3. ARCANO.

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Aún recuerdo que Cam se había sentido muy culpable por lo ocurrido con Seth y Matt en la fiesta, estuvo persiguiéndome por toda la Universidad, el Lunes posterior a ésta, y se había disculpado mil veces por haberme dejado sola, más aún sabiendo que yo no estaba en mi hábitat y el socializar no era mi fuerte, al menos no con el tipo de chicos que beben a morir...

A quiénes ya no tienes el derecho a criticar...

Al principio me hice la difícil aceptando sus disculpas, pero era muy difícil estar enfadada con un chico tan atento como él, más aún, si te invitaba el almuerzo con postre de chocolate blanco incluido.
Mi favorito.

- Por favor Emme, discúlpame por haberte dejado sola...- juntó sus manos en ademán de disculpa mientras tomaba asiento al lado de mi silla en la cafetería de la Universidad- no era mi intención abandonarte..., te recompensaré, ¡lo juro!-enfatizó mirándome a los ojos.

¿En serio?, ¿expresión de borreguito a medio morir?

- Ya Cam... descuida, está bien, no es tu obligación tener que cuidarme en tu propia fiesta, menos tener que vigilar si bebo o no..., digo, ya estoy lo suficientemente mayor como para hacerme responsable de mis acciones, - lo tomé de las manos- más bien soy yo la que debe disculparse por el espectáculo que dimos Matt y yo en tu casa...era tu noche..., después de todo cumpliste veintiún años. Siento haber arruinado tu día, - torcí los ojos con fastidio al recordarlo todo- es por eso que evito ir. Matt de alguna u otra manera siempre logra sacarme de quicio o comenzar un lío...

- Bueno, -Cam soltó mis manos y me tomó de los hombros- él estaba muy preocupado por ti cuando ya no te vio cerca de la mesa de bebidas, es por eso que fuimos a buscarte.

- Si claro..., Matt preocupado por mí, como no...- desvíe la mirada.

Soltó una risotada.

- Aunque tú no me creas, yo sé que Matt se preocupa por ti, de verdad, - afirmó muy seguro - créeme; en cuanto se dio cuenta que no estabas dónde te había visto se levantó como resorte y se giró a buscarte por todos lados - recordó sonriendo- incluso dejó con la palabra en la boca a una de las chicas.
Yo te había visto entrar a la casa con Seth, pero cuando le dije eso a Matt, se puso muy nervioso y enojado, y me pidió que te fuéramos a buscar, - realmente se estaba divirtiendo con esto - nunca creí que encontraríamos a Emmeline Hood aprovechándose de un menor de edad - su sonrisa pícara lo decía todo...

¡Mierda!, Seth le había contado.

...Mocoso lengua larga...

Ni que lo digas, cariño, después de todo, la tuviste dentro de tu boca.

Sacudí la cabeza tratando de olvidar aquello y enfocarme en lo que me importaba en ese momento.

Miré a Cam desconfiada, entrecerré los ojos, dudando si preguntar o no...

- ¿Qué tanto te dijo ese mocoso traidor? - arrastré la última sílaba en un tono amenazante.

Cam me miró burlón mientras me soltaba de los hombros.

- Ja, ja, descuida, no dijo que le hayas saltado encima...

- ¿¡Qué yo que!? - Le grité abriendo mucho los ojos- ¿Cómo se atreve a contarte eso?, ¡Por dios!, estaba demasiado ebria, - traté de justificarme angustiada - ni siquiera recuerdo muy bien cómo es que terminé con él en tu cuarto, y ¿el mocoso viene y te cuenta todo esto?, ¡Canalla!

Cam me interrumpió a mitad del montón de palabrotas que estaba soltando.

- Oye, relájate, ¿con esa boquita de marinero tu sueño es ser una maestra ejemplar? - su risa era fuerte y clara- en realidad, Seth no me quiso contar nada de lo que pasó- alzó las cejas insinuante, como alguien que te atrapa haciendo algo malo- pero, amiga, tú ya me has dado material de sobra...ja ja... - puso su codo en la mesa y recargó su rostro en la palma de la mano- Ahora, caperuza, ¿quieres contarme lo sucedido o debo llamar refuerzos?-amenazó.

COLOREA MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora