XII

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Del otro lado del hospital, Fargan se estaba volviendo loco en la sala de espera de urgencias. Casi golpeando el mostrador con su frente. Había tratado por todos los medios convencer a las enfermeras de que lo dejaran ver a Alex.

Nada funcionó; hacerse el gracioso, hacerse el amable, el frío, el grosero, el amenazante. Nada. Cualquier intento de convencerlas terminaba en un rotundo no y una amenaza de seguridad de sacarlo del edificio.

Ellas no comprendían la urgencia. No conocían a Alexby como él lo hacía. Seguramente el pobre debía estar muy asustado, herido y muy adolorido. Seguro confundido y sin tener contacto con el exterior, pues en sus cosas no venía su celular. Seguro eso se había quedado en su departamento.

- Señorita... por favor, quiero hacerle saber que aquí estoy. Soy su único familiar responsable que puede atenderlo en este momento.

La mujer estaba harta de tener que seguir discutiendo la misma tontería. Vuelve a alejar a Fargan del mostrador

- ¿Cuántas veces tendré que repetirlo? Usted está en ropa interior. Vaya a cambiarse y regresa para ver al señor Bravo. Le hubiera tomado menos tiempo en irse y regresar, que todo el rato que tiene aquí gritando.

- Escúcheme -Lee de nuevo su gafete para llamarla por su nombre- Monica, señorita Monica... iYo voy a gritar todo lo que quiera! He estado viviendo un infierno desde el día de ayer, solo quiero---

- Que rata. Que rata. Todavía que está en calzones y gritándole a las enfermeras.

Fargan se da media vuelta, conocería esa voz donde fuera. Además, nadie más le llamaría rata.

- No estoy en calzones, son shorts muy cortos -se cruza de brazos- en los que, casualmente, no traigo nada debajo. Es por salud.

David se quedó con cara de tonto al encontrarse con Willy frente a él. Casi podía ver el aura angelical que contorneaba su figura, junto con los cuernos de demonio en su cabeza. El rubio justamente iba a decir algo cuando Fargan se le abalanzó encima como si fuera su presa.

- iWilly! -Lo aprieta en un fuerte abrazo, llenando de besos su cara para comprobar que si estaba ahí- No creo que seas real. Tendré que hacer otra prueba -Lo sujeta por las mejillas para besarle en los labios. Willy se queja un poco, pero correspondiendo su beso. Porque la carne es débil.

- ¡Rata! -Se separa de golpe de su novio- ¿En serio me mordiste? ¿En serio? No puedo creer que seas esta clase de persona. No puedo creer que... ¡Espera! ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste?

- Toma, guarrete. Parar con esos besos, no estamos en un lugar privado -Un tercero le lanza en la cara un pantalón y una camisa.

Fargan sintió esa respuesta como un desbloqueo. Como si su mente hubiera suprimido el recuerdo a medias. Luego de eso, las imágenes de la noche anterior fueron más claras en su cabeza; si era el bombero que lo detuvo.

- ¿Estás bien? -Sujeto al chico de los hombros para que se relajara. Su cara tenía un gesto de asco, como si se estuviera enfermando.

- Estoy bien... ¡Alexby! Tengo que cambiarme las ropas.

- También la camisa. Hueles a humo, no vayas a activar algún recuerdo malo en el chico -Explica Luzu.

- ¿Fargan, seguro puedes con esto? Tal vez quieras tomar algo de agua o relajarte un momento. Podemos ir a casa

- ¿Cuál? -Sonríe de lado como si fuera un chiste, pero no lo es. Su voz sombría lo delata.

- El cuarto y quinto piso no fue totalmente alcanzado por el fuego. Aún pueden recuperar sus cosas personales.

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora