Cuando llegamos a casa con las compras, suspiré aliviada. Mi madre era un dolor de cabeza tremendo. Lía me miró pensativa.
— ¿tú mamá sigue en el mismo plan de señora amargada? —terminó por preguntar cuando notó que sacaba las compras de la despensa bastante desganada.
—creo que, ES, una señora amargada. Ni siquiera sé por qué, lo tiene todo para ser feliz y... aun así... —solté un resoplido lleno de frustración.
—aun así trata de arruinarte la existencia ¿no? —Sonrió comprensiva —no lo sé —se encogió de hombros —tal vez solo no quiere que cometas los mismos errores que ella...
—Tal vez debería de aprender que yo no soy ella y que Matt no es Daniel.
—seguramente eso último es lo que la vuelve loca.
— ¿a qué te refieres? —dejé la mermelada de fresa en la alacena y me giré hacia Lía, quien estaba sentada en la barra.
—Bueno, Matt antes era un jugador, borracho e irracional patán que se la vivía en fiestas nocturnas. Tal vez Abby teme que él te "corrompa", o algo por el estilo.
—Pero Matt no es así, eso siempre fue una fachada suya... —fruncí el ceño.
—yo lo sé, y tú lo sabes Emme, pero ¿Qué me dices de tu mamá? ¿Ella es totalmente consciente de eso?
Levanté las cejas sorprendida.
—supongo que... no.
Mi amiga levantó su dedo índice y me señaló.
— ¡ahí tienes! Eso, querida amiga, es lo que, seguramente, tiene como loca a tu madre.
Suspiré y negué lentamente con la cabeza.
—No puedo creerlo pero puede ser una buena posibilidad... —estuve de acuerdo con ella.
Parte de la negatividad que se cargaba mi mamá era debido a que creía que Matt era la peor de las personas y nunca había visto nada diferente en él. Después de todo, lo único en lo que ella acertaba con respecto a Matthew es que él la detesta por encima de todo. Incluso de nuestra relación, supondrá ella.
—Pero por más que sus agresiones sean un fallido intento por protegerme, ella no termina de entender que es mi vida y no la suya y, que mis errores serán míos y no suyos.
Lía asintió.
—estoy totalmente de acuerdo contigo amiga pero, ¿Qué te puedo decir? Así son las madres. Creen saberlo todo y tratan de resolver la vida de sus hijos...—rodó los ojos. Seguramente recordando a su propia madre.
Ellas no se llevaban mal pero, mientras Lía disfrutaba ser divertida y vivir al día, su madre era recta, responsable y, entregada a sus obligaciones laborales. Es debido a eso que sus padres se habían separado.
—No hay nada que se pueda hacer. —le sonreí.
—en eso estás equivocada, cariño. Sí que podemos hacer algo. Podemos vivir nuestras vidas sin importar sus críticas y opiniones innecesarias —. Sonrió de vuelta y me extendió un trozo del chocolate que había comprado en nuestro viaje al supermercado.
Lo acepté divertida y continué guardando la despensa.
Cuando todo se encontraba ordenado y limpio en la cocina, una llamada de Seth mantuvo bastante distraída a mi amiga. Mientras yo preparaba un caldo de pollo para el frío que se sentía en esta época del año, lía se decía cosas melosas con Seth al otro lado de la línea. Seguida de una despedida digna de una película romántica, escuché una especie de exclamación y unos cuantos sonidos afirmativos por parte de mi amiga.
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COLOREA MI CORAZÓN
RomanceElla vivía en un mundo color de rosa. Él sabía que el mundo estaba pintado con muchas tonalidades diferentes... Emmeline Hood está cansada de intentar que Matthew Denell, su hermanastro, cambie su conducta tan atrofiada. Sin saber que la única forma...