Estaba a punto de morder mi tercer emparedado cuando mi mente logró registrar las palabras de Daniel.
Matt se levantó del sofá hecho una furia.
— ¿¡estás loco papá!? ¿¡Cómo se te ocurre pedirnos eso!?
Dejé el estúpido emparedado en el plato y me concentré en evitar que Matt matase a su papá, quién se había mantenido estoico, sentado en su lugar.
—Matt, tranquilízate un poco ¿quieres?— tiré de él para que se sentara de nuevo
— ¿cómo puedo calmarme? ¿¡Te das cuenta de lo que está diciendo!?— Señaló a su padre con la mano— es una idiotez...
Ya sabía eso pero alguno de los dos debía de mantener la calma
— Por favor, tranquilízate...— tomé su mano y la apreté suavemente.
Matt se giró para verme a los ojos, su mirada me pedía que no aceptara nada de lo que Daniel dijera. Asentí tranquilamente y me dirigí hacia Daniel.
—Dan, por favor, explícate. ¿A qué te refieres con esa petición tan incoherente?
Por no darle un adjetivo como el que Matt mencionó...
Daniel miró entre ambos y nuestras manos unidas. Levantó las cejas, parecía sorprendido de la repentina calma de su hijo.
— ¿Dan?— lo llamé cuando no contestó enseguida
El aludido carraspeó y se reclinó en su asiento.
—ah... sí. Miren chicos, — juntó las manos en su regazo— a lo que yo quería referirme es que traten de guardar su relación a los ojos de Abby, al menos... por un tiempo, hasta que el doctor nos diga que el embarazo no corre algún riesgo. No les estoy pidiendo que se separen en sí, solo les pido que guarden sus distancias cuando Abby esté presente. Eso también quiere decir que espero que Emme llegue a casa todos los días...
Matt chasqueo la lengua, su postura adquirió ese cinismo que en ocasiones lo caracterizaba y la risa que soltó en seguida era de pura burla.
—o sea que quieres que finjamos que hemos terminado nuestra relación frente a tu mujer... ¿porqué? ¿Por su bienestar mental? No es mi culpa que tu mujer se vuelva una desquiciada en cuanto me ve en la misma habitación que ella...
— ¡Matt! —lo reñí por sus comentarios tan groseros. Después de todo, estaba hablando sobre mi madre.
Daniel hizo lo mismo que yo
—ten más respeto Matthew, estás hablando de mi esposa, además no olvido que también le faltaste el respeto a esta casa cuando te propusiste el seducir a tu hermanastra
Eso me ofendió bastante...
Matt se puso demasiado tenso. Miraba fijamente a su padre, por más que intenté llamar su atención, no lo conseguí. A mí tampoco me gustó la forma en la que Daniel intentaba describir nuestra relación. Como si Matt fuese el malo de la historia y todos los demás inocentes palomas blancas.
Estaba a punto de contestarle a Dan cuando Matt me ganó la palabra y miro ceñudo a Dan.
— mi madre era tu esposa y dime si le guardaste algún tipo de respeto cuando te acostaste con Abby en la casa que ambos compartían
Eso puso pálido a Daniel y a mí me dejo hecha piedra. No sabía que decir ya que, por un lado, estaba hablando mal de la mujer a la que llamo madre, pero por otro, tenía cierta razón en sus palabras ácidas.
De repente, el rostro de Daniel se puso intensamente rojo. Pareciese que estaba conteniendo las emociones.
—Matthew...
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COLOREA MI CORAZÓN
RomantizmElla vivía en un mundo color de rosa. Él sabía que el mundo estaba pintado con muchas tonalidades diferentes... Emmeline Hood está cansada de intentar que Matthew Denell, su hermanastro, cambie su conducta tan atrofiada. Sin saber que la única forma...