53. ITERAR

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Me levanté de mi silla a regañadientes para acercarme al lugar de mamá. Su semblante era serio y tenía las mejillas sonrojadas. Lo más seguro es que por dentro ardía de furia por tener que compartir la mesa con Matthew. Daniel estaba sentado a su lado y me sonrió tranquilizador.

—Hola mamá —saludé cuando llegué a su lado y besé su mejilla —. Hola Dan —me dirigí a mi padrastro, quien me sonrió y asintió con la cabeza. Aprecié lo mucho que se parecía a Matt, sobre todo con traje. De nuevo, volteé a ver a mi madre y pregunté —: ¿Cómo te encuentras?

—bien —. Dijo cortante y prosiguió —aunque, ¿tu cómo lo sabrías? No has ido ni una sola vez a visitarme después de haberte mudado de la casa...

Ya estábamos de nuevo...

—sí, lo siento por eso mamá pero hemos estado ocupadas ordenando las cosas y en el trabajo...

—Y que a tu madre le parta un rayo... —su sonrisa falsa daba un poco de miedo

—Abby, no hagas un escándalo aquí, por favor —susurró Daniel, mirando hacia los demás invitados.

—no estoy haciendo escándalos, simplemente hice un comentario —rezongó mi madre —. ¿Cierto Emmeline?

—Cierto, mamá —intenté evitar una discusión en medio salón y le di por su lado.

—Por cierto hija, me da mucho gusto que hayas venido tu sola a la fiesta... —intentó hacer alusión a que Matt estaba frente a nosotras, charlando tranquilamente con la dama de honor.

—no llegué sola, vine con Lía y Seth —fingí ignorancia

—oh cielo, tu sabes a qué me refiero...

—Abby... —Daniel advirtió en tono severo

—qué bueno que estés muy bien madre —corté la conversación y comencé a alejarme —. Iré a tomar asiento con los chicos —hui rápidamente de allí y me encaminé hacia mi asiento.

Observé de reojo a Matt y, como si sintiera mi mirada sobre él, levantó la vista y clavó sus ojos plateados en los míos. Sonrió sutilmente y me siguió con la mirada hasta que quedó a mis espaldas. Volví a mi lugar, sonriente, a pesar del mal rato que intentó hacerme pasar mi madre.

Cam y Angie se encontraban sentados junto a mí en la mesa y Cameron llamó mi atención con una palmadita en el hombro.

— ¿qué tal te fue con tu mamá? —Cam sonrió bastante pacífico.

Mi amigo se veía bastante extraño con ese traje monocromático azul y el cabello peinado hacia atrás, no digo que no se viese apuesto, después de todo, el traje hacía que sus ojos se vieran aún más intensos. Angie sonrió a su lado; ella llevaba una blusa de botones, con un lazo en el cuello y de un azul más claro que el traje de Tom, entallada en una falda amplia de cintura alta que le llegaba hasta las rodillas, del mismo color que el traje de Cam. Estaban perfectamente combinados.

—todo bien, intentó reprocharme nuevamente acerca de haberme mudado de casa.

Cam asintió tranquilamente.

—comprendo. Debe ser duro para ella el ya no tener el control absoluto de la vida de sus hijos —comentó irónico — porque, pronto Tom estará felizmente casado y, tú, cada día te vuelves mucho más independiente...

—A veces pienso que le asusta quedarse sola... —las palabras salieron solas de mi boca, pero, me hizo darme cuenta de que, seguramente ese era el verdadero problema.

—Supongo que tienes razón —desvió la mirada hacia la mesa en donde mi mamá no podía evitar con sumo rencor a Matt —. Y puedo darme cuenta de que, el mayor de sus problemas es Matt... lo mira como si quisiese hundirlo en el suelo...

COLOREA MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora