To be so lonely || Bill Weasley.

GHOST.

-¿Estas segura?- Bill preguntaba inseguro- Anoche no dormiste bien, te sentí cuando te despertaste en la madrugada: tuviste una pesadilla. Además no utilizaste tu varita cuando tú y Remus...

-Tengo que hacerlo William- Abroche las agujetas de mis botas- No hay nadie más para hacerlo.

La Orden del Phoenix había sufrido muchas bajas los últimos meses, a este punto solo quedábamos ''disponibles'' para misiones Theo y yo. Éramos la última oportunidad de encontrar y rescatar a Amelia.

-Remus no menciono mucho pero ese lugar es prácticamente de carroñeros-

-Lo sé- Bese su mejilla- Podemos contra ellos, confía en mí.

-Lo siento pero no puedo evitar preocuparme-

-Volveremos pronto- Bese sus labios, enredando mis dedos en su cabello- No te vas a deshacer de nosotros tan fácil, Weasley.

Theo salió de la pequeña casa comiendo una tostada con jalea: solo lo mire con reproche y Bill rio por mi expresión. El pelinegro se encogió en hombros.

-Lo siento, quería tener mi último desayuno en caso de que no...-Bromeo pero se quedó callado al sentir mi mirada penetrante- ¿No es un buen momento para un chiste, cierto?.

Negué y me dirigí al pelirrojo.

-Volveremos mañana temprano, si encontramos algo más por la noche te envió un patronus- Bese rápido sus labios- No te preocupes cielo.

-Es imposible- Dijo Bill rascándose la nuca- Solo tengan cuidado, daría lo que fuera por acompañarlos pero... no puedo levantar sospechas con los duendes.

Me aleje de él, Theo entendió mi mirada acercándose hacia. Levante la mano despidiéndome del pelirrojo que me sonrió incómodo con las manos en sus bolsillos, no estaba de acuerdo con que Theo y yo nos fuéramos pero no había nada que pudiera hacer para cambiar nuestra opinión. Tome la mano de Theo, antes de que la sensación que provocaba una aparición apareciera por todo mi cuerpo.

●

Llevábamos caminando alrededor del lugar alrededor de dos horas, por suerte había llevado conmigo el reloj que me obsequio Bill en mi cumpleaños. Era de plata delgado y sencillo, pero tenía sus iniciales junto con las mías grabadas en la parte de atrás. El sonido de algo aproximándose me hizo girar a la defensiva, pero solo era una liebre que andaba por el lugar.

-Creo que deberíamos ir por aquella vereda- Theo musito mirando su brújula- Para allá era la Mansión Malfoy, lo más prob..

-No- Susurré- ¿Escuchas eso?-

Justo detrás de mí escuchaba un sonido muy peculiar: era como un zumbido, sin embargo había algo más dentro de él. Me tape un oído, aclarando mis ideas, pero seguía escuchando el mismo ruido.

-¿De qué hablas?- Theo me miro confundido- Solo escucho a esa estúpida liebre

-No Theon, pon atención- Levante el dedo callándolo, pero el sonido se había callado. Poniendo mi mente en blanco alce las manos, tratando de sentir algo en mi interior y por suerte lo logré. Sentía algo que me atraía, algo me decía que debía estar en otro lugar.

Gire hacia la derecha, caminando en contra al camino que se suponía que debíamos seguir, escuchando las pisadas fuertes de Theo detrás de mí. Podía escuchar el sonido de una gotera y susurros a mi lado, pero solo estaba yo en el lugar pisando las hojas secas de Septiembre.

-¿A dónde demonios vas, Regina?- Theo decía- No sabemos don...

A metros de nosotros se encontraba un lugar que parecía ser una casa abandonada, el lugar era enorme y las paredes lucían como si se hubieran quemado. Mi vista se centró en todas las ventanas que tenía la casa, la fachada decía que el lugar era muy antiguo. Sin dudarlo me acerque, a diferencia de mi hermano que se quedó unos metros atrás.