Ni siquiera las estrellas son para siempre

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-Van a venir por mí. Lo mejor será que no esté contigo cuando eso suceda.- me levanté de la cama.
-¡No, no te irás!- se aferró a mi brazo.
-Courtney, no voy a dejar que alguno de esos bastardos te haga daño. Si me quieren a mí, pues muy bien. Pero a ti no.
-¡No, no, no te vayas, por favor! ¡Eso no me importa!- sollozó.
-Courtney, no hagas esto...
-¿Tú me amas?
-Te amo, y porque te amo más que a nada no quiero que te hagan daño, Courtney. ¡Hice un plan en esa estúpida casa pensando en ti, no en mí, yo iba decidido a morir!
-Si me amas entonces quédate conmigo...- sólo negué con la cabeza.
-No puedo...
-Sí puedes...
-No, no puedo.- me liberé de su agarre y dí media vuelta. Courtney corrió poniéndose en mi camino, acunó mi rostro entre sus manos y me besó fervientemente. Ese mismo beso que me había encendido cuando ella había acabado con la vida de ese malnacido. Quería apartarla e irme de ahí, pero me estaba siendo imposible resistirme a sus húmedos besos. Bajó sus manos, cogió mis brazos y los puso alrededor de su cintura, dejando mis manos muy cerca de su trasero. Maldición, ahora de verdad dejar esto sería imposible. Tiró de mi labio inferior con sus dientes, provocándome.

-No dejaré que te vayas.- susurró sobre mis labios, al tiempo que sus manos acariciaban mi pecho desnudo. -Déjame sentirte...- solté un quejido sintiendo como sus palabras le ganaban a mi autocontrol. -Si me amas quédate y hazme saber lo mucho que te pertenezco...- mi respiración se volvió salvaje y mis movimientos rápidos. Pegué mis labios a los suyos, la cargué entre mis brazos y la puse en la cama boca arriba. Subí acariciando con ambas manos desde sus muslos hasta su pecho, donde introduje mis manos en el cuello de mi camiseta color gris, que ahora llevaba ella, y rasgué con fuerza, dejándola desnuda de la cintura para arriba. Aquél acto tan salvaje había hecho a Courtney gemir fugazmente.

Sabía que no podría quedarme después de esto, pero necesitaba tanto como ella, tenernos una última vez. "Última vez", ese par de palabras estaban derrumbándome por dentro. Arrasaban con mis ya prácticamente inexistentes esperanzas, me hacían nudo la garganta, y humedecían mis ojos, aún cuando mi piel apenas comenzaba a fundirse con la suya. Me preguntaba lo vacío que me sentiría en el momento en que acabara.

Courtney rodeó con ambas piernas mi cadera. La fuerza que aplicaba en ellas no sólo me decía que me deseaba, también suplicaba que por ningún motivo pensara en detenerme, y salir por aquella puerta. Con las palmas sobre la superficie de la cama, justo a los costados de su rostro, me inclinaba y rozaba con mis labios cada centímetro de su piel desnuda, al tiempo que me deshacía de aquellos pantalones con manchas de sangre.

Courtney, un tanto ansiosa, y con los labios apretados, desabrochó mi cinturón, bajó mi bragueta y comenzó a bajar mi pantalón. Me incorporé un poco y con los pulgares al interior de mi ropa, la ayudé a hacer esa labor más sencilla. Cuando terminé y me posicioné de nuevo entre sus piernas, ella giró quedando encima de mí. Clavé firmemente las yemas de mis dedos en sus muslos, mientras ella movía sus caderas encima de mi erección, y mientras sus labios se rehusaban a despegarse de los míos.

Soltaba suspiro tras suspiro, al sentir su boca bajar por mi cuello, hasta mi pecho. Donde ella dejó delicados besos alrededor de la herida, que ella misma había estado curando escasos minutos atrás. Subió sus labios nuevamente a los míos y tomó mi miembro entre su mano derecha. Mordí sus labios, sintiendo como se adueñaba de mi placer.

-Te necesito aquí...- susurró en mi oído. -Te necesito dentro de mí...- enloquecí. Giré quedando de nuevo arriba de ella, retiré sus bragas con desesperación, y la penetré.

-¡Aaahhh!- su grito me había excitado, pero al mismo tiempo, preocupado. Mi acción había sido tan rápida, que temía haberla lastimado a pesar de lo mojada que estaba.
-¿Te hice daño?- preguntó angustiado, sin apartar mi mirada de su rostro.
-No... sólo sigue.- imploró.

I'm Your CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora