COLOREA MI CORAZÓN

65. SCARE

Escuchamos la puerta de entrada cerrarse y un auto arrancar el motor. Thomas suspiró y se sentó en el sofá que antes había ocupado nuestra madre.

—Lo siento chicos... —suspiró —no creí que soltaría tanta información tan rápido

—Está bien —respiré aliviada

—Al menos no trató de asesinarme —Matt intentó bromear pero su expresión continuaba siendo seria.

Charlie se sentó al lado de Tom

—Creó que, si no hubiese estado embarazada, seguro que se lanzaba contra ti —sonrió y palmeó la espalda de Tom, éste sonrió y se apoyó contra ella.

Me removí en mi lugar cuando el silencio continuó.

— ¿Qué es lo que va a pasar ahora con mamá, Tom? —toda esta situación nos había dejado en un silencio incómodo.

—No nos queda más que esperar, si ella no cambia su actitud, sólo logrará quedarse sola.

Volvimos a guardar silencio y Charlie se levantó del sofá palmeando sus rodillas.

—Pues bueno, ¿alguien tiene hambre aún?

Matthew levantó la mano a pesar de tener una expresión seria y pensativa en su rostro.

—¡Matt! —exclamé sorprendida.

—¿Qué? Tengo hambre y Charlie hace muy buenos panqueques —se encogió de hombros inocente.

Todos, excepto él, soltamos una carcajada.

—Pues volvamos a la cocina —Tom se levantó un poco más animado y se encamino, junto con Charlie, a la cocina.

Matt los siguió mucho más relajado pero se detuvo a mitad de camino al notar que yo no lo seguía.

—¿Está todo bien caperuza?

—Sí... —sacudí la cabeza —es sólo que... me acabo de dar cuenta de que mi madre jamás amó a mi padre...

—Cielo...

Sacudí la cabeza

—No sólo eso Matt —, tomé su mano —ella es una mala persona... ¿entiendes eso? Es la mujer que me crió y la amo pero me duele saber que puede llegar a ser tan cruel con otro ser humano...

Matt acarició mi cabello tratando de consolarme.

—Yo sé caperuza pero, no pienses en ello ahora... sé que es difícil porque es tu madre pero, creo que lo mejor que puedes hacer ahora es concentrarte en forjar tu camino y evitar a una persona tan dañina, tú no eres ella y sus errores, jamás serán los tuyos.

—Tienes razón... —asentí —sé que la tienes pero... eso no evita que me duela ni que me preocupe por ella.

Matt no dijo nada, simplemente continuó acariciando mi cabello y mi mejilla.

—No pensemos más en ello ¿si? Ya verás que todo se resolvera a su tiempo. Las personas aún pueden cambiar cariño.

—Eso espero... —me levanté del sofá y asentí.

El futuro es incierto...

—Ve el lado bueno de todo esto, ya no vamos a tener que esconder el hecho de que volvimos a estar juntos

Levante la ceja sorprendidas y lo miré sorprendida

—¿Volvimos a estar juntos? — las comisuras de mi boca intentaban elevarse mientras yo bromeaba

—¿Estás diciéndome que todo el sexo de ayer no significó nada para ti?— Matt estaba intentando con todas sus fuerzas lucir como si tuviese el corazón roto