COLOREA MI CORAZÓN

25. AKOGARE

Mi madre estaba totalmente pálida

—eso...eso no es...

— ¿cierto? Vamos mamá, realmente sólo necesito una afirmación de tu parte, después de analizarlo, créeme que es bastante obvio que Tom es el hijo de Daniel. Sí incluso siempre me pareció tan extraño que mi hermano se pareciese más Matthew que a mí...— sonreí sin humor

— eso, eso no es cierto... — su voz era débil y temblorosa— seguramente Matthew te lo dijo ¿no?— negó con la cabeza— ese niño haría lo que sea para hacerme quedar mal frente a los demás...— sus ojos se mostraban inseguros—¿has... hablado con Daniel acerca de estas cosas?

Negué y suspiré

— ¿no lo ves mamá? Matt te tenía entre sus manos y jamás tuvo la intención de delatarte ni de hacerte quedar mal... No creas que el mundo está en tu contra, porque no es así

—él...él te ha llenado la cabeza de ideas tontas y sin sentido— se levantó de la cama y comenzó a agitar sus manos alebrestada, nerviosa—ya no más, no voy a permitir que siga viviendo aquí, todo este tiempo lo toleré porque no quería que dijese algo que hiciera daño a esta familia pero ya no más, no quiero que siga viviendo bajo el mismo techo que nosotras..., hablaré con Daniel y le pediré que lo eche

— ¡no puedes hacer eso! No puedes echarlo de su propia casa mamá— también me levanté de la cama

— sería aberrante permitir que siga viviendo aquí, después de como los encontré hoy, no sé qué tipo de perversiones está tramando...

— ¿perversiones? ¡Por dios! Estás exagerando..., no hicimos nada, solamente estábamos durmiendo

—Y yo me chupo el dedo ¿no?— colocó sus manos sobre la cintura— mira Emmeline Hood, no soy estúpida, sé muy bien lo que pasa entre un hombre y una mujer a solas, y ustedes han estado bastante tiempo juntos, se han burlado de nosotros en nuestras narices...

— ¿lo dices por experiencia propia? ¿Por todo el tiempo que pasabas a solas con un hombre casado?

De nuevo, los colores subieron por todo el rostro de mi madre

— no voy a permitir que me ofendas, mucho menos por culpa de ese patán...

—ni yo que hables mal de Matt y mi relación...—Contraataqué

— te guste o no, él se largará de aquí, sé que Dan estará de acuerdo, es lo mejor para todos

— ¡es lo mejor para ti! — le grité, poco importándome que alguien más escuchara, ya estaba hasta la coronilla de que quisiera dejar a Matt como el malo del cuento— ¡y eso es porque temes que Matt le diga a Daniel que Thomas es su hijo!

Por segunda ocasión esta mañana, la puerta de mi habitación se abrió con un estruendo. Mi mamá dirigió su mirada hacia el marco de la puerta y yo me quedé inmóvil en mi lugar. Aunque no alcanzaba a ver supe, por la expresión de mi madre, que quién estaba parado frente a ella era Daniel.

— ¿De qué está hablando Abby?— la voz de Dan temblaba

—Daniel..., cariño..., yo... yo te lo puedo explicar...

—Pues habla...— su voz sonaba contenida pero luego gritó como nunca lo había escuchado gritar— ¿¡porqué tu hija está diciendo que Thomas es mi hijo!?— Su cara se estaba poniendo cada vez más roja

—y- yo...— Mi mamá estaba temblando y sus ojos se estaban llenando de lagrimas

—Daniel...— Intenté acercarme a él — Tranquilízate...