38. LIBRE

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A veces, la vida puede ser una mierda. ¡Una gran mierda!

Eran casi las tres de la mañana del ultimo domingo de agosto y yo seguía pegada a la pantalla tratando de terminar un ensayo a cerca de las nuevas técnicas de educación implementadas en la actualidad y, estaba a punto de volverme loca sin saber cómo llegar a las conclusiones finales.

Para terminar de ponerle la guinda al pastel, el embarazo tenía a mi madre bastante cansada, era su tercer mes y vomitaba todas las mañanas, así que necesitaba que yo me hiciese cargo de la tienda y los pedidos. Eso me dejaba con el suficiente tiempo para hacer mis trabajos universitarios y nada más.

Hace ya una semana entera que no veía a Matt, más que unos minutos cuando me llevaba a la universidad y me traía de vuelta a casa.

A la parada de autobús...

Él también tenía mucho trabajo que hacer. El proyecto de diseño que había hecho para el padre de Lía estaba casi listo, había encontrado un trabajo en línea para realizar algunas prácticas de lo que mejor sabía hacer: diseñar, y tenía hecho un lío sus proyectos y tareas.

Los fines de semana estaban repletos de trabajo y más trabajo y yo tenía que atender la tienda de mamá, gracias al cielo que Lía se había ofrecido a ayudarme, después de haber aclarado todo el malentendido y de que me haya llamado a las cuatro de la mañana llorando a mares y pidiéndome disculpas por todo, todo había vuelto a la normalidad entre nosotras. Me prometió que nunca volvería a ocultarme algo así y yo le prometí lo mismo. Matt, por otro lado, trabajaba casi todo el día en el bar de Rob. Me dijo que necesitaba comenzar a ahorrar dinero y que no quería pedirles nada a sus padres, además, había vendido el jeep que había recibido de regalo de cumpleaños y se había comprado un auto usado, más pequeño y económico. Algo del dinero sobrante lo había ocupado para la renta de la cabaña; Cam le dijo que no lo necesitaba pero Matt había insistido, aun así, permitió que Cam le cobrara lo mínimo, a fin de cuentas, Matt se había encargado de solucionar algunos problemas en el lugar y proporcionaba ayuda a los visitantes en las demás cabañas. Los padres de Cameron le dijeron que así se sentían a mano.

Mi guapo novio me mencionó que deseaba que los pequeños trabajos que estaba realizando llamasen la atención en el futuro y pudiese crear un portafolio, lo suficientemente decente como para ser contratado en alguna empresa de publicidad o en alguna editorial. Mientras tanto, ambos estábamos construyendo las bases necesarias para cumplir con nuestros objetivos a corto plazo.

Pensar en el futuro era bastante asfixiante

Tom había llamado todos los días por la mañana desde que se enteró de la gran noticia de mamá y Dan. Estaba emocionado y preocupado a la vez. Mi madre le había pedido que no se angustiara y que continuara con los preparativos de la boda, que cada día se acercaba más y más. Incluso ya habían fijado la fecha oficial para la celebración: seria a mediados de noviembre. Mi hermano decía que deseaba pasar las vacaciones de navidad con nosotros, con Charlie y sus padres, deseaba que esta fuera la primer navidad con la familia completa.

Yo también lo deseo...

Tan solo esperaba que Matt y mi madre pudiesen llevar la fiesta lo suficientemente en paz. Sabía cuál era el problema; mi madre temía que Matt le dijese la verdad a Tom, así como me la había dicho a mí, es por eso que lo quería fuera de nuestras vidas, o lo más lejos que se pudiese siendo hijo de Dan. Habíamos seguido el consejo de Daniel y decidí dejar de mencionarle a mi madre mi relación con Matt. Tampoco lo llamaba en su presencia y no permitía que Matt me recogiese en la entrada de la casa cuando llegábamos a salir juntos.

Suspiré

Hace ya casi dos semanas que el sexo había sido un capítulo aparte en nuestra relación. En primera fue debido a que mi período había decidido que era tiempo de llegar y a mí me daba vergüenza hacerlo así, a pesar de que Matt había insistido en que no había ningún problema yo aún me sentía incómoda con ciertos aspectos biológicos. En segunda, apenas y teníamos tiempo para saludarnos y platicar sobre como había sido nuestro día.

COLOREA MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora