Al parecer, todo tiene un inicio y un final.
Matt y yo estábamos a punto de besarnos de nuevo, en la obscuridad de la noche, hasta que un ruido logró llamar mi atención y me distrajo lo bastante del interludio romántico como para notar la clase de cosas que estábamos haciendo, en medio de un jardín, y a la intemperie.
Matt notó mi sobresalto y soltó mi rostro sorprendido.
— ¿qué sucede?
Yo lo tenía abrazado con ambas manos y hundí mi rostro en su pecho.
—e- Escuché algo por allá —señalé hacia unos arbustos que se encontraban cerca de la barda que rodeaba el lugar, a unos metros de dónde nos encontrábamos parados.
¿Acaso es algún animalejo? O quizás... ¿alguien nos estaba espiando?
El sólo pensar que algún pervertido nos estuviese espiando hizo que un escalofrió recorriese mi cuerpo y desapareció todo el calor de mi cuerpo.
Matt me cubrió con su cuerpo y avanzó unos pasos hacia los arbustos. De nuevo, otro brusco movimiento hizo sonar las hojas y las ramas, y una sombra comenzó a emerger de detrás.
Mis ojos no volverán a ser los mismos después de esto...
Lía salió de entre los arbustos, a espaldas nuestra; con una de las manos tratando de sostener la parte delantera de su vestido y con la otra bajándose la falda con dedos torpes, su cabello estaba hecho un desastre y, al parecer, tenía algunas hojitas entre éste.
— ¡Maldita sea, Lía!—Matt le gritó tan fuerte que ella casi cae sobre su trasero.
Mi amiga no nos había visto aún, pero el chico detrás de ella sí que nos notó.
— ¡mierda! ¡¿Qué carajos?! —La única forma en que su trasero no tocó el suelo fue que Seth detuvo su caída — ¡casi me muero de un infarto!
Seth rápidamente cubrió a Lía con su chaqueta y se colocó entre nuestra vista y la de mi amiga.
—Dejaremos el exhibicionismo para otro día... —Seth bromeó mientras que Lía se removía detrás de él.
Miré a Seth sorprendida
— ¿qué hacen aquí afuera? —fue una pregunta bastante estúpida.
—Lo mismo que ustedes... supongo —sonrió en la oscuridad de la noche.
Lía al fin había logrado acomodarse la ropa y se cubrió con la chaqueta de Seth.
—maldita sea Denell, ¡eres un imbécil! Casi me matas del susto... idiota... —Lía se asomó por debajo del brazo de Seth
—tu eres la idiota Lía, creímos que había algún pervertido por ahí...
Me reí
—oh, sí que los había...
Seth soltó una carcajada y aceptó mi broma.
—buena esa.
Lía seguía peleando con Matt.
—cómo si a ti no se te hubiese pasado por la cabeza hacer lo que nosotros hicimos...
—jamás arriesgaría a Emme en un lugar que ni siquiera conozco... Eres una irresponsable.
Claro, porque los besos con manoseos incluidos no cuentan...
—En realidad... —Seth levantó la mano —todo esto fue mi idea hermano.
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COLOREA MI CORAZÓN
RomanceElla vivía en un mundo color de rosa. Él sabía que el mundo estaba pintado con muchas tonalidades diferentes... Emmeline Hood está cansada de intentar que Matthew Denell, su hermanastro, cambie su conducta tan atrofiada. Sin saber que la única forma...