Perdí toda conciencia en ese instante y logré dormir como no lo había hecho en semanas. La escuela, a veces, me absorbía lo suficiente como para que lo último que pudiese hacer fuera dormir temprano.
A la mañana siguiente me levanté a tiempo para mis clases, estaba lánguida y revitalizada por completo. Me sentía de muy buen humor y con ganas de comenzar un día fabuloso.
Descubrí que Matt ya no estaba conmigo en la cama y, a cambio, tenía un mensaje en el celular en el que me decía que me esperaba en la parada de autobús. Le sonreí a la pantalla de mi teléfono y le conteste con un simple 'ok'.
Corrí al baño a cepillarme los dientes y a ocuparme de ciertas necesidades fisiológicas. Después volví a mi recámara; me maquillé lo más rápido que pude, peiné mi cabello y lo dejé suelto, me vestí con unos jeans azules, una camisa de cuadros blancos y negros, y una sudadera azul marino.
Me coloqué mis, habituales tenis deportivos, y busqué como loca mi mochila, hasta que recordé que ayer no la había bajado del jeep.
Palmeé mi frente con una de mis manos, recordándome a mí misma lo tonta y distraída que podía ser en ocasiones. Recogí mi celular de la cama- dónde lo lancé después de leer el mensaje de Matt- y salí en silencio de la habitación. No quería toparme con alguien y tener que dar alguna explicación acerca de la falta de aditamentos.
Por desgracia, justo cuando estaba a punto de salir de la casa, tratando de dar los pasos más silenciosos del mundo, la voz de mi madre me detuvo.
— ¿Emme?— Preguntó a mis espaldas— ¿ya te vas a clases?
No mamá, simplemente quería salir a ventilar mi ropa
—Eh... sí, ya me voy...— Seguía dándole la espalda
— ¿podríamos hablar un poco antes de que te vayas?
Me giré para verla, traía puesto un conjunto de chaqueta y vestido rosas que le quedaban impecablemente bien.
Toda una ama de casa...
—ahora mismo no tengo tiempo mamá...
—sólo serán unos minutos, me gustaría hablarte un poco sobre Matt...
— ¿Qué hay con él?— mi curiosidad me pedía que me quedara a escuchar lo que tenía que decirme
—escucha, sé que a Dan le parece una magnífica idea que tú y Matt se estén llevando tan bien como cuando eran niños pero... yo no estoy muy de acuerdo— negó con la cabeza
— ¿porque no?— Fruncí el ceño— creí que el que Matt y yo nos volviéramos más cercanos aliviaría un poco la tensión en la familia
—Yo no creo que Matt sea un buen chico— colocó las manos en su cadera— además, se la pasa bebiendo como desquiciado los fines de semana, no creo que sea una buena influencia para ti hija...
—mira mamá— cerré los ojos un momento y respiré profundo— ya basta con eso, desde el sábado has estado muy rara con todo lo que respecta a Matt— entrecerré los ojos— sobre todo, después de que los encontré a ambos en mi habitación en una posición muy extraña...
—Ya te explicamos que fue lo que pasó...— me interrumpió pero yo la corté al momento
—no me importa eso mamá, ya me dijeron ambos que es lo que estaba sucediendo, y ¿quieres que te diga la verdad? No me lo trago— hice una mueca de disgusto— pero allá tú si no me quieres decir nada. El punto es que tanto Matt como yo vamos a intentar poner de nuestra parte para poder comenzar a llevarnos mejor. Sería bueno que tú también lo intentases, sobre todo esta tarde, cuando comamos con Tom y su novia.
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COLOREA MI CORAZÓN
RomanceElla vivía en un mundo color de rosa. Él sabía que el mundo estaba pintado con muchas tonalidades diferentes... Emmeline Hood está cansada de intentar que Matthew Denell, su hermanastro, cambie su conducta tan atrofiada. Sin saber que la única forma...