CXIV

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— ¿Hablaste con el bombero? -Trata de iniciar una conversación. Entra a su oficina.

— No, no hubo suerte aún. Está bien, lo veré pronto. Me relaja saber que no está solo, tiene a todos sus amigos para apoyarse.

Reborn solo asiente y se acerca un poco más.

— Tengo noticias, por cierto. Nuevas órdenes sobre el tema.

— Ahora qué.

— Quieren que se lleve a cabo primero el funeral, no quieren a la prensa en medio de todo. Arruinando el momento de sus familiares y amigos, no es lo que quieren mostrar en las noticias. Quieren hacer el funeral, luego dar la noticia y después vendrá quizás un homenaje o algo simbólico sin necesidad de hacerlo un circo mediático.

— ¿De verdad crees que no lo harán un circo de todo esto? Aunque me parece bien la decisión del funeral.

— Lo único malo es que debe ser cuanto antes, la noticia se dará en las próximas horas. No podemos perder tiempo. Solo hay una cosa... tenemos que decirle a alguien de ellos. Cosa que quizás será fea, apresurándolos con un funeral para el que quizás no están listos.

Volkov se queda callado, mirándolo. Renato no lo hace.

— No vas a ir con Luzu -Lo señala- ni pienses. Está en un momento difícil, no vas a ir a darle tu hombro para llorar.

— ¡Bueno, pero le tengo que decir a alguien! -Se pone nervioso porque lo está acusando- ¡Es el único que me da confianza para llegarle con algo así!

— Lo haré yo, yo le diré a alguien -Lo sigue señalando con el dedo.

— Es solo que... cuando les dieron la noticia -se sube a la orilla de su escritorio para sentarse- vi en algo en Luzu, algo que ya había visto.

— ¿Qué cosa?

— Hace algunos años, cuando recién me gradué de la academia. Uno de nuestros compañeros murió en un tiroteo en un asalto. Prácticamente, lo vi morir a un metro de mí.

— Bien.

— Fueron días muy oscuros, días muy tristes. No podía dormir muy bien, me costaba mucho entender lo que ocurrió, pero es lo que tiene este trabajo.

Eventualmente, vuelve a pasar y lo vi pasar más de las veces que pensé que se podría. Un día, después de una baja. Vi mi reflejo en el cristal de la patrulla y lo vi. Mi mirada, la mirada de Luzu. No es la primera vez.

— Tiene sentido ¿no? Es un bombero, no sería raro ver muertos en ese tipo de trabajo.

— No "muertos", sus "muertos", su gente -se baja de la mesa- yo se los diré. No a Luzu, sé por cuál ir. Uno que este menos afectado.

— Solo recuerda que ya no puedes romper más compromisos.

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— ¡¿Qué?! ¿Por qué? -Willy se cruza de brazos.

— Escucha, yo sé que es apresurado. En unas horas la noticia estará por todos lados. Esto va a subir como espuma y créeme que lo que menos quieren es a todo el mundo acosándolos en un momento tan duro.

Willy niega con la cabeza.

— ¿Eso quieres? Bien, podemos hacer un bonito funeral en televisión, ¿darán entrevistas también? Quizás podamos poner un confesionario.

El abogado quiere romperle la nariz, pero por qué tiene toda la razón.

— ¿Qué tengo que hacer?

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora