Un dorama de bomberos | Multishiping

CVIII

Willy y Luzu llegaron a la estación al poco rato. Tuvieron que esperar que los bomberos llegarán de un llamado.

Encontrándose todos de nuevo en la parte de los camiones.

— Hola, Willy. Gracias por hacerme caso -Saludo Perxitaa.

Luzu fue corriendo hacia su prometido y abrazarlo con fuerzas. Auron lo recibió del mismo modo.

— Lamento haberte dejado en casa está mañana. No lucias bien.

— Cállate y abrázame, zorra.

Auron se atraganta con sus propias palabras y salivas. Mirando alrededor, pero solo Frank había escuchado. Haciéndose el loco después de eso.

— Cariño... -Murmulla entre dientes- eso es para otra situación.

Luzu se aleja del castaño con una ceja levantada.

— Pero te encanta ese apodo.

Otra vez se atraganta solo. Es demasiado para él.

— ¿Te puedo hacer una pregunta, cariño? Antes de pasar a la junta.

— ¿Si?

— ¿Sigues enamorado de mí?

Auron abre la boca para responder eso, pero el otro lo calla con un gesto.

— Espera no he terminado. Me refiero a que me quieres igual ahora que antes ¿qué Luzu te gustaba más? He cambiado mucho.

— Luzu, no has cambiado nada. Eres el mismo de siempre. Te amo y siempre te voy a amar. Seas como seas -Piensa que lo dice por la situación de sus caídas emocionales y la ciclotimia.

El castaño le aprieta las manos y le sonríe. Lo importante es lo que piense su futuro esposo. Nada más.

— ¿Estás mejor?

— Ahora que estoy contigo sí, zorra.

Auron rueda los ojos y camina. Antes de dar otro paso, es sujetado para que no se mueva. Provocando un jalón que le da dolor.

No puede parar a tiempo su quejido. Haciendo que su novio lo suelte asustado.

— ¿Te jalé tan fuerte?

Auron pone la mano en su costado. Negando con la cabeza lo que ya no puede.

— Amor, lo siento mucho. No medí la fuerza, déjame verte eso. Seguro fue un tirón de nervio. Un masaje y vas a quedar como nuevo.

— Que va, no pasa nada -Se aleja unos pasos hacia un lado.

— Auroncito, no ven. Déjame verte.

Cuando se acerca, es cuando nota algo parchoso en la cara de Raúl. Cómo si estuviera sucio de algo.

Con su mano trata de limpiar eso, solo para descubrir que es maquillaje y hay otro color oscuro debajo.

— Tienes que estar de joda -Borja hace una cara de molestia como pocas veces.

— ¡No es lo que crees!

— ¡¿Con quién te peleaste ahora?! Eres una perra hipócrita. Diciéndome que me quedé en casa por qué no estoy bien mentalmente y que me ha podido todo lo que pasó ¿y tú qué?

— Primero que nada, okey. Veo que hoy andas a full con los apodos. Segunda, solo peleé por qué tuve que defender tu dignidad.

Borja hace un sonido de indignación

— ¡¿Mi dignidad?! ¡¿De qué hablas?! Si no hay nada más intacto que no dignidad, sucio hombrecillo.

— ¡Woah! ¡En serio! No puedo decidir si estás muy enojado o muy caliente.