To be so lonely || Bill Weasley.

PROFESSOR.

-¿Iras con nosotros Regina?- Blaise me dio un codazo y suspire saliendo de mis pensamientos, nos encontrábamos en la mesa de Slytherin a la hora de la cena. Mis amigos habían estado hablando muy animadamente pero mis pensamientos estaban en otro lado.

-Perdón chicos pero no los alcance a escuchar- Mire a cada uno de los presentes en la conversación antes de seguir jugando con la comida de mi plato.

-Que si te unes mañana a nosotros en la salida a Hogsmade, hermanita- Theo me abrazo por los hombros y Pansy me miraba detenidamente, como si tratara de leer mi mente pero gracias a Merlín sabía que no tenía idea alguna de cómo usar la legeremancia.

-No creo chicos, tengo que terminar unas cosas de pociones- Me encogí en hombros pero mi hermano rodo los ojos y me soltó bufando.

-Ya ni te hemos visto Nott, ¿Acaso tiene algo que ver tu relación con Davies?- Blaise levanto las cejas y yo solo negué mientras Pansy me miraba divertida, sabía que estaba pensando pero estaba muy equivocada.

-No chicos, ustedes serán los primeros en saber cuándo me vaya a casar con él- Les saque la lengua por lo que los chicos solo rieron mientras dirigían la mirada a la mesa de Ravenclaw, por suerte no estaba Roger ahí.

Era cierto que tenía algunos trabajos atrasados de Snape, el ser prefecta me daba tiempo de entregarlos después pero no podía abusar de la ''bondad'' del jefe de mi casa y dejar todo para el último momento. Pero también otra razón por la que no quería ir a Hogsmade, es porque sabía que Bill se quedaría en el castillo.

Desde la noche en que revisamos juntos los trabajos, habíamos estado tratándonos lo más cordial posible. Claro está que en las aulas y frente a todos en Hogwarts era una relación normal de Profesor-Alumna, pero cuando coincidíamos en otro lado tratábamos de ser tan amigos como siempre, excepto que nosotros dos jamás habíamos sido amigos.

Aún no entendía por qué tanto misterio con Weasley, pero a estas alturas ya no me importaba: solo con estar un momento con él me hacía sentir bien. Iba contra a mí como también contra todos mis principios pero confiaba total y ciegamente en él.

●

El sábado desperté más tarde que de lo costumbre, fue tan tarde que me perdí el desayuno y baje a la hora de la comida al gran comedor. Prácticamente el castillo se encontraba solo, los únicos que estaban eran varios maestros en sus sillas regulares y uno que otro alumno dispersado en las mesas. Me toco comer junto con Millicent Bulstrode, pero me excuse diciendo que tenía que ir a la biblioteca.

Termine pasadas las siete de noche con todas mis tareas pendientes, pero aún no quería regresar a la sala común. Mis amigos siempre buscaban la manera de llegar más tarde al castillo que los demás y sabía que hoy no sería la excepción.

Camine rumbo al aula de Aritmancia, esperaba encontrar a Bill ahí: Me sentí aliviada de no toparme a Filtch en todo el camino,  llegar sana y salva hasta allá.

-Adelante- Se escuchó detrás de la gran puerta la voz del hombre de mis sueños, me recargue en el marco de esta y sonreí.

-¿Necesita ayuda?- Bill reconoció mi voz al instante regalándome una sonrisa llena de sorpresa.

-¡Señorita Nott! Es una sorpresa tenerla por aquí- Me adentre a la habitación cerrando la puerta, Bill movió con magia una silla poniéndola a su lado.

-¿Aún sigues revisando?- Pregunté sentándome a su lado levantando una ceja.

-Son los de los de tercero, no sabía que a los chicos les interesara tanto la Aritmacia- Con una sonrisa Bill me contesto. 

-Vas a tener competencia como rompedor de maldiciones Weasley- Tome unos pergaminos y comencé a revisarlos, sentí la mirada de Bill pero sabía que tenía prisa por terminar de revisar todo esto.

Umbridge cada vez se ponía peor, la semana pasada había despedido a la profesora Trewlaney pero Dumbledore intervino para que no la corrieran del castillo. Algo me decía que pronto podría sustituir a Dumbledore y esto haría que Bill terminará como la profesora de Adivinanza. Es por esto que William ahora más que nunca se encontraba presionado por caerle bien, o al menos no disgustarle tanto a la cara de sapo.

-¿Por qué me ayudas tanto?- Bill soltó de repente pero sin dejar de calificar los pergaminos.

-¿No puedo hacerlo?- Pregunté riendo pero como tomaba mi mano obligándome a voltear a verlo, suspire antes de responder- Me preocupa lo que te pueda hacer Umbridge.

-¿Crees que me termine corriendo?- Asentí en silencio- No te preocupes por mi Regi, mi trabajo aquí no me interesa mucho

-¿Entonces porque estás aquí Bill? Sé honesto por favor-

-Dumbledore me lo pidió como favor, ya te lo había dicho- Se encogió en hombros. 

-¿Solo es eso?- Escuche como Bill trago saliva y dejo su pluma a un lado

-Quiero decir Dumbledore me encargo hacer algo aquí, una ''misión'' que te diré cuando tenga autorización de hacerlo y aprovechando... pues me gusta aquí más cuando estoy contigo- Lo último lo dijo con las mejillas casi del color de su cabello- ¿y tú porque estás aquí Regina?

-Pues aquí estudio- Aparte rápidamente mi mirada pero escuche su sonora carcajada

-Me refiero aquí ahora mismo...-Lentamente poso su mano en la mía evitando que pudiera seguir escribiendo en el pergamino que revisaba.

-A mí también me gusta estar contigo Bill-

Soñaba con volver a sentir esos labios carnosos sobre los míos, parecía que hubiera sido ayer la última vez que probé esa boca con sabor a hierbabuena. Bill tomo mi cara para profundizar el beso y sentí como ambos sonreíamos a mitad de este.

Aún con la respiración entrecortada, Bill susurro frente a mi rostro

-No tienes idea de lo mucho que extrañaba tus besos-

Capture rápidamente su labio inferior haciendo que nuestras lenguas comenzaran una guerra, Bill en un ágil movimiento hizo que me levantará de la silla y me sentó sobre su regazo. Ante esto tome su cabello color naranja entre los dedos, buscando que el beso fuera aún más profundo. Él comenzó a acariciar mi espalda haciendo círculos con la yema de sus dedos y yo aún me refugiaba en sus dulces labios, hasta que escuchamos como tocaban la puerta.

Como pude me escondí justo debajo de su escritorio, que por suerte estaba completamente tapado.

-Pa..Pasen- Vi como Bill se trataba de acomodar su cabello y suspiraba de alivio al ver a Snape en la puerta

-Buenas noches, el profesor Dumbledore solo me pidió que le avisará que quiere verlo en su despacho mañana por la mañana- La voz gruesa como pausada de Snape me hizo estremecer, no podía pensar en que hubiera ocurrido si no hubiera tocado la puerta

-Claro, gracias Profesor- Bill trago saliva y escuché como se cerraba la puerta, el pelirrojo me hizo una señal de silencio e hizo un hechizo silenciador para el aula.- Estuvo cerca.

Salí de debajo del escrito y antes de que pudiera decir algo, con magia puse los pergaminos separados en los pupitres vacíos. Acerque al pelirrojo a mí besándolo con desesperación y el cargo mi cuerpo subiéndome al escritorio, por lo que me aferre a sus caderas con mis piernas. Fue dejando sus besos alrededor de mi cuello haciendo que gimiera en su oído, tomo mi cara entre sus manos y pego su frente con la mía.

-No puedo creer que estés aquí Reg- 

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Awwwwwwwwww quiero mucho al Billy jajajaja, tambien la Reg que es media cursi cuando se lo propone.