BROTHER.

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Lo único que pude hacer antes de que la bruja pelirroja comenzará a gritarme fue alejarme de la habitación pero lo que más me dolía era no estar junto a Bill. Detrás de ella se encontraba el Sr. Weasley tratando de calmar a su furiosa mujer, que parecía que en cualquier momento comenzaría a lanzar fuego por la boca, pero no lograba que dejará de reclamarle a todos a su alrededor por ocultarle que su hijo había sido herido en una misión.

Subí hasta mi habitación compartida con Bill encontrándome a Theo sentado mirando hacia el piso, se estremeció cuando escucho la puerta abrirse pero suspiro cuando me vio.

-Siéntate- Señalo a su lado y asentí caminando hasta su lado- No puedo creer que... este aquí.

-Ni yo Theon, pensé que nunca volverías- Mi voz se cortó y el solo me abrazo con una tierna sonrisa en su rostro, cada vez que Theo sonreía sus ojos parecían desaparecer.

-Me parece irreal todo lo que pase Regina, pensé que nunca saldría de ese.. calabozo- Dijo Theo mientras lo veía estremecerse.

-¿Cómo sobreviviste?- Pregunté en voz baja.

-Sabía que no me dejarías ahí- Contesto provocando que mi corazón se encogiera.

-Yo debí de haber ido por ti... no...-Trate de decir pero fui interrumpida por el pelinegro.

-Bill- Con una leve sonrisa dijo Theo -Shh... Calla hermanita, no tienes nada que decirme.

-Nunca fui honesta y...- Lo tome de las manos.

-¿Cómo está?-

-Estará bien, solo... Tuvo un corte muy profundo en su pierna-

-Un mortifago le lanzo un extraño hechizo, era sectu... algo: no pude prestar mucha atención-Se disculpo agachando la mirada, lo tome de las manos mirándolo con orgullo. 

-Tonks me dijo que fuiste muy valiente, que no dijiste quien eras-

-No quería involucrarte en eso, pensaron que era un mago más y yo solo acepte. Nunca debí ir por esa estúpida varita-Negó aún con esa leve sonrisa en el rostro.

-No fue tu culpa Theon, tal vez si yo hub...-Me interrumpió inmediatamente.  

-No estaríamos aquí Regina-

Mire su perfil: su piel era mucho más pálida que de costumbre, tenía unas ojeras oscuras muy marcadas justo debajo de sus ojos además sus mejillas lucían más delgadas que nunca. El brillo de sus ojos estaba apagado, ahora solo lo acompañaba una pizca de tristeza y algo más.

Acaricie su cabello color negro y lo atraje a mi hombro deseando que él se pudiera desahogar, deseando poder hacerlo del tamaño de una snitch y cargarlo en mi bolso siempre: hacerlo pequeñito para tenerlo a mi lado por siempre. Frente a mi tenía a un chico de dieciséis años pero dentro de mi sabía que solo era un niño perdido y dolido.

Los sollozos del pequeño de los Nott resonaban en la habitación donde había puesto un hechizo silenciador, habíamos perdido la noción hasta que comenzaron a tocar la puerta. Me levante dejando a mi hermano recostado en la cama y me encontré a Dumbledore pidiéndome permiso para hablar con los dos.

-Theodore, Regina espero que... Estén más tranquilos dado los eventos de esta tarde- La voz pacifica del Director de Hogwarts resonaba en la habitación.

-¿Qué necesita profesor?- Pregunté de manera hostil.

-Necesito que firmes la autorización para enviar a Theo a Hogwarts-El hombre saco un pergamino de su túnica.

-No- Dije con firmeza.

-Regi...- Theo susurró detrás de mí.

-No Theo, no volverás ahí- Me gire a verlo, se veía cansado y enfermo: no permitirá que regresara a ese lugar.

-Sé que estarás preocupada Regina pero en Hogwarts...- Dumbledore trato de decir.

-No confió en nadie ahí- Confesé.

-Regina yo creo que lo mej...- Trataba de decir Theo pero lo interrumpí al instante.

-No Theo, yo te voy a cuidar-

-Srita. Nott yo creo que debería de...- El viejo mago ladeaba su cabeza tratando de parecer paciente pero no quería ceder.

-No profesor Albus, discúlpeme pero usted no tiene...-

-TÚ NO ERES MAMA REGINA, DETENTE- La voz firme y fuerte de Theodore me hizo girar sorprendida a verlo, solo quedaban restos de sus lágrimas secas- Regi... Yo... Te amo pero no puedo hacer eso, yo tengo que seguir y yo...

-Está bien Theo, si eso es lo que quieres... Estoy de acuerdo- Trague saliva obligándome a forzar una sonrisa- No... Hicimos la lista de útiles, buscare en esta casa algo que te pueda servir. Con permiso.

Subí hacia el tercer piso a refugiarme en una vieja biblioteca, había pasado por ahí muchas veces, según para desahogarme y llorar hasta secarme pero a estas horas del día ya no quedaba alguna lagrima en mi cuerpo.

Respire profundamente tratando de relajarme pero era imposible, la tensión en mis cervicales solo iba en aumento. Comencé a rebuscar entre los viejos libros alguno que le pudiera servir a Theo aunque no era estrictamente necesario, usualmente había libros de más en Hogwarts para los despistados que se les olvidara uno que otro. Solo había encontrado un libro de la lista que había memorizado meses atrás, Enfrentarse a lo indefinible era el último ejemplar del librero, pero unas manos lo alcanzaron sin problema.

Severus Snape era uno de los maestros más altos de Hogwarts, era una de sus características más peculiares tanto como nariz grande y cabello grasiento. Fruncí el ceño por encontrarlo en mi ''lugar secreto'' pero antes de que me pudiera quejar el hombre me interrumpió.

-Sé que ahora mismo no soy de su agrado Señorita Nott- Snape levanto una ceja y aclaro su voz autoritaria- Pero sepa que haré todo por cuidar a su hermano. Su madre era una excelente estudiante, hechicera y amiga, Calliope siempre veía lo mejor en las personas y por eso cuidaba tanto de ellas- Me miro de arriba abajo- Sé parece un poco a ella. 

Sentía el corazón latir fuertemente, mi único modo de defensa fue fruncir el ceño pero las palabras del tenebroso jefe de mi casa me hicieron un nudo en la garganta y otro en el estómago.

-Sé que su padre le dijo que yo le daría la información que necesitaba, pero eso usted lo tiene que encontrar por si sola. Tal vez un poco de lectura... le pueda servir- Fijo su mirada en el libro que estaba en mis manos antes de marcharse de la fría biblioteca.

Ni lenta ni perezosa abrí el gastado libro, pero fue justo en la primera hoja donde me encontré nuevamente con esas letras que parecían seguirme: R.A.B.

Regrese a mi habitación que se encontraba en total calma y paz, casi como si el día de hoy jamás hubiera existido. No había rastro de mi hermano, del director de Hogwarts o de Bill. Sentí una punzada en el estómago recordando al pelirrojo entrando a Grimmauld Place en agonía, pero deseche ese pensamiento moviendo la cabeza para los lados.

Tome el pequeño baúl que había estado escondiendo todo este tiempo debajo de la cama y saque todo lo que había dentro de él: La foto, el diario, el sonajero y el guardapelo. Me adentre al cuarto de los padres de Sirius donde deje en el piso aquel anillo, estaba en la misma posición donde había quedado después de este día de locos.

Lo tome entre mis dedos acariciando el grabado y solté un suspiro, me senté en el borde de la cama con la foto en mi regazo confirmando que se trataba del mismo anillo.

-¿Qué haces con el anillo de Regulus, Regina?- La voz de Sirius Black me saco de mis pensamientos.

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To be so lonely || Bill Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora