VIII

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- Hey, señor... terminamos con el incendio -La voz de su prometido lo saca de sus pensamientos. Tratando de volver a recobrar la compostura de siempre. De ser el amable y tierno sujeto que siempre tiene uno que otro consejo para dar, pero no puede. El estrés de la situación lo dejó con mal humor y si alguien tiene cambios fuertes de humor bajo estrés; es él.

- ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo?

- ¡Necesito que dejen de hacer tonterías! -Se pone la mano en el estómago para tranquilizarse- disculpa, cariño. No quise gritarte así.

- Cuando te conocí tenías exactamente esta actitud, pero todo el día. Así que creo poder sobrellevarlo. Anda vamos al camión, necesitas hidratarte un poco.

- Perder el control de la situación siempre ha sido un problema... para mí. Desde que-

- No tienes que hablar de ello, lo comprendo -Extiende su mano para que la tome- Ahora eres capitán de bomberos y estás aquí para que "eso" no se vuelva a repetir nunca más.

- Pero... -Comienza a enfriarse, poco a poco recupera su razón. Si alguien puede apagar el fuego de su mente ese es Raúl. Entrelaza sus dedos suavemente con los suyos.

- Lo de hoy, fue un momento de adrenalina que corrió por cuenta de Frank. No tienes la culpa de que su decisión fuera tan precipitada ¿cómo ibas a saber que estaba sintiendo una "corazonada"?

- ¿Estaba sintiendo... una corazonada? -Preguntó con curiosidad en la voz. Luzu era una persona que creía mucho en ese tipo de sensaciones. Corazonadas o destino; para él eran emociones naturales de supervivencia que los humanos ignoran todo el tiempo.

- No me dio detalles, pero él dice que solo lo hizo porque debía hacerlo.

- ¡Por eso estaba tan mal antes de llegar! Lo sabía, había algo fuera de lugar en él. No lo estaba alcanzando la presión ni el miedo.

- Tío, tranquilo. Que parece que estás resolviendo el crimen del año -Se aguantó la risa.

Atrajo el cuerpo de Auron y lo abrazo contra su pecho. Acariciando suavemente sus cabellos. Dedicándose a pasar especialmente su dedo pulgar contra la luz rubia que sobresalía sobre sus cabellos castaños.

- No creas que soy un bobo, sé viniste solo a arreglar las cosas. Yo quería hacerlo bien, mostrarme como un líder. No creo que me haya excedido, por cierto como sea volveré a hablar con él mañana y ahora si lo escucharé ¿bien?

- Bien, si quieres dejarle la baja yo estaré de acuerdo. Una semana casi que solo es una vacación. Es más, deberías darme de baja a mí también.

- ¿Cuál es tu crimen?

- Faltarle el respeto a mi jefe - Estira el cuerpo hacia arriba para alcanzarle los labios. Su prometido lo recibe con gentileza, en un beso cálido.

- Te amo, auroncito... peeeeero, no es suficiente para darte una baja. De hecho, me gustó tanto que te llevaré de llaverito todo lo que resta del turno. No te voy a dejar ir ni un solo segundo.

- No te pongas empalagoso, no, no, no, que regrese el Luzu mala leche - Trata de huir de los brazos de Borja. Solo consiguiendo que lo apriete más fuerte. Ahora si se siente como gatito atrapado.

- ¿Qué pasó? ¿Ya no eres tan atrevido? -Se ríe y lo carga sin problemas en sus brazos- Te quiero en mi oficina cuando lleguemos.

- ¡Estamos en servicio! -Finge sorpresa. Negación y todo.

- Exacto y yo tengo un fuego que debe ser apagado por ti.

- Exacto y yo tengo un fuego que debe ser apagado por ti

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Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora