LXXIX

94 17 8
                                    


Orslok sabía que pronto tendría que dar la señal, se acercaba la hora. Sin avisar, se separó del grupo un momento para ir a tomar más botellas de cerveza. Era solo la excusa, porque cuando estuvo solo sacó de su otro bolsillo una cápsula. Cuál rompió y dejo caer el polvo dentro de una de las botellas.

Tomó todas con sus manos, pero esa en especial la dejó contra su antebrazo y el costado de su cuerpo. Camino de regreso al grupo y empezó a repartir las botellas. La que había apartado la extendió directamente hacia Grefg. Quien de inmediato la tomó entre sus manos porque moría de sed.

Pero no funcionó. Tan rápido como la tomó, Pit se la quitó de las manos y le pasó otra que ya traía con él. Dejando de lado esa botella. Germán se tensó pensando que lo había visto, pero el guardaespaldas ni siquiera lo miró a la cara. Entonces supuso que no lo dejaría tomar nada de nadie. Bien, no iba a dejar de tratar.

Isma también se dio cuenta de que el intento había fallado. Tenían que encontrar una manera más natural o más rápida de hacerlo, tenían poco tiempo para conseguirlo. Miro alrededor, sin encontrar lo que buscaba. Luego su atención se concentró en el bombero pelirrojo y el policía.

— ¿¡Qué te pasa!? -Pregunta Auron, que había pasado tanto tiempo con la música encima que ya sentía que tenía que gritar. Aunque no era tan fuerte como para hacerlo.

— Nada de nada, solo estaba viendo.

— ¿¡Qué estás viendo!? ¿¡Te preocupa el amigo de Perxitaa!?

— No, claro que no. Ni al caso.

— ¡Es que pensé que---!

— Auron, no necesitas gritar. No está tan fuerte, la música no está tan fuerte -trata de hacerle gestos, porque la cara de Auron de confusión, tal vez ya le pegó la bebida o la tacha, lo que sea que tomó.

— Me encanta esta canción -Exclama contentísimo Alex, sin dejar de dar saltos mientras baila.

— Jamás la había escuchado ¿cierto? -pregunta Orslok, más concentrado en su plan que en otra cosa.

— ¡No! -Responde igual de contento. Tiene demasiada euforia por la droga- ¡pero me encanta! ¿¡verdad, Frank!?

— ¿Quién eres y que le hiciste al malhumorado? -Se ríe y le sujeta de los brazos para seguirle el ritmo.

— Está drogado

Frank solo se ríe porque no cree que esté drogado, que gracioso es Germán.

— Vengo -Trata de caminar hacia otro lado, pero Alexby le toma del brazo.

— Voy contigo

Germán no lo detiene, porque se verá más normal si los dos se alejan un poco. No quiere para nada estar en el radar del chico rubio ese. Los dos llegan al otro lado del bar, en la mesa donde estaban en un comienzo. Ahí solo le da la espalda al grupo, para sacar otra vez de su chaqueta más de esas cápsulas de antes.

— Woah ¿y esas?

— Oh, son para una cosa. Solo que estoy pensando como demonios ponerlas en una bebida.

Alex hace un gesto de preocupación. Es que no suena bien, incluso si tuviera el contexto está seguro de que no es algo bueno. En ese momento lo comprende.

— ¿¡También te metieron en esto!? Joder, ya díganle al presidente.

— ¿Tú también? Pero que estoy preguntando, claro que tú también. No estarías acá de no ser que fueras inocente. Esto es un montaje solamente. 

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora