Esto no ha terminado

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-Shadows...- dijo el tipo, mirándome con repulsión.
-Matthew... Matthew Sanders, idiota.- dije con extrema seriedad.
-No tienes idea de a quién le hablas, imbécil.- negó con la cabeza.
-Me doy una idea, pero eso no significa que te tenga miedo.
-Deberías...- sonrió de lado e hizo un gesto con su mano derecha, haciendo que sus acompañantes bajaran sus armas. -Aunque...- saltó el cuerpo sin vida de Dallas, con un gesto de asco. -Debo agradecerte por encargarte de él, mi padre me ordenó asesinarlo en cuanto te tuviera, y me has ahorrado unos segundos de mi tiempo. Eres muy amable.- dijo irónico mientras se aproximaba a mí. -Ahora...- me cogió por el cabello y tiró de él, hasta que quedé de rodillas.
-¡Agh!- chillé adolorido, sin saber aún cuál era el plan que debia tener.
-Es tu turno, perro...- sacó una magnum revolver de su bolsillo y la colocó en mi frente. -¿Disfrutaste asesinando a mi hermana?... quién ríe al último ríe mejor. Mi padre estará muy complacido cuando vea tu estúpido cráneo perforado, después de casi dos años buscándote.
-Así que tu padre no quiso venir después de lo mucho que se tardó...
-¿Qué?- preguntó impresionado por mi atrevimiento.
-Digo, pienso que después de tanto tiempo debió de haber sido él mismo el que viniera a encargarse de mí. Estoy muy interesado en saber el por qué. Tal vez esa hermana tuya no le importaba mucho realmente.
-Eres un bastardo...- dijo con entre dientes. -Te mataré tan lentamente...- estallé en risas.
-Sí, claro... casi dos años, ese debe ser el asesino más lento de la historia.- sabía que jugaba con fuego, pero necesitaba más tiempo. -¿Qué es lo que estás esperando?, ¿una señal de Dios?- pregunté irónico, entre risas. El sujeto apretó los labios ante mi provocación. Un ruido similar al de trastabilleo en el segundo piso, invadió el ambiente, haciendo que me entrara un ataque de pánico, y que, quizás para mi fortuna, era difícil de reflejar.

-¿Qué cojones fue eso?- preguntó uno de ellos. Mientras los tres ponían su mirada en las escaleras.
-¿Quién vino contigo?- el tipo me cogió nuevamente del cabello y tiró de él hacia atrás.
-Con nadie...- maldita sea, hasta yo sabía que mi respuesta no había sido para nada convincente. ¿Por qué tuvo que preguntar eso?
-Uno de ustedes vaya a revisar.- joder, no.
-Ve tú...
-¿Qué? Siempre voy yo. ¿Desde cuándo me das ordenes?- discutieron los otros dos entre ellos.
-Desde ahora, haz lo que digo.
-No, no lo creo. Vuelve a hablarme así y quedarás como este pobre imbécil...- dijo señalando el cuerpo de Dallas.
-¡Quieren dejar de pelear como un par de niñas estú...- a mi cabeza llegó el plan que estaba buscando, tan rápido como una bala. O tan rápido como la bala que estaría en mi cabeza, si no actuaba ya. Cogí su mano armada con fuerza, apartándola, al mismo tiempo que enredaba mis piernas entre las suyas, haciéndolo caer al suelo. El brusco movimiento, había hecho que él reaccionara de la forma en la que yo deseaba, disparando por accidente contra sus partidarios que ni siquiera habían tenido tiempo suficiente para sacar sus armas de nuevo. Uno de ellos recibió un disparo en la cabeza que lo hizo morir al instante, lamentablemente mi suerte no era tan grata como quisiera, por lo que el segundo, sólo recibió un disparo en la mano derecha, antes de que su líder me diera un codazo en las costillas. Me puse de pie y actúe rápidamente, saltando la barra que llevaba hacia la cocina, evitando así, que sus balas me alcanzaran.

-¡Aaahh, me dio en la maldita mano!- exclamó el partidario que quedaba, afligido.
-¡Deja de llorar y traéme a ese bastardo!- agazapado, fui hasta el siguiente pasillo, donde entré a la primera habitación que hallé, y aguardé en silencio, justo a un lado del marco de la puerta. Cuando el tipo entró con el arma por delante, tomé sus brazos y los levanté, haciendo que sus balas dieran al techo. Di un rodillazo en su entrepierna haciendo que cayera de rodillas, y entre forcejeo y forcejeo, coloqué el cañón de su arma en su barbilla e hice que tirara del gatillo. Con el arma en mi poder, salí de la habitación y encontré a mi ahora principal enemigo, esperándome. Esta vez estábamos a la par.

I'm Your CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora