☆ XueXiao - One Shot 's★

Con un estilo diferente

Lo mismo que el anterior , este también está ambientado en la línea temporal de la novela/drama y no es un AU moderno :)

Sigan leyendo! :) ~♥

[…]

La calor lo carcomía en cada centímetro de piel, sentía las capas de sus túnicas pegarse a su cuerpo y estas le quemaban, días calurosos como estos es donde maldecía tener aquel gusto por vestir con túnicas de color negro, si tan sólo usara túnicas como las de Xiao XingChen posiblemente estas no lo quemaran como ahora, pensando en aquel taoísta, este pasó frente a él con aquella elegancia que lo caracterizaba, aunque ahora viéndolo... No podía imaginarse vistiendo aquellas túnicas tan pulcras, porque aparte de que el color favorito de Xue Yang no era el blanco, consideraba este color demasiado puro como para alguien como él, el blanco de pureza y elegancia se lo podía dejar a XingChen, él podía quedarse con aquel color oscuro y tenebroso, el color negro, aunque ahora lo torture.

— Querido amigo, ¿dónde estás? — cuestionó el de blanco, Xue Yang sólo rodó los ojos y se dirigió donde él, apesar de que luego de horas piso un lugar sin sombra, su piel pareció quemarse al instante

— maldito calor, aquí estoy... DaoZhang~ — habló para que el otro lo identifique, recibió una sonrisa de Xiao y su mano lo tocó pero la alejó rápidamente

— tus túnicas arden, ¿no prefieres cambiarlas? — Yang parecía pensarlo, pero.. ¿Qué se pondría? ¿Xiao XingChen le ofrecería sus túnicas? ¿sería.. Posible que XingChen le dé sus preciadas túnicas que cuidaba tanto?

— quisiera, pero mi ropa es negra... Toda. — mencionó, el contrario asintió como si lo procesara y se retiró velozmente, más ágil que el mismo Xue que podía ver. — ¿me dejarás en el maldito sol? ¡Que desconsiderado! — exclamó para que el mayor lo escuchara, luego se volvió a un lugar con sombra, para suerte o no, Xiao XingChen no volvió, se preguntó si debía ir a buscar al taoísta, pero decidió no hacerlo... ¿porqué debería? ¿acaso es un niño? Para nada.

Pasaron minutos y Xue Yang se tiró en el piso de madera, para su suerte este estaba algo frío ya que el sol no le daba directamente, sujetó una cubeta de agua que la pequeña ciega, A-Qing, había conseguido antes y mojó un trapo para pasarlo por su rostro, si aquella ciega reclamaba por su agua, le diría que se ensució por la suciedadque trajo el viento. Poco creíble pero... No dudarían, total, estan ciegos... ¿verdad? Nadie sabría que Xue Yang mentiria.

— Que calor~ — murmuró, elevó su vista y pudo ver al taoísta caminar hacía el con algo en las manos, mientras se guiaba con sus sentidos. — DaoZhang~ — pronunció, para que fuera más fácil encontrarlo.

Xiao siguió la voz , cuando estuvo cerca de donde provino la voz a su parecer le extendió lo que trajo.

— puedes colocarte esto, acabo de hacerlas... Creo que las telas son más transparentes para que pueda pasarte brisa fresca y los colores no son oscuros, son telas que me dió A-Qing — habló, Xue Yang empezó a ver de lejos las prendas... Tenía razón, las prendas parecían ser de una tela delgada, y los colores eran celestes, amarillas y blancas, bueno... Con tal de no quemarse denuevo, aceptaría cualquier cosa, asi sea sólo de una ligera tela.

— de acuerdo. — contestó y sujetó las prendas, entró al cuarto donde dormía y se desvistió, colocándose las nuevas prendas... El vestuario de arriba era un polo sin magas de color celeste con retazos de tela blanca, no eran sus colores favoritos... Pero bueno, si eso lo mantendría fresco, estaba bien, por otro lado... La parte inferior era un pantalón de color blanco con algunos parches amarillos,  bufo al verse con esa ropa, el temible Xue Yang, que arrasaba con clanes menores y robaba, ahora usaba esos trapos como los usaba cuando tenía siete años y vagaba por las calles.

— que idiota me veo — murmuró y luego salió de ahí, encontrándose aún  taoísta parado donde lo dejó con la cabeza inclinada — ¿sigues ahí?

— Quería saber... Si te gustó la ropa, si ahora... No sientes tanta calor — comentó casi en un susurro, Xue Yang tenía una sonrisa burlona, si le dirían hace meses que Xiao XingChen estaría dandole ropa, preocupándose por él y que lo vería de ese modo, sin duda soltaría algunas groserías junto a una sonora carcajada, pero ahora que lo vivía... No podía darse el lujo de exponerse, no ahora.

— Hmm, se siente refrescante esto, ¡Ya no me quema el mísero sol! — exclamó, Xiao sonrio y asintió. — Quién diría que la pequeña ciega sirvió para traer estos trapos — habló, de pronto el bastón chocando con el suelo resonó

XingChen rió un poco, sabía que la pequeña A-Qing había escuchado el comentario y se hacía notar con el sonido.

— ¡El inservible sólo eres tú! ¡Tú vives de DaoZhang, nisiquiera lo ayudas! — exclamó de seguro de algún ataud donde descansaba, XingChen sonrió y sólo sujetó el brazo de Xue Yang, quién bufo.

— Reparemos el techo, esto se siente liviano, creo que podré hacer los deberes sólo — comentó caminando, XingChen lo siguió.

— No hace falta amigo, es un día caluroso... Haremos un poco de trabajo porque te podrás cansar más rápido — explicó — además, tus heridas no se han cerrado del todo, no debes forzar demasiado.

— Bueno, alguien debe terminar ese techo,  ¿tú podrías sólo? — XingChen se sintió algo avergonzado al no poder terminar ese simple techo sin ayuda, asi que negó. Xue Yang sonrió y siguió colocando paja en algunos lados y demás.

[…]

Llegó la noche, estaba por quitarse esos trapos que se colocó en la mañana y ponerse sus túnicas habituales, pero.. Algo no lo dejaba, ¿comodidad? ¿gusto? ¿porqué dudaba si ponerse o no denuevo sus túnicas?

— Amigo, ¿ya descansas? — preguntó el de blanco ingresando a su dormitorio, Xue Yang negó con la cabeza pero luego tuvo que hablar

— No, yo... Ya iba a dormirme, ¿quieres dormir conmigo? ~ — dijo bromista, provocando un sonrojo en el contrario, asi que.. Ahí lo supo, dormiría con esas prendas asi no sean de su costumbre.

— gracias por hacer el techo. — agradeció, Yang iba a reirse, ¿decirle "gracias", por hacer un estúpido techo? .

— No fué nada, no agradezcas — murmuró, XingChen parecía querer irse, y se debatía entre hablar o no — XingChen... Gracias.

— ¿Ah~?

— Por la ropa.

— No hay de qué, querido amigo.

Xiao XingChen sólo sonrió y asintió, dejándolo en su dormitorio sólo denuevo, Xue Yang también hizo una ligera sonrisa.

Sin duda, las  ropas hechas por aquel taoísta le gustaron demasiado.