To be so lonely || Bill Weasley.

Extra; HAPPINESS.

Un sonido agudo llego hasta mis oídos, abrí los ojos y para mi sorpresa no estaba el cielo azul que esperaba. El techo del gran comedor estaba sobre mí. De reojo vi a un cuerpo caer con fuego en la túnica, era el mortifago Walden Macnair que termino a varios metros de mí.

Esto no estaba bien.

¿Por qué yo estaba aquí?

Sobresaltada despegue mi espalda de la superficie plana donde estaba, pude ver que era una camilla, estaba cerca de algunas personas que se encontraban en recuperación o con sábanas blancas sobre ellos.

-¡VAMOS REGINA! ¡O TE PERDERAS TODA LA ACCIÓN!-

Charlie Weasley grito alcanzando a Horace Slughorn, que todavía vestía su pijama esmeralda. Parecía haber vuelto a la cabeza de lo que parecían ser las familias y amigos de cada estudiante de Hogwarts que había seguido luchando junto a los tenderos y vecinos de Hogsmeade.

-¿DONDE ESTA BILL?- Grite sobre todo el ruido del lugar.

-¡PATEANDOLE EL TRASERO A GREYBACK CON GEORGE!- Respondió alejándose con el profesor de Pociones.

Con Georgie... él estaba bien, pero ¿Dónde demonios estaban los demás?

Antes de que pudiera reaccionar, los elfos domésticos de Hogwarts inundaron el vestíbulo de entrada, gritando y ondeando cuchillos de carnicero de trinchar, y a la cabeza de los mismos, con el guardapelo falso de Regulus que Harry le habia obsequiado rebotando en su pecho, estaba Kreacher, su voz de rana era audible incluso sobre este alboroto.

-¡Luchen! ¡Luchen! ¡Luchen por mi Amo, defensor de los elfos domésticos! ¡Luchen contra el Señor Tenebroso, en nombre del Valiente Regulus! ¡Luchen!-

Estaban asaltando y apuñalando los tobillos y pantorrillas de los mortifagos con su diminutas caras iluminadas de malicia, y mirara donde mirara veía mortifagos doblegados por el puro peso del número, superados por hechizos, sacándose flechas de heridas, apuñalados en las piernas por los elfos, o simplemente intentando escapar, pero tragados por la horda que se aproximaba. Esto no había acabado aún, por suerte tenía mi varita junto a mí.

Sin perder más tiempo salí en busca de los Weasleys, de lejos vi a Neville con la espada de Gryffindor. Eso significaba que habia otro horrocrux por ahí, seguramente el chico ya conocía el plan de Potter.

Del otro lado del comedor visualice a Ginny y Hermione, estaban tratando de desarmar a una peligrosa Bellatrix Lestrange. Las chicas estaban al máximo de sus posibilidades, pero la mujer las igualaba.

-PROTEGO- Apunte cubriendo a la pelirroja, una maldición asesina la golpeó tan cerca que falló y no la mató por un centímetro.

-¡YA LLEGO LA TRAIDORA!- Chilló la tenebrosa bruja- ¿Lista para que te envié con tus papis?

Esquive con facilidad sus hechizos, los rayos de verdes trataban de chocar en mi pero era como si estuviera leyendo a la bruja. Lo único que me logro desconcentrar fueron sus burlas y risas.

-¿LISTA PARA IRTE CON TU MALDITO TIO SIRIUS? ¡YO MATE A SIRIUS BLACK!- Caí al piso, habia resbalado y la bruja se inclinó hacia mí- Apuesto que habrá reunión de traidores en el infierno.

La varita de Bellatrix estaba justo entre mis dos cejas, trague saliva con temor. Hoy habia decidido sacrificar todo por mi familia, pero no estaba dispuesta a morir en manos de un ser tan despreciable como ella. Al ver que la bruja se acercaba con pequeños saltos chiflados, como si estuviera jugando con su comida, lo único que pude hacer fue estirar el pie y desear que funcionara mi ''estupenda idea''.