Un dorama de bomberos | Multishiping

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[3 MESES DESPUÉS]

- ¡Ha! Y con esa hacemos 10 a 0

Luzu se recarga contra una farola para recuperar el aliento. Frank apenas lo alcanza en un último intento.

- Soy muy malo para jugar carreras, paso. Ya no quiero jugar más este juego - Hace un puchero cuál niño chiquito.

- Da igual, eras malo de todas formas. Oye me encantaría dar otra vuelta, pero hoy me llega un paquete súper importante y no debe recibirlo Auron o arruinará todo.

- Vale -Se tira un poco de agua encima de la cabeza, para enfriarse.

- Nos veremos en unas horas en el trabajo.

- Sí, mamá Luzu. Regresaré a casa a ducharme y no veremos allá.

Luzu se despidió y volvió a correr por el mismo camino por el que venían. Ya más relajado, Frank decidió tomar el camino de regreso con calma. Estaba bastante tranquilo y cómodo. El clima había cambiado con la llegada del otoño.

Un auto comenzó a bajar la velocidad a su lado y lo siguió hasta que llegó a la esquina de esa calle.

- No puedo creer que todavía te hagas el que no ve nada -La ventana del auto bajó y dentro estaba Morgan

- No, por cuarta o quinta vez está semana, no quiero aventón - Respondió riéndose.

- No te voy a dar aventón. Quiero que sigas con tus ejercicios matutinos y por eso, creo que necesitas esto - Toma del portavasos un jugo verde. extendiendo el vaso.

- Como siempre, gracias Morgan. Has estado salvándome la vida esta semana.

- Lo sé ¿entonces nos vemos está noche, verdad?

- ¡Pues claro! Si estoy muy emocionado. No puedo controlarme.

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Raúl recién salía de la ducha, cuando escucho el timbre, tratando de no pisar al minipig que se cruzó entre sus piernas, llego a su cómoda para sacar la ropa interior y colocársela. El timbre volvió a sonar.

Auron salió disparado a la puerta de la entrada, desesperado por el timbre. Al abrir, afuera estaba un repartidor de paquetes. Que para nada esperaba encontrarse con un tío enseñando el suyo.

- Amm... ¿Borja Luzuriaga? Traigo su paquete. Firme acá.

- Es lo más cercano a mi esposo ¿dónde firmo? -extendió sus manos. Sin importarle que lo viera en ropa interior, él se lo buscó al llamar de ese modo a la puerta.

El hombre estiró la máquina para que firmara, pero en ese preciso momento Luzu corría hacia ellos.

- Es mío, es mío -Le quitó la caja de debajo del brazo al repartidor es mío, que te firme -Entra a la casa, sin notar la falta de vestimenta de Auron.

- Entonces... si son el uno para el otro -Dice incrédulo luego de ver que también el otro era un raro

- Eso parece -Le regresa su máquina después de firmar y cierra la puerta- ¿Luzu qué es eso?

Se escucha un grito de emoción desde la habitación, eso medio responde la pregunta. Como no se quiere quedar con la duda y necesita cambiarse regresa a la habitación.

- ¿Qué es? ¿Qué firme?

Luzu vuelve a guardar dentro de la caja lo que tenía en las manos. Después la recoge entre sus brazos, apretándola contra su pecho. Como si Auron tuviera la capacidad de poder ver a través de cajas de cartón.