Entre sus manos apretó el hermoso ramillete de rosas blancas; siempre odio las rosas blancas. Le parecía una flor muy triste, sin mucho que ofrecer más que un cliché.
Aunque todo alrededor lucía como exactamente eso: un cliché.
Caminó unos pasos por el pasillo, con los nervios a flor de piel y el sudor recorriendo su frente ¿por qué estaba tan nervioso si es lo que soñó? ¿Ya no quería esto? ¿Por qué siempre tenía que cambiar de opinión con todo? ¿Realmente era tan indeciso o eran más problemas mentales que no conocía aún?
Escuchó la marca nupcial comenzar; nunca sintió la tonada tan tétrica y desentonada antes. Era como si la tocaran a través de un órgano oxidado.
Respiró profundamente recordando todas esas palabras que siempre suele decirle Guillermo ¿dónde estaría Guillermo ahora mismo? ¿Estaría aguardando en su lugar?
Willy siempre bromeaba con ayudarlo a escapar ¿estaría esperando por él?
Luzu salió al exterior del jardín. Era como estar viviendo dentro de un cuento de hadas. Todo el jardín lleno de flores, un clima precioso, todas las personas que habían asistido para el día más importante de su vida hasta ahora. A la distancia podía divisar a sus amigos formados en una hilera, uno junto al otro.
Luego a su prometido. Luciendo tan radiante y contento. Su felicidad se volvió a materializar en forma de latidos acelerados y manos sudorosas. Perdió toda intención de hacer el recorrido lentamente al son de la música. Más bien casi corrió hasta el altar.
Pero entre más se acercaba, más comenzaron a distorsionarse las cosas. Escuchaba los murmullos como si los estuvieran diciendo a lado de su oído, pero lo extraño es que no podía escuchar lo que decían. Solo una que otra palabra ofensiva suelta.
Sentía todas las miradas encima; miradas que lo juzgaban.
Al llegar su prometido había desaparecido, busco alrededor, entre sus amigos y a la distancia.
— ¡Auron! ¡Raúl! ¡¿a dónde fue?! -Nadie le respondió, todos se quedaron como muñecos sin vida. Solo esperando algo que no estaba ocurriendo- ¡Auron!
Bajo del altar y al tocar el que antes fue suelo firme, ahora era un charco de agua oscura. No sucia, oscura como si tuviera un color negro natural. No podía ver sus pies debajo de ella.
— ¡Raúl! -Gritó aterrado, comenzando a tener síntomas de un ataque de pánico.
Todos lo seguían viendo, el agua subía y había un ardor en el aire.
Fuego. Se estaba quemando toda la decoración, todas las flores de antes envueltas en una llamarada.
— No, no, no, esto no está pasando -Soltó el ramillete de rosas al agua, donde se perdió como si nunca hubiera existido.
Fue cuando noto que sus manos estaban llenas de sangre, completamente humedecidas en el rojo carmín.
Miró su cuerpo en busca de una herida. Algo que le diera un indicio de porque estaba pasando esto. No era su sangre. Su desesperación volvió a llevar su mirada a todos lados.
A la distancia, entre tanto caos observo un cuerpo tirado sobre el agua oscura, de costado. Corrió pensando que era su prometido.
Estaba aterrado con todo lo que estaba ocurriendo, era una locura. Cayó de rodillas a su lado. Sujetando al hombre para colocarlo boca arriba.
— Auron, por favor. Resiste. Auron.
No era Auron.
Era su sangre. No tenía pulso.
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Un dorama de bomberos | Multishiping
FanfictionLa estación de bomberos 007 de la ciudad de Karmaland recibe un llamado de emergencia. Fácilmente, la peor situación en la que podrías encontrar al amor de tu vida sería al borde de la muerte. Un incendio que desatará el caos en la vida de sus invo...