COLOREA MI CORAZÓN

EPÍLOGO 2

Cameron observó atentamente a la linda chica que estaba sentada al lado de él en la enorme sala de su casa.

Angie y él se habían conocido gracias a Matt y, se llevaban de maravilla, pasaban mucho tiempo juntos, tenían gustos similares y sus personalidades congeniaban bastante bien. Ambos habían quedado para salir un par de veces, como buenos amigos.

Sonrió.

Sí, creo que ella es perfecta.

—Angie, ¿puedo hablar de algo contigo?

Ella dejó de prestarle atención a la serie que veían y fijó su dulce mirada en él.

—claro, cuéntame que te pasa —sonrió amablemente.

—¿te has dado cuenta que Matt siempre insiste en que deberíamos de salir juntos?

Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de la chica.

—se a que te refieres, siempre que lo veo me habla maravillas acerca de ti.

—¿te resulta incómodo que lo haga? —frunció levemente el ceño.

—no tanto como lo son mis padres cuando intentan presentarme al buen hijo de una amiga —rodó los ojos.

Cam asintió con empatía.

La familia de Angie insistía en que era un buen momento para que ella conociese gente y tuviese pareja; ella decía que tenían buenas intenciones y que, debido a que era una familia grande, con raíces latinas e italianas, se sentían con el deber de inmiscuirse en la vida sentimental de todos sus hijos. Cosa que incomodaba por completo a Angie, quien, desde que salió de casa de sus padres ha disfrutado su independencia. Aunque eso no le impedía a sus padres llamarla todos los fines de semana para que fuese a casa y conociera a un nuevo prospecto.

—Te entiendo completamente. Matt tiene buenas intenciones pero a mi no me interesa salir con nadie en este momento. Al menos, no de nuevo.

Su última relación había sido todo un fracaso, su novia lo engaño y, no contenta con eso, le dijo bastantes palabras muy hirientes con respecto a lo que había sido su relación, culpando a él por todo.

Angie asintió.

—Matt puede llegar a ser demasiado insistente con las cosas, si.

Cam la miró con ojos esperanzadores.

—es por eso que quiero proponerte algo que creo, nos convendría a los dos.

Angie sonrió suavemente y levantó una ceja.

—te escucho.

—¿Qué te parecería salir conmigo?

Angie mostró una cara de sorpresa y las palabras se le agolparon en la boca.

—¿cómo?

Cam se apresuró a aclarar sus palabras.

—no me refiero a salir, salir —agitó las manos frente a ella —sino que finjamos salir.

—¿fingir? —Angie levantó la voz unos decibeles.

—si —asintió confiado —podríamos fingir que estamos saliendo, así tus padres estarían conformes y a mi Matt me dejaría en paz —la notaba algo tensa y continuó aclarando —bueno, es solo si te parece bien, yo no me intentaría sobrepasar contigo de ninguna manera, ni mucho menos. Creí que sería una buena idea porque ambos tenemos a personas que insisten en meterse en nuestra vida amorosa y, ambos nos llevamos muy bien y creo que no nos costaría tanto guardar las apariencias...

Angie seguía sin decir palabra alguna y sus ojos se tornaron algo tristes, obviamente sin que Cam lo notase, él creía que se sentía ofendida por la proposición.

—¿sabes que? Mejor olvídalo, fue una idea bastante absurda en primer lugar, no tendría porque estar diciendo esta clase de cosas.

—¡no! —se apresuró a decir rápidamente la chica —no digas eso, en realidad me parece una buena idea, es sólo que me sorprendió un poco que dijeses esto, no es propio de ti mentirle a tus amigos —su sonrisa no llegaba a sus ojos.

—y no les miento pero, Matt me está hostigando demasiado y, además, hace poco escuché que mi ex novia ha estado preguntando por mi y... yo no quiero enfrentarme a ella sólo... —el rostro del joven se torno un poco triste y agachó la cabeza.

Angie tomó su mano en un gesto de consuelo y tomó una decisión.

—entiendo Cam, en realidad me parece una buena idea así que estoy dispuesta a ayudarte, además esto me beneficiará bastante, así mis padres dejaran de atosigarme con pretendientes que yo no pedí —bromeó.

Cam levantó la cabeza con buen ánimo y su rostro se iluminó.

—¿eso quiere decir que aceptas?

Angie asintió con la cabeza y le ofreció la mano como si estuviesen cerrando un buen trato.

—Si. Acepto el trato, espero que nos llevemos bien de ahora en adelante —sonrió —novio.

Cam tomó su mano y la sacudió firmemente antes de soltarla.

—Trato hecho. Novia —sonrió feliz.

Y así, la puesta en escena, comenzó.