CIX

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Las botas de Borja tocan el suelo, al salir del auto. Se coloca de pie, cargando un café helado en su mano izquierda, mientras cierra la puerta del auto.

Parece que será un buen día, todo se siente bien. Tal vez Willy tenía razón.

Auron sale detrás de él, cerrando el auto. Va más callado, por qué aún está castigado por lo que hizo. Claro que pelearse con Reborn no había resultado la mejor manera de arreglar las cosas. Aunque, al final lo arregló.

— Métete -Le pide Luzu cuando mira a Renato a lo lejos, en la entrada de la cafetería.

— No vayan a pelear en la calle, Luzu.

— La pelea ya ocurrió ¿o necesitas que te lo recuerde? -Levanta su ceja.

Auron asiente, es justo. Le hace caso y entra a la estación sin decir nada más.

Luzu respira profundo y camina hacia la cafetería. Trata de mantenerse equilibrado y seguro.

Cuando ambas miradas se encuentran, siente un poco el nerviosismo. Tratando de no externalizar nada.

— Buenos días, Yayo.

— Luzuriaga.

— Golpeaste a mi prometido.

El policía no se espera que su primera interacción sea esa. Pensó que vendría palabras de disculpa y eso.

— Bueno, si tu prometido no estuviera todo idiota. Tal vez nos habríamos ahorrado todo eso.

— Ay, silencio. Eres igual de machito hormonal. Los dos se merecían esa tontería.

— Lo siento -Baja su vaso de café- eso es parte del convenio que tuve con Raúl. No sé si te contó esa parte.

— Bueno. Yo soy quien lo siente y ese es del convenio que tengo conmigo mismo para ser mejor persona.

— ¿Mejor persona? -Se ríe con un poco de cinismo.

— Sí, que haya sido mierda contigo fue meramente circunstancial. Parte de que no sabía cómo manejar mis problemas -Sorbe de su popote.

— ¿Y ahora mágicamente aprendiste a manejar los problemas? Por qué desde que te conozco de cercas puedo apostar que no te va muy bien con eso.

— Yeah, pero no más. Hoy soy una nueva persona. Una enojada y asertiva. Me siento bien.

— ¿Todo bien?

— No lo sé, tú eres quien debe decir eso.

Renato se lo piensa un momento. Después extiende su mano en señal de paz.

Ambos se dan un suave apretón. Enterrando con eso el problema, bueno parte.

— ¿Y ahora qué? -Pregunta el castaño. Que es el más preocupado por solucionar todo.

— Ahora esperamos que sea suficiente -Responde. Caminando para alejarse del lugar. Sin mirar hacia atrás para despedirse del bombero.

Luzu asiente, hay que esperar. Tiene fe que su amistad puede prevalecer después de eso. Al menos eso cree.

En ese momento ve a Frank llegar en la motocicleta a la estación.

— ¡Frank! ¡Paco! ¡Oye!

Se cruza la calle mirando a ambos sentidos, pero ya que está sobre ella.

— ¿Luzu? -Ladea la cabeza al escuchar la voz.

— ¡Hey! ¡Frank! ¿Dónde estuviste anoche?

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora