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Ya se había hecho costumbre mis reuniones con Bill hasta altas horas de la madrugada en el aula de Aritmancia, solía escabullirme hasta esa parte del castillo después de hacer mis rondas como prefecta.

Malfoy me daba la libertad de hacer todo el trabajo yo sola, o eso quería creer en lugar de pensar que el rubio se aprovechaba de mí, pero con tal de ver a mi maestro favorito fuera de clases unas cuantas horas me sacrificaba.

Podíamos pasar horas hablando de lo que fuera, junto a Bill todo se sentía muy natural. Había traído unas ranas de chocolate que tenía guardadas en mi baúl, mi hermano muy amable me las trajo del último viaje a Hogsmade y decidí invitarle al pelirrojo unas cuantas para disfrutar nuestra última noche juntos antes de las vacaciones de invierno.

-¿En qué piensas?- Bill me pregunto sentado a mi lado, estábamos sentados en el escritorio justo frente a un ventanal

-Nada, solo pienso... en cómo será este invierno en casa. Mi padre ha estado actuando muy extraño últimamente- Tenía mi mirada fija en la oscuridad de la noche a través del vidrio, pero pude sentir la mirada de Bill sobre mí- Desde las vacaciones pasadas estuvo saliendo mucho y regresaba... Como si estuviera enojado o preocupado.

-De seguro no es nada- Bill tomo mi mano después de decir esto pero pude distinguir inseguridad en su tono de voz.

-No Bill, algo raro está pasando con él y no sé qué es... Y yo...-Trague saliva aguantando la respiración

-¿Qué pasa Reg?- Bill preguntó tocando mi mis mejillas con las yemas de sus dedos. 

-Presiento que es algo- Alcancé a soltar con un hilo de voz.  

El sonido de unos golpes en la puerta hizo que nos estremeciéramos, antes de correr a ocultarme sentí una necesidad de besar rápidamente sus labios como si me estuviera despidiendo de él y lo hice, después me escabullí debajo del escritorio color café.

Sentí como si pasaran horas en lo que Bill llegó a la puerta: comencé a sentir mi pulso acelerado y una sensación de peligro corriendo por mis venas, como si algo malo estuviera a punto de ocurrir.

-Profesora McGonagall ¿Qué ocurre?- Percibí la profunda voz de Bill. 

-Lo siento William... te fui a buscar a tu habitación pero no te encontré, escucha tengo que decirte algo muy importante- La voz de la jefa de los leones se escuchaba impaciente, estoy segura que nunca había escuchado a la profesora de esa forma.

-¿Qué ocurrió? ¿Paso algo con Ginny o los chicos?- Bill aún mantenía esa calma que lo caracterizaba, pero estaba segura que estaba a punto de salir corriendo del salón de clases.

-Bill.. Es tu padre, lo atacaron esta noche en el departamento de Misterios. Su estado es crítico-

Las pisadas de Bill saliendo rápido del aula me hicieron respirar de nuevo, pero solo alcance a tapar mi boca con las manos tratando de ahogar un grito. Mis ojos se llenaron de lágrimas pensando en el terror por el que estaba pasando en este momento, pero no me pude tranquilizar más. Era como si esa presión en el pecho que sentí el día que Cedric murió, regresara una y otra vez.

Una vez que me pudo regresar el aliento, corrí hacia mi habitación deseando que todo hubiera sido un mal entendido y el Sr. Weasley estuviera a salvo.

A la mañana siguiente no me sorprendí cuando no vi a ningún pelirrojo en el tren de regreso a King Cross, seguramente Dumbledore los había dejado irse desde anoche pero temía que hubiera sido para despedirse de su padre. Sacudí mi cabeza tratando de que ese pensamiento se fuera, pero solo una siesta aparto eso de mi mente.

Llegamos a la mansión gracias a nuestra elfina que fue por nosotros a la estación, según nos explicó mi padre se encontraba descansando porque había tenido una larga noche pero no dijo más del tema. Inmediatamente me subí a mi habitación para tomar un baño de burbujas, necesitaba tratar de relajarme: eran muchas emociones en poco tiempo.

Aun con mi cabello mojado y mi bata puesta me senté en la orilla de la cama admirando el jardín que una vez mi madre cuido con sus propias manos, ahora se veía descuidado y las pocas flores que habían estado el verano pasado se estaban muriendo.

El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos y solo susurré un leve ''adelante''.

-Señorita Nott, Towny le trajo un poco de zumo de calabaza... sabe que es un favorito y creyó que después de su ducha le vendría bien- Mi pequeña elfina traía consigo una charola con una jarra y un vaso, le sonreí dejándola entrar a mi habitación.

-Gracias Towny... necesito que cierres la puerta, tengo que preguntar algo- Me incorporé para estar a la misma altura que la elfina. 

-Lo que usted necesite ama- Los ojos grandes y verdes de la elfina me miraban desde el umbral de la puerta cerrada.

-Nadie puede saber que te pregunte esto, ¿de acuerdo?- Towny asintió y respire hondo antes de lanzar mi pregunta- ¿Sabes con quien estuvo mi padre anoche?

-Towny no puede decir eso, se lo prohibió el amo Nott- Suspire mirando de nuevo hacia la ventana donde pude ver a Theo revisando las viejas plantas de mamá.

-Pero... ¿sabes algo más?- Insistí acercándome a ella.  

-Towny sabe dónde estuvo el amo anoche-  Contesto Towny.

-¿Dónde fue eso Towny? Puedes confiar en mi...-Tome a la elfina de las manos haciendo que esta chillara de emoción.

-El amo Nott estuvo en el Ministerio de Magia-  Soltó la criatura.   

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CHAN CHAN CHAN CHAAAAAAAAAN!! Tenemos drama jajajaja. 

To be so lonely || Bill Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora