WAKING UP.

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-Tuvimos mucha suerte, si Harry no nos hubiera dado ese Felix Felicis... No sé qué hubiera sido de nosotros- Ginny decía a mi lado, todos seguíamos conmocionados por la noche pasada. Casi me arrastran hasta las cocinas para que desayunara algo pero amablemente la pelirroja me había traído comida hasta la enfermería, entendía que no me quería separar de su hermano mayor.

-¿Cómo esta Neville?- Pregunté bebiendo el último sorbo de mi té.

-Bien, Madame Pompfrey lo envió a descansar al dormitorio- Contesto la Gryffindor- Ya sabes por... Todo lo que...

Suspire mirando de lejos el cuerpo de Sirius, estaba a unas cinco camillas al fondo, se encontraba con una sábana encima. No tenía más lágrimas que derramar, pero mi corazón se encontraba fragmentado: como si Canuto se hubiera ido con un pedazo de mí. Tenía un sentimiento, tan peculiar, de que este dolor sería para siempre.

Le había pedido permiso a Harry de hacer un pequeño funeral y enterrarlo junto a sus padres, el castaño acepto y me agradeció por tomarlo en cuenta. Potter no se encontraba bien, en menos de 24 horas se habían ido las únicas figuras paternas que tenía, además ambos perdieron la vida tratando de proteger a los suyos. Remus se estaba encargando de todos los trámites para que se llevaran el cuerpo justo después del funeral de Dumbledore, que se celebraría aquí.

-Regina... está despertando- El susurro de Ginny me saco de mi trance.

Dirigí mi vista hacia Bill, que aún se encontraba reposando en la incómoda camilla, tenía un vendaje que le cubría la mitad del rostro. Un gruñido salió de su boca cuando trato de enderezarse, seguramente sentía muy adolorido, se apoyó en sus codos lentamente mientras yo le acomodaba las almohadas.

-Bill... ¡Por Merlín!- Ginny se tiro encima de su hermano, provocando que el pelirrojo soltara un quejido- Lo siento, lo siento, no era mi intención... Debo ir a buscar a mamá y a papá.

La pelirroja con lágrimas en los ojos salió a toda prisa del lugar, en busca de Molly y Arthur que seguían tratando de consolar a Potter en el antiguo despacho de Dumbledore. Ginny había estado muy preocupada por Bill, al igual que yo no se separó de él en toda la noche, no era novedad que él era su favorito. Antes de acercarme a él, tape mi boca tratando de contener mis sollozos: al tenerlo frente a mi sentí que una parte de mi había revivido.

-¿Dónde estoy, Reg?- Pregunto Bill mirando a su alrededor. Su voz se escuchaba ronca y profunda.

-Seguimos en Hogwarts, ¿Recuerdas lo que ocurrió?- Con cautela mi mano sobre la suya, él se aferró a mi agarre y suspiro.

-Greyback- Susurro con dolor, llevo la mano a su rostro y echo la cabeza para atrás al sentir la venda. Mordí mi labio al ver como el hombre comenzaba a derramar pocas lágrimas, era entendible por todo lo que estaba pasando.

-Lo siento Billy, tal vez si yo hubiera visto algo podría haberlo evitado- Solloce tomándolo de las manos y besándolas, el hombre me silencio.

-Nadie sabía que esto sucedería criaturita, no te culpes- Me consoló aún con dolor, una amarga sonrisa apareció en su rostro, estaba buscando animarme aún con su aflicción.- ¿Cómo están los demás?

Lleve mis manos al rostro, había pasado tanto tiempo asimilando todo lo que sucedió pero no pensé en que tendría que ser yo la que le dijera lo ocurrido a Bill. A diferencia de mí, él hombre tendría que lidiar con la tristeza de la perdida de sus compañeros sino que también con su dolor físico. Tome aire, tragándome mis lágrimas, y me anime a hablar.

-Bill..-Con preocupación me miro- Perdimos a Dumbledore- El pelirrojo frunció el ceño- Y a Amelia.. y a Sirius- Me desmorone encima de él, admitiendo por primera vez que había perdido a mi tío.

To be so lonely || Bill Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora