Karma

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-¡Estúpida!...- gritó Shanon apanicada. -¡Estúpida, me has roto la nariz!- dijo entre lágrimas de coraje, sosteniendo su ensangrentada nariz.
-¡Se verá mejor ahora!- le grité.
-Courtney, tienes que calmarte...- me susurró Jordan.
-¿¡Qué está pasando aquí!?- preguntó la directora interviniendo.
-Se estaban peleando, señorita directora.- respondió uno de los testigos.
-Dos señoritas... ¿peleándose a golpes?- preguntó indignada. -¿¡Es que acaso las educaron un par de animales!?...
-¡Ella me rompió la nariz!- sollozó Shanon.
-¡Y esta golfa me jaló el cabello, ella empezó!- dije en mi defensa.
-¡Basta, las dos!... Las quiero en mi oficina, ahora...- ordenó. Y bien, aquí vamos de nuevos a los viejos tiempos.

~

Matt:

-¿Acaso no dormiste anoche?- me preguntó Estefan al verme bostezar.
-Muy poco, estuve hablando con mi chica por mensaje.- sonreí reconociendo que había valido la pena.
-¿Tuvieron ciber sexo?- preguntó como si nada.
-Joder, no...- reí.
-¿Me vas a decir que no lo tienen nunca?
-No, porque yo prefiero tener sexo con ella en persona.- guiñé el ojo.
-En serio necesito tu suerte.
-Vamos por un café o me quedaré dormido en las últimas clases.
-Vale, vamos...- era divertido hablar con Estefan. Me hacía recordar cuando tenía su edad y lo inmaduro que podía ser.

-¡Matt!- dio una palmada en mi brazo.
-¿Qué?... casi me haces escupir el café...- dije irritado.
-Ya sé quién me gusta.- dijo babeando, sin dejar de mirar hacia una bolita de chicas.
-¿Quién?...- miré hacia donde él miraba, percatándome de que la gran mayoría de chicas tenían puestos sus ojos en mí. Quiénes enseguida desviaron la mirada.
-Ella, Regina...- claro, la recordaba de la clase de física. Me había tocado hacer el ejercicio con ella el día de hoy.
-Ya, pues... ve...- di una palmada en su pecho.
-Auch...- se quejó Estefan, masajeando la zona que había golpeado. -¿Pero qué le digo?- preguntó nervioso.
-Preséntate, de seguro aún no te conoce.
-Oye...- dijo indignado.
-Vamos, ya, hombre, que seguro le agradas.
-Pero después de presentarme, ¿qué hago?
-Hazle un cumplido... como por ejemplo...- examiné a la chica de arriba a abajo. -Sus pestañas...
-¿Y luego?
-Te despides y regresas.
-¿Sólo así?- preguntó sorprendido.
-¿No querías que te diera consejos?- rodé los ojos.
-Sí, sí.
-Entonces no más pretextos y ve...- le di un empujoncito.

Miré desde lejos y a Estefan de verdad que le faltaba mucha experiencia en esto. La chica se había incomodado un poco, o tal vez más de lo que imaginaba.

-¿Cómo lo hice?- preguntó al regresar.
-Pésimo, parecías acosador.- dije entre risas.
-¡Carajo, pues no soy tú! Hice lo que me dijiste.- se cruzó de brazos.
-Sí, pero creo que era obvio que le tenías que agregar un poco de sazón.- di un trago a mi café.
-Entonces tú enséñame.-
-Paso, tengo novia.
-Agh, vamos, no les vas a pedir matrimonio.
-Estefan, no me gusta ser presumido, pero todas las chicas que van a las mismas clases que nosotros, están esperando que yo les hable. No va a tener sentido.- me encogí de hombros.
-Tienes razón...- resopló. -Tiene que ser alguien que no te haya visto antes... qué tal...- buscó con la mirada en la cafetería. -Con esa chica...- señaló a una chica, con unos enormes lentes, un suéter holgado de lana y con los ojos puestos sobre un libro.
-No quiero ligar cuando tengo novia.
-Vamos, te invitaré una cerveza el fin de semana.- entrecerré los ojos.
-Lo haré...- dije después de pensarlo unos segundos.
-¡Sí!
-Pero sólo lo haré por esta vez, así que pon atención.- lo señalé con mi dedo índice.
-Está bien, está bien, hecho.- puse los ojos en blanco y caminé hacia la mesa en donde la chica seleccionada por Estefan se encontraba.
-Hola...- la saludé y me senté en una de las sillas libres.
-Hola.- respondió seria, sin dejar de leer. Esta era difícil. Supe de inmediato qué tipo de chica era. Del tipo de chica que coloca los estudios por encima de todo, antes que darle una mínima importancia a su vida personal.
-Ahm, me llamo Matt, ¿tú cómo te llamas?
-Bethanny.
-Me gusta...- sonreí seductor. -Como sea, yo sólo quería presentarme, porque yo sé que hay muchas chicas en esta cafetería, pero no pude evitar poner mi atención en la interesante chica de esta mesa.- ahora me había ganado por completo la atención de la chica. -Que tengas un buen día, Bethanny.- dije con la misma sonrisa con la que inicié, me puse de pie y me dispuse a irme.
-Espera...- me llamó. Sonreí cómplice hacia donde estaba Estefan, quién me miraba boquiabierto, y me volví hacia la chica. -Puedo... darte mi número, si quieres.
-Me encantaría.- sonreí. Bethanny arrancó un trozo de papel de su libreta y anotó su número en él.
-Ten.- sus ojos ya no se apartaban de mí ni un momento.
-Gracias, no creí que tendría tanta suerte hoy.- me despedí de ella con un beso en la mejila y volví con Estefan.
-¡Genio!... ¡Eres un puto genio!- dijo emocionado.
-Ahora sólo espero que Bethanny no me siga a todos lados de ahora en adelante.- rodé los ojos.
-Por cierto, acabo de escuchar que el profe de matemáticas no vino.
-¿Quieres decir que ya me puedo ir a la mierda de aquí?
-Sí, así es.- rió.
-Excelente, porque quiero dormir antes de ir a recoger a mi novia.

I'm Your CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora