—en serio caperuza, como te vuelvas a poner un vestido rojo, no respondo de mis acciones nena.
Me reí de su indignación
— Yo solo quería... sorprenderte... — seguía sostenida entre sus brazos
—Y vaya sorpresa— me miró a la cara y sonrió pero al instante frunció el ceño al notar como movía incómoda los hombros— lo siento, esta posición te está lastimando
— Descuida, valió la pena un poco de molestia en la espalda...— le planté un beso en los labios y le sonreí abiertamente— pero...creo que deberíamos de movernos de la pared, además, sé que peso demasiado...
Me abrazó un momento, luego, separó su cuerpo del mío y arregló mi ropa y la suya. Me llevó hasta la pequeña salita de la cabaña y nos sentamos en el sofá de dos piezas que había ahí.
— No pesas casi nada—se burló de mi comentario
— Bueno, para alguien como tú, seguro que no peso nada pero Lía me aseguró que me veía más llenita que antes...— apreté mis mejillas
—Lía está loca y es una maniática del peso— apartó mis manos y apretujó mi rostro— tus mejillas son adorables...— me besó en los labios fruncidos — y me hace pensar en varias formas de usar esa boquita preciosa...
Ahí estaba de nuevo, esa sonrisa lobuna y cínica
— seguro que sí...— atrapé sus manos entre las mías— cambiando de tema, ¿ya comiste?
Levantó una ceja sugerente
—depende de a que te refieres con...'comer'... porque... si es lo que yo creo..., acabamos de tomar el primer plato nena...
Rodeé los ojos sonrojada
— no me refiero a eso 'nene'... me refiero a comida, comida de verdad... tú sólo piensas en sexo...
Matt soltó una enorme carcajada
— No, yo sólo pienso en tener sexo contigo, no en sexo...pero no, no he comido nada aún ¿quieres que preparemos algo?— acarició mi cabello
— ¿qué te parece si mejor salimos a cenar por ahí? ¿Te apetece comida mexicana?
—nada mal..., podríamos ir al bar de Rob, amo las enchiladas verdes que prepara...
Me relamí los labios
— yo también, son deliciosas y extra picantes
—vaya...si haces eso con tu lengua me niego a salir de aquí hasta que no lo hayamos hecho, al menos, dos veces más...
Me levanté del sofá, consciente de que cumpliría sus amenazas y me dirigí a tomar mi chaqueta negra de la mochila de viaje que traía conmigo.
—mejor salgamos de aquí antes de que nos dé por no cenar. Esta noche yo invito...—Me puse la chaqueta y la abroché hasta el cuello
Matt suspiró frustrado
— ya que...al menos lo intenté — se levantó del sofá con aspecto derrotado y se dirigió a su habitación para tomar una chamarra— pero eso sí — me señaló a modo de advertencia cuando salió del cuarto— hoy no vuelves a tu casa y, cuando volvamos aquí, no te podrás acordar ni de tu nombre...— me besó y tomo las llaves de su coche y de la entrada.
Solté una fuerte carcajada, cargada de perplejidad debido a lo que Matt me había advertido, me reacomodé el cabello, y salimos de la cabaña para dirigirnos al bar de Rob.
En la parte de restaurante del bar se encontraban trabajando Seth y Henry, los saludé a ambos con una sonrisa mientras agitaba mi mano, no deseaba interrumpirlos en su trabajo, y tomé asiento en una mesa en la esquina. Matt fue a pedir nuestra orden de enchiladas verdes y trajo consigo dos tazas de café.
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COLOREA MI CORAZÓN
RomanceElla vivía en un mundo color de rosa. Él sabía que el mundo estaba pintado con muchas tonalidades diferentes... Emmeline Hood está cansada de intentar que Matthew Denell, su hermanastro, cambie su conducta tan atrofiada. Sin saber que la única forma...