COLOREA MI CORAZÓN

24. VERO

— ¡Mamá!— mi mente daba vueltas sin cesar— ¿cómo entraste?

—Eso no importa...— sus ojos estaban abiertos de par en par por la escena que tenía frente a ella— ¿¡qué rayos haces en el cuarto de mi hija!?—casi le escupe en el rostro a Matt. Su postura era tensa y temblaba demasiado— ¡contesta!

— ¡Mamá!— me ignoró rotundamente

—Abby, cálmate— Matt estaba tratando de razonar con ella pero cuando mi madre notó que no traía puesto más que un bóxer, desató toda su ira sobre él y comenzó a golpearlo con las manos cerradas.

— ¡eres un maldito canalla! ¿¡Cómo pudiste aprovecharte de mi hija!? ¡Cerdo mezquino!

Matt trató de tomarla de las muñecas mientras que yo intenté parar sus golpes.

— ¡Basta! Mamá, cálmate...

Mi madre estaba totalmente histérica y no me escuchaba, simplemente le gritaba una y otra vez a Matt

— ¿¡cómo te atreves a tocar a mi hija!?

En ese instante, Daniel entró veloz dentro de la habitación con los ojos entrecerrados por el sueño, su rostro reflejaba confusión, y se detuvo en seco al mirar la escena frente a él.

— ¿Qué está pasando aquí?— su voz se alzó unas décimas por encima de lo normal.

Mi madre lo miró echa un manojo de nervios.

— Pasa que tu hijo es un maldito depravado— corrió hacia Daniel y lo tomó firmemente del brazo— ayer los noté muy extraños a ambos. Hace un momento, cuando traté de abrir la puerta de Emme para conversar con ella en privado, me di cuenta de que estaba cerrada.— Me miró por primera vez, desde que todo el escándalo había comenzado— tú nunca cierras tu habitación con llave, así que me preocupe y fui por las llaves de repuesto,— De nuevo desvío la mirada hacia Matt— y cuando abrí la puerta... me encuentro...a tu hijo desnudo en la cama de MI Emmeline...— Se llevó la mano al pecho, con total indignación— Se aprovechó de mi hija...

—No se aprovechó de mí... sólo..., estábamos durmiendo...— intenté explicarle a Daniel

— ¡Cállate Emmeline!— Mi mamá estaba furiosa— Tú no sabes de todo lo que es capaz este...este sinvergüenza...

—Abby, recuerda que estás hablando de mi hijo...— Dan intervino y mi madre se giró para verlo

Matt actuó cínicamente, se levantó de la cama pero no avanzó ni un sólo paso. En su rostro había una sonrisa sarcástica

— el León piensa que todos son de su condición ¿no, Abby?

— ¡Matthew!— Daniel exclamó molesto— no te voy a permitir que le hables así a mi esposa. Ten respeto.

— ¿Respeto?—Matt se burló— ¿por ella? ¿A caso, ustedes lo tuvieron cuando engañaron a mi madre?

Tiré del brazo de Matt hacia la cama para que se sentara de nuevo y dejase de actuar como un bravucón.

El color escapó del rostro de mi madre, quien se calló instantáneamente y me lanzó miradas nerviosas.

Daniel también se puso muy nervioso y se adelantó unos pasos frente a mi madre

— Matthew, cierra la boca— Murmuró Dan entre dientes— No sabes lo que estás diciendo...

— No sirve de nada ocultar las cosas papá, Emme ya está enterada de todo.

—Eso es cierto Daniel— los miré a ambos— escuchen, sé que talvez estuvo mal que no les dijéramos lo que estaba sucediendo entre nosotros, pero tampoco creo que tengan la moral intacta como para juzgar nuestros actos...