LXXVIII

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Como no podía ser de otro modo; el bar tenía ese regustillo a excentricidad, elegancia y al mismo tiempo era cutre. La explicación era sencilla: la decoración y ambientación estaban extremadamente pulidos y era agradables a la vista, pero la idea en la que estaba cimentada era el claro ejemplo de alguien con poco gusto.

Era un bar, pero aun así Grefg no perdió la oportunidad de hacer el chiste malo de usar los tubos de los bomberos para hacer bailar chicas en poledance.

Los chicos se fueron a sentar en el banco justo de lado de la barra. Para que fuera más fácil ir pidiendo las primeras bebidas. Isma hizo un gesto con la mano para llamar la atención del bartender, quien se acercó desde su lado de la barra.

— ¡Necesito una ronda de shots de tequila aquí!

— ¡No, el tequila me cae muy mal! -Niega con la cabeza Perxitaa.

— Solo es uno, es para iniciar la fiesta. Luego tomas todos los tragos maricones que quieras.

— ¿Tragos maricones? -Le pregunta Viktor a su amigo.

— Dice que me gustan los tragos maricones porque me gustan los tragos preparados. Ya sabes, Piñas coladas, cubas, sexo en la playa, margarita -levanta un hombro, tratando de verse cool, como que no le importa nada.

— Entiendo ¿te gusta el White Russian? El ruso blanco.

El pelirrojo aprieta los puños para concentrarse y no sonrojarse por la idea de que técnicamente si le gusta un ruso blanco.

— ¿Cuál es? -Pregunta haciéndose el tonto, porque si sabe cuál es.

— Es vodka, café o licor de café si te gusta fuerte y algo de crema o leche.

— Suena delicioso -susurra luego de que termina de explicarle el trago.

— Te invito uno, para que veas que es delicioso.

— No necesitas invitarle nada, todo es gratis por cierto -susurra Isma, metiéndose otra vez en la conversación ajena.

La mesera llega con la ronda de shot para el grupo. Acercándose a Ismael porque fue quien pidió las bebidas.

— ¿A nombre de quien vamos a abrir la cuenta? ¿Va dejando tarjeta de crédito o pago hasta el final?

— Ninguno, cariño. Somos invitados de Grefg, estamos a punto de iniciar una despedida de soltero para mi mejor amigo. Seguro les indico algo, como sea. No te quedes lejos, creo que vamos a pedir otra después de esta.

Toma uno de los shots y se lo toma antes de que se vaya la mujer. Le da el pequeño vasito.

— Otro, te lo agradezco -pone la charola sobre la mesa y se levanta sobre el sillón, sobre las rodillas— ¡Chicos! ¡Quiero su atención!

— Ismael, ni siquiera está ebrio todavía y ya estás haciendo la escena -exclama Auron, escondiéndose un poco en su lugar.

— Esta noche es especial, esta noche es la última noche de libertad de nuestro querido Raúl. Pronto, unirá su vida para siempre en matrimonio.

— Es gracioso que creas que es el final de su libertad -Volkov toma el shot de tequila entre sus manos- no es para tanto. Realmente solo es formalizar un compromiso que ya existe ¿no lo creen? No se acaba su libertad, esa se acabó hace años supongo yo. Lo que harás es importante, es algo bonito. Quieres estar con esta persona por todo el tiempo posible. El compromiso no es tan malo, es maduro y la verdadera prueba de amor.

Todos sonríen felices con ese bonito discurso del ruso, lo prefieren al típico que empezaba Ismael.

— Tienes razón -acuerda Perxitaa- el compromiso no es para TODOS, es algo que solo los hombres pueden hacer. Los niños dirán muchas cosas tontas. Al menos yo si quiero encontrar a un príncipe que quiera estar conmigo de verdad, comprometido con nuestra relación. Sería genial -susurra y toma su shot de tequila.

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora