió en nadie más Bill, es decir no quiero pedirle ayuda a Dumbledore o Snape...- Trataba de decir pero fui interrumpida por Bill.
-Tranquila, lo descubriremos sino tomaré un puesto extra en Hogwarts-
-No quiero que sea necesario Bill, no quiero estar lejos de ti- Confesé.
-No lo vas a estar, ningún día más-
Bill me tomo entre sus brazos acariciando mi espalda con su pequeña barba pelirroja, sentí que habían pasado varios años sin estar tan cerca de mi Bill: cada vez era más necesario tener su tacto sobre mi cuerpo. William Arthur Weasley me hacía sentir viva y en este momento era lo que más necesitaba: debía evitar ser seducida por la muerte y la oscuridad, debía aferrarme a este tipo de cosas que me daban vida.
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To be so lonely || Bill Weasley.
FanfictionBill Weasley creció con seis hermanos, una madre encargada del hogar y un padre amoroso. Nunca le falto nadie, siempre estuvo acompañado. Regina Nott siempre se tuvo a ella y a su soledad, pero nunca se quejó. Aprendió a disfrutar de su propia com...